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DEBATE
Boom petrolero. Luis Sapag (MPN): "¿Se puede imitar el modelo noruego?" y Giuliani (UNC): "Otra cara del boom"
15/12/2014

¿Se puede imitar el modelo noruego?

Por Luis Sapag*.

Se suele mencionar a Noruega como ejemplo a imitar en la cuestión petrolera. Veamos por qué.

Hasta hace poco más de 50 años, el país era una periferia pobre de Europa, cuya economía se basaba en la pesca y en la explotación forestal. En 1969 se descubrió el yacimiento gigante off shore Ekofisk, seguido de otros varios ubicados más al norte. El gobierno socialdemócrata supo acumular y manejar una enorme renta de manera de distribuirla equitativamente, a la vez de incentivar la producción. A continuación, algunos datos relevantes sobre este país:

• Con 385.000 km² de superficie y menos de seis millones de habitantes, la disponibilidad hidrocarburífera es ampliamente excedente. Así, Noruega es netamente exportadora, alcanzando el segundo lugar en el mundo en ventas de gas y el séptimo en petróleo.

• No pertenece a la Unión Europea para conservar independencia monetaria y cambiaria. Tampoco a la OPEP, para mantenerse al margen de las decisiones del resto de los países exportadores.

• A diferencia de los estados europeos, comprometidos con recetas neoliberales con desregulación y desempleo, ha mantenido un sólido Estado de bienestar, con amplia intervención estatal en casi todas las esferas públicas. Los impuestos a las ganancias son altísimos, superando el 70% en el ámbito empresario. La población acepta el esfuerzo fiscal, pues es ampliamente compensado con servicios gratuitos y de alta calidad en salud, seguridad social y educación, así como excelentes prestaciones en servicios e infraestructuras públicas, jubilaciones, esparcimiento, etc.

• La conjunción de un gobierno bien administrado y abundante financiación ha hecho que el país alcance el más alto índice de desarrollo humano (IDH) del planeta: 0,955, casi la perfección (EE. UU., 0,914; Argentina; 0,808). Los ingresos per cápita son altísimos: u$s 80.000 por año, algo menos que los países árabes petroleros, pero con mucha menor brecha entre ricos y pobres.

• Pese a tanta distribución, las riquezas petroleras sobran y van al Fondo de Pensiones Global, que ya acumula la fantástica cifra de 850 mil millones de dólares. Para entender su magnitud, basta decir que equivale a 30 veces las actuales reservas del Banco Central argentino. Está vedado el uso de ese fondo para inversiones dentro del país, para no incentivar inflación y corrupción. Sólo se utilizan los intereses devengados para alimentar el presupuesto nacional.

Cabe agregar información específica del modelo petrolero:

- El esfuerzo descubridor de los yacimientos fue hecho por la empresa nacional Statoil, pero progresivamente se abrió paso a las operadoras privadas. La misma Statoil cedió un tercio de su capital a otros inversores. Directamente o en asociación, la firma estatal aún concentra la mitad de la producción del país.

- Noruega no cobra regalías y capta casi toda la renta vía impuestos a las ganancias, que llegan hasta el 78%. El sistema actúa de manera que el gobierno pone términos contractuales severos y onerosos, pero habilita la competencia para el acceso a las concesiones. Una particular combinación de regulación de las condiciones del mercado con libre concurrencia al mismo.

- Otra cuestión que distingue a Noruega: una de las claves del éxito petrolero es su sistema de investigación, desarrollo e innovación productiva (I+D+i), en el que se articulan estrechamente Estado, universidades y empresas. El complejo y sofisticado conjunto de universidades, laboratorios y agencias de promoción ha logrado una hazaña: en la mayoría de los yacimientos del globo, del total del carbono orgánico que se encuentra en los yacimientos (TOC), difícilmente se llega a recuperar el 25%, mientras que en el mar noruego se llega hasta el 42%. Las investigaciones se centran en dos temas: el mejoramiento de la producción y el cuidado del medioambiente. Téngase en cuenta que la industria petrolera comparte el mar con la pesca; sin embargo, se utiliza con seguridad todo tipo de tecnologías, incluyendo estimulación hidráulica e inyección de químicos y surfactantes.

