(Por Sebastian Saharrea) Roberto Basualdo y el Lole Reutemann son compañeros de bancada en el Senado, se sientan a dos butacas de distancia y comparten comentarios y hasta posturas políticas: estuvieron, por caso, codo a codo en la marcha por el 18-F en Plaza de Mayo. No le habrá hecho demasiada simpatía al sanjuanino que después de los acuerdos cruzados del fin de semana pasado a nivel nacional, a él casi le toca el peor socio: el ex piloto de Fórmula 1 se fue con Mauricio Macri y a Sergio Massa –es decir el referente al que banca el basualdismo en San Juan- estuvo a un milímetro de acordar con Pino Solanas.
Una vez abierto categóricamente el libro de pases en la política nacional, el jefe porteño y el alcalde de Tigre movieron fichas e intentaron acuerdos que a más de uno dejaron parados en lugares incómodos, mientras avanza el último intento de verlos juntos en las próximas elecciones nacionales, con fecha de vencimiento el día de cierre de listas para la Capital Federal en pocos días.
Macri se mostró audaz y primereó a Massa en el coqueteo por una de las niñas bonitas del espacio, el senador santafecino que vio algo y se bajó de su candidatura presidencial en 2003 pero que desde ese momento conserva buenos niveles de apoyo aun habiendo pasado por varios latigazos en todos estos años. En la semana corrió el Lole a los brazos macristas y dejó a la misma vez desairado al espacio con el que supo cortejarse pero sin abrochar nada: el massismo, donde reportan además de Basualdo el resto de sus compañeros en el bloque del Peronismo Federal, en especial los hermanos Rodríguez Saá.
Si pudiera, Basualdo abrazaría con 4 manos la posibilidad de tener al Lole en su campaña sanjuanina, pero como vienen las cosas eso parece difícil y hasta resulta probable que aparezca levantando brazos rivales, si es que se consuma su candidatura a vice de Macri para el mismo día en que el PRO esté compitiendo en San Juan no sólo contra el oficialismo sino también contra el eje Basualdo-Massa. De no mediar, claro, el mentado y difícil encuentro Macri-Massa a nivel nacional, enroscado por las propias posturas de los involucrados pero posible a la luz de los fuertes intereses que lo propugnan.
Pero no, casi le tocó al senador sanjuanino bailar con la más fea: Pino Solanas, el también colega de Basualdo en el Senado con quien se dispensan apenas una relación de cordialidad y de respeto pero nada de nada al momento de alguna visión política en común. Solanas fue lo que eligió Massa para compensar el fierrazo que fue para él que le arrancaran al Lole Reutemann, con quien el presidencial tigrense venía tejiendo una afinidad sin apurarlo y de golpe y porrazo se enteró por los diarios que estaba en la vereda de enfrente. Con Solanas, la jugada de Massa era disponer de una carta fuerte en el primer cruce que tendrá contra Macri, donde seguramente no tendrá las mejores armas pero intentará hacer el papel más decoroso.
Finalmente, el acuerdo Massa-Pino no quedó consagrado, al decir de Alcira Argumedo (negociadora por el cineasta) porque no hubo respuesta a su pedido de mayor distribución de la renta minera. Igual, otras fuentes indican que el naufragio no fue por eso sino por diferencias en el reparto de cargos. Lo refuerza la observación: cualquiera que se dsponga a acercarse a Solanas y negociar algo serio sabe quién es Pino y que no declinará en lo que es su ADN sobre las tablas políticas. Ergo, Massa estaba dispuesto a abrochar por conveniencia electoral, más allá de cualquier discurso.
Massa no tiene candidato en Capital, igual que Macri no lo tiene en Buenos Aires. Pero la Capital se juega primero y sería un incendio para el jefe de gobierno porteño no retener de la mano de Larreta o Michetti, mientras Massa podría caer al tercer o cuarto escalón sin un candidato competitivo.
Encima, Santa Fé también figura junto a Mendoza entre los distritos nacionales pesados que adelantan y serán un aperitivo con peso en la general: cuando sean las Paso nacionales, en agosto próximo, y aún cuando sea el cierre de listas en mayo, esos dos distritos junto a la Capital ya tendrán gobernadores electos. Y en los tres, el PRO juega fuerte: lo dicho de Capital, en Santa Fé con el nuevo tamdem Del Sel-Lole, y en Mendoza con Cornejo, el candidato que llega con fusta alzada y al que a última hora también se sumó el massismo, más motivado en no perder el tren y quedar a la intemperie que por otra cosa. De hecho, la UCR-PRO ganó la interna de la capital mendocina por paliza y Macri-Lole ya debutaron en tierras cuyanas aterrizando para levantar la mano.
Ante esa dificultad es la que tiene que remar Sergio Massa, y por eso seleccionó entre el menú de herramientas la carta de Pino. Se hubiera prosperado, hubiera sido una herramienta fuerte y competitiva para Capital Federal, aunque de fuerte efecto en el resto de los distritos. Especialmente en San Juan, donde la figura de Pino Solanas no pasa desapercibida por el fuerte activismo del cineasta contra la minería, una actividad que en tiempos de vacas flacas como la actual es aún más valorada porque se perciben más nítidos los efectos de su pérdida.
"Qué garrotazo que nos hubiéramos comido!!!”, exclamaron por lo bajo algunos dirigentes del basualdismo que están abrochados al presidencial tigrense, una vez conocida la posibilidad de un acuerdo con Pino. Todo bien con él, lo que ocurre es que en San Juan la minería es un tema sensible y la aparición del candidato presidencial recostado sobre el más puro referente antiminero a nivel nacional, sencillamente hace ruido.
Está bien que desde el massismo, como desde la oposición en general, vienen machacando sobre el espíritu local de los acuerdos, sin que lo que se cierra en un distrito tenga incidencia en otro. Esa es una visión, pero también es cierto que se choca la nariz contra la realidad: "hay temas en los que no se puede tener una doble visión, en una provincia pensar una cosa y en otra pensar distinto. Entre esos temas está la minería y a nosotros nos complica”, rezó un referente del espacio que sostiene al presidenciable que llega al tramo final de la campaña con buenas chances de ganar.
Y amplió: "es como si en una provincia aparece apoyando a una candidato que pretende pagarle a los buitres o en otra provincia a otro que dice lo contrario. O en una provincia va con un candidato de mano dura o en otra provincia con otro más garantista. Esas políticas se definen a nivel nacional, igual que la minería. Y nosotros nos preguntamos qué pasaría si Sergio gana y mantiene cercanías con Solanas, ¿de qué nos disfrazamos las provincias mineras?”. El interlocultor es uno de los dirigentes más fuertes del espacio de Compromiso Federal, y sus inquietudes no dejan de ser comprensibles.
Mismas señales con interferencias que acusó recibo el sector empresario: es nada menos que uno de los presidenciables con más chances. No fue lo de Pino, pero su reciente negociación implica que la postura de Solanas no es un obstáculo para el hombre de Tigre. Las vinculaciones políticas de Massa con referentes antimineros no son nuevas. En especial, en la región cuyana: el máximo referente massista en Mendoza es el intendente de San Carlos, Carlos Difonso, quien acaba de ganar las Paso en su municipio con una firme promesa de evitar la radicación de proyectos mineros; lo mismo que en La Rioja, donde reporta en el massismo el intendente de Famatina, líder de la resistencia contra el proyecto en ese célebre cerro riojano.
