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DEBATE
Fernández Canedo: "La falta de dólares y el salvavidas chino". Alejandra Gallo: "Verano con cables pelados y temores chinos"
15/01/2015

La falta de dólares y el salvavidas chino

Clarín

Por Daniel F. Canedo.

La denuncia oficial de que hubo una “corrida contra el tampón”, la decisión de una terminal automotriz de postergar el lanzamiento de un nuevo modelo, y el Gobierno destacando que se endeuda con el Banco Central de China van perfilando un denominador común del 2015: la escasez de dólares para pensar en una reactivación de la economía.

El año se inicia con una buena y potente noticia que viene del exterior.

La caída de más de 40% en el precio internacional del petróleo significará para la Argentina una ahorro de US$ 3.000 millones en el cuantioso volumen de energía importada pero la alegría puede durar poco.

Este año, también por la baja del precio en el mundo, los ingresos por las exportaciones de soja y aceites generarán unos US$ 4.500 millones menos que en la campaña anterior y llevaría el nivel de exportación al mínimo desde 2008.

En la Argentina de los últimos años ya quedó en claro que sin dólares de las exportaciones del campo o del financiamiento externo, las posibilidades de reactivación se diluyen.
La industria tiene un déficit comercial de unos US$ 17.000 millones al año (US$ 25.000 millones si se le suma la energía) para poder funcionar y enfrenta restricciones por parte del Gobierno para obtener las divisas.

Los importadores más moderados dicen que hay atrasos en los pagos al exterior por más de US$ 3.000 millones que el Gobierno considera inexistentes, al punto que el presidente del Banco Central asegura que prácticamente está todo al día, pero la escasez de tampones, por ejemplo, le cantó retruco.

Sólo para el sector automotriz, los atrasos en los pagos rondarían los US$ 2.000 millones a los que se les adicionarían otros US$ 1.000 millones de la electrónica de Tierra del Fuego.

Y una pregunta de estos días es hasta qué punto el ingreso dosificado de los yuanes del “swap” del banco de China le permitirán al Banco Central evitar más postergaciones en los pagos al exterior.

Anteayer entró el equivalente a US$ 400 millones y ese crédito de corto plazo de China ya suma US$ 2.720 millones que le permitieron al Banco Central tener con cosmética reservas por más de US$ 31.000 millones.

La cosmética es porque ese préstamo que negoció Juan Carlos Fábrega en los tiempos que conducía el Central, podrían llegar a US$ 11.000 millones que se desembolsarían durante este año y que habrá que devolver en no más de tres años.

Se trata de yuanes que podrían pasarse a dólares, pero todo de corto plazo y para superar el bache de divisas que la Argentina padece, no por una caída vertical de su producción exportable o por una catástrofe natural, sino por lo que viene siendo una crisis de confianza que se prolonga y necesita ruedas de auxilio como el “swap” chino que le permiten al Gobierno inflar las reservas del Central para potenciar su renovada política de anclar al dólar oficial en el intento de aquietar la marcha de la inflación.

Los acuerdos del Gobierno con China por los monumentales contratos por trenes y represas hidroeléctricas encendieron luces rojas en el sector industrial.

Un informe del economista Dante Sica plantee tres puntos de controversia para la industria local:

1) El artículo 4 del convenio que votó el Congreso “permite suponer ciertas facilidades para las importaciones industriales chicas para proyectos prioritarios”.

2) Según el artículo 5, se “prevé un plan quinquenal de infraestructura con créditos atados para financiamiento pero que se saltee las licitaciones competitivas” y

3) El 6, “permite el uso de mano de obra importada de China”.

Así, Sica concluye que “un acuerdo tan amplio con un país tan competitivo como China no permite ser optimista respecto el grado de participación que tendrá la industria nacional en la (re) construcción de la infraestructura energética y de las obras de infraestructura”.

Y concluye, además, ¿qué dirá Brasil, principal socio comercial de la Argentina?

Las respuestas están en suspenso pero a esta altura, enero de 2015, surge con cierta nitidez que el Gobierno encontró en China, país al que la Presidenta tiene previsto viajar en febrero, una fuente de financiamiento importante en su intento de llegar con la menor cantidad de sobresaltos financieros posibles al fin de su mandato.

Los costos, seguramente, estarán en la letra chica que, como en el caso del acuerdo de YPF con Chevron para la explotación del yacimiento de Vaca Muerta, todavía no salieron a la luz.
Lejos de la superficie, también aparece la posibilidad de un acuerdo entre el Gobierno y los fondos buitre aunque los expertos que siguen el tema creen que en las próximas semanas podrá haber una reactivación de los preparativos para encarar una negociación que no tenga fin ni resultados cercanos.

Un tema que juega a favor de la posibilidad de que no haya un acuerdo con los acreedores es que la semana pasada se desvaneció en el exterior la amenaza de una suba de las tasas de interés por parte de los EE.UU.

De esa manera se prolongó el escenario de tasas bajas a nivel internacional, por lo menos, por este año que, para el Gobierno de Cristina Kirchner, es el largo plazo.

Con el financiamiento chino y la posibilidad de salir al mercado a buscar financiamiento, aunque tenga que pagar tasas muy altas y cercanas al 10% anual en dólares, tanto el Gobierno como el sector privado se preparan para transitar un 2015 trabado, apostando a que el dólar atrasado y aumentos salariales por encima de la inflación (30% contra 28% de suba de precios) contribuyan en algo a reactivar el consumo. El resto, promete ser campaña electoral.