- Una pregunta que surge naturalmente: ¿qué hay en las áreas de refinación y petroquímica? La respuesta es sorprendente para los argentinos, que bregamos por la industrialización: casi nada, Noruega es esencialmente extractivista. Vende casi todo el crudo y el gas a Europa y de allí se abastece de naftas, químicos, etc. No les interesa agregar valor porque les es barato importar y centrar sus recursos humanos y técnicos en la producción primaria.

En síntesis, Noruega es un país que ha desarrollado producciones primarias de alta calidad en pesca, madera e hidrocarburos, a la vez que ha generado un sector servicios de gran sofisticación y con profunda inclusión social.

Posee seis millones de habitantes, nosotros siete veces más.

Ha ahorrado una masa dineraria treinta veces mayor que nuestras reservas. Es la sociedad más igualitaria del planeta, nosotros aún bregamos por la inclusión.

Tiene diez yacimientos gigantes en producción, nosotros casi agotamos Loma de la Lata y debemos recurrir a tecnologías no convencionales.

Tiene la mejor I+D+i petrolera, nosotros estamos aprendiendo.

Se da el lujo de un extractivismo tecnológicamente sofisticado, mientras nuestro drama consiste en no poder pasar del esforzado extractivismo a una industria autosuficiente.

Conclusiones: no podemos imitar a Noruega al pie de la letra, aunque sí inspirarnos en algunas de sus innovaciones sociales, tales como el diseño de un mercado estructurado estatalmente, pero de libre concurrencia, el sistema I+D+i y el Fondo de Pensiones.

* Doctor en Ciencias Sociales y diputado provincial MPN

Se suele mencionar a Noruega como ejemplo a imitar en la cuestión petrolera. Veamos por qué.

Hasta hace poco más de 50 años, el país era una periferia pobre de Europa, cuya economía se basaba en la pesca y en la explotación forestal. En 1969 se descubrió el yacimiento gigante off shore Ekofisk, seguido de otros varios ubicados más al norte. El gobierno socialdemócrata supo acumular y manejar una enorme renta de manera de distribuirla equitativamente, a la vez de incentivar la producción. A continuación, algunos datos relevantes sobre este país:

• Con 385.000 km² de superficie y menos de seis millones de habitantes, la disponibilidad hidrocarburífera es ampliamente excedente. Así, Noruega es netamente exportadora, alcanzando el segundo lugar en el mundo en ventas de gas y el séptimo en petróleo.

• No pertenece a la Unión Europea para conservar independencia monetaria y cambiaria. Tampoco a la OPEP, para mantenerse al margen de las decisiones del resto de los países exportadores.

• A diferencia de los estados europeos, comprometidos con recetas neoliberales con desregulación y desempleo, ha mantenido un sólido Estado de bienestar, con amplia intervención estatal en casi todas las esferas públicas. Los impuestos a las ganancias son altísimos, superando el 70% en el ámbito empresario. La población acepta el esfuerzo fiscal, pues es ampliamente compensado con servicios gratuitos y de alta calidad en salud, seguridad social y educación, así como excelentes prestaciones en servicios e infraestructuras públicas, jubilaciones, esparcimiento, etc.

• La conjunción de un gobierno bien administrado y abundante financiación ha hecho que el país alcance el más alto índice de desarrollo humano (IDH) del planeta: 0,955, casi la perfección (EE. UU., 0,914; Argentina; 0,808). Los ingresos per cápita son altísimos: u$s 80.000 por año, algo menos que los países árabes petroleros, pero con mucha menor brecha entre ricos y pobres.

