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DEBATE
Bonelli: "El plan 'bomba' de Kicillof". Zlotogwiazda: "Supersueldos y superdesigualdad"
13/03/2015

El plan “bomba” de Kicillof: el que gane tendrá que hacerse cargo

Clarín

Por Marcelo Bonelli.

La Casa Rosada tiene una decisión política tomada: transferir el ajuste que origina su pésima política económica al próximo presidente.

Clarín confirmó que Axel Kicillof tiene la instrucción de Cristina de evitar desbordes hasta fin de año y obligar a pagar los costos de los desequilibrios a Daniel Scioli, Sergio Massa o Mauricio Macri. Así, la Presidenta intenta guardar como capital político el relato económico, a pesar de fue la autora de los serios problemas que tiene la actualidad productiva.

La estrategia de Cristina se evaluó en el último encuentro de la Unión Industrial. En la UIA sostienen que la Presidenta pretende mantener el relato y usarlo después para hostigar al futuro presidente.

Héctor Mendez escuchó la historia y al final lo dijo directo : “Tuvimos con Alfonsín el Plan Primavera y ahora con Cristina tenemos el Plan Bomba”.

Ocurrió el martes en un intimó encuentro de caciques fabriles. La definición del titular de la Unión Industrial fue después de que varios empresarios denunciarán la inacción de Axel Kicillof frente a la profundización de los problemas económicos. Méndez agregó: “Esto tiene intencionalidad política. Quieren dejarle una bomba de tiempo para que le explote al próximo Presidente.”

La conversación fue en la más absoluta intimidad. Pero la cuestión se trató porque existe información secreta de que ahora la Presidenta avaló la idea de Carlos Zannini y que instrumenta Axel Kicillof: profundizar hasta fin del mandato de Cristina los desequilibrios actuales de la economía.

El “plan bomba” — así lo llamaron- del ministro consiste en lo siguiente: no resolver conflictos económicos, acumular tensiones y dejar que los problemas le estallen al Presidente que gane las elecciones en octubre. La estrategia surgió como fruto de la incapacidad de Kicillof para resolver los problemas. Pero Clarín confirmó que ahora forma parte de una decisión política bendecida por Cristina. Ignacio De Mendiguren afirmó: “Quieren meter todo debajo de la alfombra.”

El plan tiene una clara intencionalidad política: obligar al próximo presidente a realizar un desgastante ajuste económico apenas asuma su mandato. Una estrategia similar a la que utilizó Carlos Menem en la década del ’90.

Entre los hombres de negocios que participaron del encuentro reservado donde se opinó de esa manera estaban Méndez, De Mendiguren, Adrián Kauffman, Luis Betnaza, Cristiano Rattazzi, Miguel Acevedo y Luis Sáenz Peña. Para ellos, el “plan bomba” consiste en no hacer nada y que avancen los desequilibrios macroeconómicos.

Los candidatos conocen la estrategia de la Cristina. Pero mantienen un sugestivo silencio.

Los gobernadores ya están pagando el costo político: todas las economías regionales están con serios problemas.

Esa evaluación también la tiene Jaime Campos, de la Asociación Empresaria, y es compartida por figuras como Adelmo Gabbi, Jorge Brito y Carlos de la Vega.

Para los hombres de negocios la “bomba de tiempo” que arma el Gobierno incluye diez decisiones concretas y dirigidas desde la Casa Rosada:

— Profundizar el atraso del tipo de cambio y así obligar a que el futuro gobierno haga una devaluación. El atraso ya acumula un 30%. Se estima en Adeba que un dólar comercial unificado de equilibrio se ubicaría en unos $ 11 y por eso existe una perdida fuerte en la competitividad de la economía argentina.

— La devaluación en Brasil agudizó los inconvenientes cambiarios que Kicillof no quiere corregir.

— Dejar la menor cantidad de reservas en el Banco Central, para impedir salir del cepo y obligar al próximo gobierno a endeudar al Estado.

— No tocar las tarifas, para obligar a un retoque, con la nueva administración.

— No combatir la inflación y solo mitigarla a través del estancamiento económico.

— Acentuar la desaceleración económica por efecto del retraso cambiario.

— La recesión y la inflación provocarán otra licuación de salarios.

— No frenar los reclamos salariales. Daniel Funes de Rioja contó en la UIA que Zannini quiere evitar poner topes a los pedidos de los sindicatos para alentar un fin de fiesta populista. Funes dijo: “Paritarias altas y dólar planchado afectan la competitividad de las empresas. ”

- Sostener el déficit fiscal elevado en cinco puntos del PBI y seguir acumulando una deuda interna en pesos que le será difícil abonar al BCRA.

— Trasferir la resolución del conflicto de los fondos buitres y obligar al futuro gobierno a pagar un costo político para resolver el fallo de Thomas Griesa. El Gobierno manejó con mucha impericia, desde el 2010, el conflicto externo. Y el año pasado decidió no resolverlo y utilizarlo políticamente. Por este desmanejo, la Argentina complicó su situación y el fallo de ayer del Juez Griesa dificulta una futura solución. La Casa Rosada también se verá afectada: la decisión adoptada en Manhattan frena la posibilidad de colocar deuda, incluso pagando tasas caras como soñaba Kicillof. Para el ministro será otro fracaso. El nuevo fallo de Griesa desalienta al JP Morgan y al Deutsche Bank a coordinar una nueva colocación de deuda. El ministro contaba con ambos bancos internacionales para obtener 2000 millones de dólares y mantener sin sobresaltos la economía hasta que se active el “plan bomba”.