Verano con cables pelados y temores chinos

El Cronista

Por Alejandra Gallo.

Mientras transcurren los últimos minutos de la licencia médica presidencial, en la agenda veraniega empresaria hay dos urgencias. Por un lado, la crisis energética o, mejor dicho, la crisis eléctrica en este caso; y por otro, la urgencia gubernamental por aprobar en sesiones especiales en la Cámara de Diputados, el convenio firmado por el Gobierno de Cristina Kirchner con el de China.

Aunque aún no se hizo público, en los despachos del Palacio de Hacienda ya circula un dato que le pega al corazón de la actividad económica 2014 y que marca la tendencia con la que se perfila el primer trimestre de este flamante 2015.

En diciembre el consumo eléctrico de toda el área metropolitana cayó, en promedio, un 11%. Esa zona representa al 40% de la demanda nacional; es decir que es un dato muy representativo del termómetro residencial pero, sobre todo, del que predomina en las fábricas y los grandes comercios. De ese modo, todo el año pasado cerraría con una disminución del 0,2% y, por lo tanto, se convertiría en el tercer año consecutivo con desempeño negativo. Hay que remontarse al 2002 de la poscrisis para encontrar una performance similar.
A la hora de entender las razones, se abren grietas más profundas dentro de las diferentes líneas que transitan el área energética gubernamental. Allí conviven (no siempre en gentil armonía) quienes responden al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al ministro de Economía, Axel Kicillof, o al titular de Planificación, Julio De Vido.

De acuerdo entonces con esos parámetros se inclina más balanza hacia los factores climáticos y las crisis internacionales o hacia lo que es evidente: una baja en la nivel de actividad económica que hasta el propio INDEC tuvo que reconocer.

El Gobierno se debate ahora en torno a qué hará con estos datos. El menú no parece ser muy amplio: eliminación de subsidios a algunos hogares residenciales, lo que implicaría un costo político en un año electoral, o liberación de fondos para obras a las distribuidoras. Este es un recurso del que ya se echó mano el año pasado mediante la Resolución 347 mediante la que el ENRE (Ente Regulador Eléctrico) le permitió a las distribuidoras aplicar un monto fijo diferenciado a las diferentes categorías de consumidores para la ejecución de obras de infraestructura y mantenimiento. Ese dinero se deposita en una cuenta cuyo control está en manos del Gobierno, el Fondo para Obras de Consolidación y Expansión de Distribución Eléctrica. ¿Cómo funcionó hasta ahora? Trajo poco alivio económico a las empresas (aunque sí cosmética contable) y hubo nula cantidad de obras realizadas.

En cuanto al convenio con China; los detalles que se desconocen amenazan con convertirse en un verdadero cuento chino para los sectores productivos. Los ‘textos desconocidos’ de los reciente documentos firmados por el Gobierno como acaba de descubrirse traerían también fuertes dolores de cabeza para los funcionarios y la mismísima Presidenta, a juzgar por el desenlace judicial en torno al Tratado con Irán.

Como ya se adelantó en El Cronista, en este mismo espacio, el 28 de noviembre, en el sector privado observan con muchas dudas y temores el hecho que el Gobierno no haya dado a conocer los detalles de acuerdo firmado con China. Ese acuerdo ya tuvo la aprobación veloz y silenciosa de los senadores y en la Casa Rosada aspiran a que ahora sean los diputados quienes sigan ese mismo camino para que la Presidenta viaje a Bejing, a mediados de febrero, con esa carta poderosa en su manga.

Mientras que el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, acaba de gatillar el segundo tramo del Swap firmado con China para fortalecer las Reservas del BCRA; en los sectores productivos apuntan al hecho de que el 25% de las medidas antidumping aplicadas desde 2005 por diferentes países desde 2005 hasta ahora cuestionan el accionar de empresas chinas que, como se sabe, son estatales. Las que más se destacan son las denuncias de sectores químicos y de metales, que explican el 22% de las demandas cada una, así como de los textiles (10%).

Además, en la Organización Mundial de Comercio (OMC), China cada vez acumula más denuncias por lo que se denomina casos de circunvención: es decir denuncias de elusión o falsificación de documentación vinculada con el comercio exterior. Este último punto es que pone en vilo a toda la Unión Industrial Argentina, que preside Héctor Méndez , junto al secretario y legislador por el Frente Renovador, Ignacio de Mendiguren. En la entidad sostienen que el convenio en cuestión podría ser una variante de triangulación de importaciones dentro del país y del Mercosur y que perforarían aún más la actividad fabril que ya acumula 16 meses consecutivos de caída.

Quienes lo miran de esta perspectiva sostienen que el verdadero objetivo de China son las materias primas y que eso llevaría la primarización de la economía. De acuerdo con estadísticas del Congreso de los Estados Unidos, el 94% de la inversión china mundial es en petróleo, gas, minería y agricultura exclusivamente.

Estos son los temas de la agenda empresaria nacional que cruzarán el río este fin de semana y se trasladarán al habitual asado VIP que el titular del Banco Macro, Jorge Brito, organiza cada año en Punta del Este en su chacra Mamá Ganso. Con aroma a fin de ciclo, este año ya hay récord de asistencias confirmadas.


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