• Pese a tanta distribución, las riquezas petroleras sobran y van al Fondo de Pensiones Global, que ya acumula la fantástica cifra de 850 mil millones de dólares. Para entender su magnitud, basta decir que equivale a 30 veces las actuales reservas del Banco Central argentino. Está vedado el uso de ese fondo para inversiones dentro del país, para no incentivar inflación y corrupción. Sólo se utilizan los intereses devengados para alimentar el presupuesto nacional.

Cabe agregar información específica del modelo petrolero:

- El esfuerzo descubridor de los yacimientos fue hecho por la empresa nacional Statoil, pero progresivamente se abrió paso a las operadoras privadas. La misma Statoil cedió un tercio de su capital a otros inversores. Directamente o en asociación, la firma estatal aún concentra la mitad de la producción del país.

- Noruega no cobra regalías y capta casi toda la renta vía impuestos a las ganancias, que llegan hasta el 78%. El sistema actúa de manera que el gobierno pone términos contractuales severos y onerosos, pero habilita la competencia para el acceso a las concesiones. Una particular combinación de regulación de las condiciones del mercado con libre concurrencia al mismo.

- Otra cuestión que distingue a Noruega: una de las claves del éxito petrolero es su sistema de investigación, desarrollo e innovación productiva (I+D+i), en el que se articulan estrechamente Estado, universidades y empresas. El complejo y sofisticado conjunto de universidades, laboratorios y agencias de promoción ha logrado una hazaña: en la mayoría de los yacimientos del globo, del total del carbono orgánico que se encuentra en los yacimientos (TOC), difícilmente se llega a recuperar el 25%, mientras que en el mar noruego se llega hasta el 42%. Las investigaciones se centran en dos temas: el mejoramiento de la producción y el cuidado del medioambiente. Téngase en cuenta que la industria petrolera comparte el mar con la pesca; sin embargo, se utiliza con seguridad todo tipo de tecnologías, incluyendo estimulación hidráulica e inyección de químicos y surfactantes.

- Una pregunta que surge naturalmente: ¿qué hay en las áreas de refinación y petroquímica? La respuesta es sorprendente para los argentinos, que bregamos por la industrialización: casi nada, Noruega es esencialmente extractivista. Vende casi todo el crudo y el gas a Europa y de allí se abastece de naftas, químicos, etc. No les interesa agregar valor porque les es barato importar y centrar sus recursos humanos y técnicos en la producción primaria.

En síntesis, Noruega es un país que ha desarrollado producciones primarias de alta calidad en pesca, madera e hidrocarburos, a la vez que ha generado un sector servicios de gran sofisticación y con profunda inclusión social.

Posee seis millones de habitantes, nosotros siete veces más.

Ha ahorrado una masa dineraria treinta veces mayor que nuestras reservas. Es la sociedad más igualitaria del planeta, nosotros aún bregamos por la inclusión.

Tiene diez yacimientos gigantes en producción, nosotros casi agotamos Loma de la Lata y debemos recurrir a tecnologías no convencionales.

Tiene la mejor I+D+i petrolera, nosotros estamos aprendiendo.

Se da el lujo de un extractivismo tecnológicamente sofisticado, mientras nuestro drama consiste en no poder pasar del esforzado extractivismo a una industria autosuficiente.

Conclusiones: no podemos imitar a Noruega al pie de la letra, aunque sí inspirarnos en algunas de sus innovaciones sociales, tales como el diseño de un mercado estructurado estatalmente, pero de libre concurrencia, el sistema I+D+i y el Fondo de Pensiones.

* Doctor en Ciencias Sociales y diputado provincial MPN

La otra cara del nuevo boom petrolero

Río Negro Online

Por Adriana Giuliani *.

En Argentina, la declinación en la extracción de petróleo y gas ha sido resultado directo de la sobreexplotación de los recursos y la insuficiente inversión en exploración, derivadas de la desregulación instrumentada a partir de 1989 con la llegada de Carlos Menem a la presidencia. La alta dependencia de la matriz energética respecto del petróleo y el gas, cercana al 90%, repercutió en las cuentas externas del país, al implicar crecientes importaciones para satisfacer los requerimientos de energía.