Cristina utilizará la dura medida de Griesa para volver embestir contra EE. UU. y los bancos, haciendo campaña doméstica. Por eso ayer Kicillof volvió a evaluar una medida extrema: amenazar al Citibank con revocar su licencia para operar en Argentina si cumple la sentencia de Griesa y no abona el vencimiento de los bonos.

Supersueldos y superdesigualdad

El Cronista

Por Marcelo Zlotogwiazda.

En Shell Argentina quedaron muy buenos recuerdos de la actuación que Peter Voser tuvo como gerente en los años 90. Pero nadie imaginaba por entonces que ese suizo tan ejecutivo como amable iba a ser encumbrado pocos años después como Ceo mundial de la petrolera anglo-holandesa, cargo que ocupó hasta el año pasado, para pasar a desempeñar la misma función en el conglomerado de ingeniería y construcción ABB. A lo largo de su carrera Voser ganó muchos millones. Sólo por los años 2012 y 2013 embolsó un total de 22 millones de libras esterlinas (unos 33 millones de dólares).

¿Se lo merecía? ¿Era una compensación acorde y proporcionada a lo que él aportaba? ¿Es el estímulo necesario para incentivar la eficacia? Puntualmente, esa remuneración de 22 millones de libras esterlinas generó bastante crítica, porque no fueron años de muy buenos resultados para la compañía. Pero más allá de ese caso específico, luego de su partida de Shell, Voser dijo que si le hubieran pagado la mitad él no hubiera gestionado peor, y que si le hubieran pagado el doble tampoco lo hubiera hecho mejor. La admisión demuele la justificación de que los supersueldos de los ejecutivos tienen relación estrecha con los resultados.

El mundillo de los altos ejecutivos ha acusado recibo de la creciente indignación que provocan sus obscenas remuneraciones, que en Inglaterra son 143 veces más altas que el sueldo promedio de los empleados de esas compañías. La reacción más notoria provino del Institute of Directors, una organización centenaria y muy influyente que nuclea a miles de miembros de directorios y altos ejecutivos de firmas líderes. Su titular, Simon Walter, declaró que "el pago a los ejecutivos top ha perdido todo sentido de proporción (...) Claramente hay excesos que vienen de décadas".

No obstante, casual y curiosamente, justo ayer se difundió el informe anual de Shell, donde figura que Ben van Beurden, el sucesor de Voser, cobró por su tarea del año pasado un total de 24,2 millones de libras esterlinas. La nota del Financial Times advirtió que eso "podría encender protestas acerca de la remuneración de los ejecutivos".

La limitación de esos "excesos" es una de las propuestas que Anthony Atkinson plantea para combatir la desigualdad en el mundo. "Los empleadores deben adoptar políticas de remuneración éticas, y la adopción de esas medidas deben considerarse como una precondición de elegibilidad para la contratación de servicios y compra de mercadería por parte de organismos y empresas públicas", escribió en un artículo titulado ‘After Piketty’ que se publicó en la última edición del British Journal of Sociology.

Sir Atkinson es una de las máximas autoridades mundiales en materia de desigualdad y pobreza. De hecho, es junto a los franceses Thomas Piketty Emmanuel Saez y al argentino Facundo Alvaredo, uno de los cuatro responsables de la monumental investigación The World Top Income Database, que fue el sustento estadístico en que se basó Piketty para elaborar la teoría sobre la concentración del ingreso que expone en el ya famosísimo best seller El Capital en el Siglo XXI. Un impresionante fenómeno que ha provocado que el 1 por ciento más rico de la población mundial sea dueño de la mitad de la riqueza total, mientras la mitad más pobre posee nada más que el 1%.
Además de la limitación a los supersueldos, en el ensayo ‘After Piketty’ (pronto publicará un libro titulado ‘Inequality. ¿What can be done?’), Atkinson propone, entre otras iniciativas:

n Direccionar el cambio tecnológico hacia actividades que incrementen la empleabilidad, especialmente en la provisión de servicios;

n Aplicar una estructura más progresiva en el impuesto a los ingresos, con una tasa marginal del 65% para el 1%que más gana;

n El gobierno debe garantizar un empleo remunerado con el salario mínimo para cualquiera que lo demande;

n Elevar la presión tributaria a los altos patrimonios y a la herencia o transferencia gratuita de bienes;

n Garantizar una tasa de interés positiva y atractiva para los pequeños ahorristas;

n Establecer un ingreso básico universal para todos los niños.
Al final del paper Atkinson cita la siguiente afirmación del best seller de Piketty: "La historia de la distribución de la riqueza ha sido una cuestión profundamente política"; y agrega que "será la política la que finalmente decida si las propuestas para reducir la desigualdad serán o no adoptadas en el Reino Unido, en la Unión Europea o en cualquier otra lugar".

¿Tendrán alguna opinión formada y proyectos sobre el tema Macri, Massa, Randazzo o Scioli, los políticos con chace de presidir la Argentina? Un país en el que los sueldos de los directores y altos ejecutivos están lejísimos de los impúdicos valores del Primer Mundo (es raro que el ingreso anual total del Ceo de una compañía líder supere el millón de dólares), pero donde la desigualdad entre ricos y pobres es considerablemente mayor.


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