Por Ricardo Olivera.
En la nota del domingo pasado intentamos trazar en línea gruesa y sin detalle la historia económica de la provincia y las interesantes variaciones y traslados de centros de gravedad en los últimos 50 años. Del protagonismo casi excluyente de la agricultura a la construcción luego del terremoto. Luego, el predominio transitorio del Estado, el éxito del vino de traslado, la vuelta al Estado como refugio de empleo en los 80 para cerrar con las explosiones de la industria manufacturera, el agro tecnificado y finalmente la gran minería de metales. Anticipamos otros cambios que vendrán, como la producción de paneles para energía solar y la revolución que provocará el túnel de baja altura en el Paso de Agua Negra tanto como obra en sí como por el seguro traslado hacia el Norte del eje económico hoy todavía concentrado en el valle de Tulum. El propósito de ésta y próximas entregas será saber dónde estamos parados, analizando con datos oficiales el aporte y evolución que cada actividad hace hoy a la economía de San Juan, en qué proporción agrega valor a la suma total y los progresos y retrocesos de cada sector si los hubiera.
Empecemos por decir que en el último período considerado, 2013-2014, la economía de San Juan volvió a crecer, a contramano de una economía nacional decididamente en recesión desde finales de 2013, y que recién ahora muestra leves señales de recuperación. Es cierto, el crecimiento apenas si evade la calificación de estancamiento, porque el promedio es del 1,42% arriba, lejos de aquellas tasas del 10 u 11% que marcaron récords años atrás. Igual, no es mala nota en términos relativos mirando los promedios de la Nación. Tres sectores han tirado abajo los números. 1- La construcción. Si bien el empuje del sector público es el que ha logrado mantener razonablemente el empleo que se perdiera en la minería, el sector privado, cuyos datos se miden por la venta de materiales, muestra un descenso significativo dando un resultado general de -11,65%. 2- El agro, castigado por el clima adverso con aquella secuencia anómala de un septiembre que combinó 41.5 grados de temperatura con 3 grados bajo cero en una semana, mostró otro de los resultados negativos con una baja del 4,2%. Pese a las quejas de esta temporada es muy posible que cuando se incorporen los datos estadísticos de las nuevas cosechas, los números suban. Recordemos que en este informe se consideran cantidades y no precios. 3- Comercio, restaurantes y hoteles es el último rubro con cifras negativas. El promedio de baja es del 3,39%. Lo del comercio se nota a simple vista con algunos locales puestos en alquiler en la ciudad, y los hoteles y restaurantes registraron menos pasajeros de negocios luego de la caída de Pascua Lama. La venta de combustibles se mantuvo en línea de flotación con -0,12%, subió la venta en supermercados y descendió el patentamiento de autos y motos. Conviene recordar que CAME denuncia una caída general en el país por encima del 6%, en este rubro San Juan también cayó pero a la mitad.
La estrella de crecimiento sigue siendo la minería de metales que incrementó su producción en 19,53%. Veladero obtuvo uno de los mejores resultados de su compañía a nivel mundial aunque el efecto financiero final no sea igual por caída de los precios del oro. La industria manufacturera ligada al mercado interno, como los textiles, tuvo un muy buen desempeño, tanto que pudo sostenerse arriba, no obstante la fuerza negativa que hizo la agroindustria. El resultado final la dejó un 5,74% arriba. El promedio de ambas, es decir de la industria manufacturera en general, dejó una cifra positiva del 11.65%. El sector financiero estuvo tranquilo con un incremento del 3,55% tanto en depósitos como en créditos. En rocas y canteras, cayó la bentonita pero subió moderadamente lo demás, promediando 1,28%. Electricidad y gas recibieron el impacto de los nuevos barrios y los bajos precios para subir el 4% y 6% respectivamente. Transporte y comunicaciones cierra la lista de rubros que crecieron con el 3,67%. Si describiéramos al año 2014 con lenguaje futbolístico deberíamos decir: “Empate con tendencia a ganar”. No es poco teniendo en cuenta las condiciones y expectativas previas.