En este contexto, los hidrocarburos no convencionales –y en especial los localizados en Vaca Muerta, la gigante formación de la Cuenca Neuquina– se han convertido en la apuesta para solucionar el desequilibrio y transitar hacia el autoabastecimiento, con un alto impacto en el territorio desde el punto de vista ambiental, económico y social.

La técnica de la fractura hidráulica, o fracking, es objeto de controversia e inclusive ha sido prohibida en algunos países. Las críticas apuntan principalmente al riesgo de que se produzcan sismos, al uso intensivo de agua y al peligro de contaminación de acuíferos o napas que atraviesan los pozos. Por su parte, los organismos oficiales minimizan las consecuencias de su aplicación argumentando básicamente que no se trata de una práctica nueva, sino que ya ha sido utilizada en la extracción convencional.

En el plano socioeconómico, la influencia ya trasciende a las ciudades cercanas a los yacimientos para impregnar el ambiente de toda la provincia. Añelo es una pequeña localidad de origen rural que, de acuerdo a los datos del Censo 2010, cuenta con 2.249 habitantes, aunque hoy se encuentra desbordada por la frenética actividad desplegada por los distintos actores vinculados al negocio del "oro negro". La población estable se ha duplicado y el número de personas que circula durante el día es considerablemente mayor, por lo que las carencias en infraestructura son generalizadas y alcanzan a la provisión de los servicios más básicos.

Una de las consecuencias más clásicas es el incremento de los precios de las viviendas, potenciado por el déficit habitacional y por la escala salarial del sector petrolero, que supera con creces al promedio abonado en el mercado laboral neuquino. Ésta es la causa por la que muchos de los docentes que trabajan en Añelo no viven allí (se calcula que es el 90%), sino que se trasladan desde ciudades aledañas y en algunos casos deben recorrer más de 100 kilómetros para llegar a dar sus clases: viajan en colectivo, en autos particulares o frecuentemente a dedo, por la carga que representa el transporte público o el combustible en sus salarios.

El desfasaje en el mercado inmobiliario también afecta a las cercanías, incluida Neuquén capital, donde los alquileres y las operaciones de compra-venta rompen récords a diario. En realidad, los precios del conjunto de bienes y servicios están influidos por el "boom del shale", convirtiendo a la provincia en una de las plazas más caras a nivel nacional.

IMPACTO EN EL TRABAJO

Es preciso señalar que, como contrapartida de las mejores remuneraciones, los empleados petroleros enfrentan el desarraigo y la contingencia de accidentes, así como delicadas situaciones como el consumo de drogas, alcohol en exceso o juego. Más preocupantes aún son las denuncias sobre la existencia de redes de trata de mujeres y niñas para la prostitución.

Las asimetrías en los ingresos indudablemente se relacionan con la deserción escolar. Añelo presenta uno de los mayores valores en el indicador de desgranamiento educativo, ya que ocho de cada diez alumnos no concluyen el ciclo de cinco años de la escuela media. El problema es atribuido en gran medida a las expectativas que genera en los jóvenes la posibilidad de pertenecer al mundo del petróleo. El único establecimiento secundario de la ciudad no prepara a los estudiantes para trabajar en los hidrocarburos, por lo que muchos abandonan e intentan ocuparse en alguna de las compañías del rubro. Sin embargo, no todos lo logran, ya que una de las características del negocio es la baja demanda de mano de obra.

Estadísticas recientes reflejan que el sector extractivo representa casi la mitad del Producto Bruto Geográfico y provee sólo el 8% de los empleos directos en Neuquén. El resto de la economía no ha sido aún impactada por el esperado efecto multiplicador, por lo que es el Estado el que cubre la brecha con empleo público y termina derivando a gastos corrientes la porción de la renta que percibe por el usufructo del subsuelo.

El desafío consiste en diagramar estrategias que protejan la soberanía de nuestros recursos, limiten los impactos de su explotación y procuren una equitativa distribución de la riqueza.

* Economista de la UNC


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