¿Es realmente un dilema hacernos la pregunta “Minería, sí o no” o es, en cambio, una reducción simplista que nos lleva al absurdo, y hacia una polarización desinformada?

¿Es imaginable prohibir la minería por los cuestionamientos a posibles efectos contaminantes y/o al supuesto elevado consumo de agua?

La actividad minera en América es una de las principales actividades económicas.

La minería es una industria elemental de la civilización humana y la madre de todas las industrias. Sin minería no existirían la industria electrónica, la automotriz, la textil, y la química.

La actividad minera se encuentra intrínsecamente presente en las telecomunicaciones, el transporte, la construcción, la electrónica e informática, la medicina, la generación de energía, etc.

El modo de vida moderno no podría existir sin minería.

Estados Unidos, Australia y Canadá figuran entre los 5 mayores productores y exportadores mundiales de cobre, plata, uranio, níquel, oro y hierro.

El método de explotación mineral que predomina en ellos es la explotación a cielo abierto, el más cuestionado en la actualidad.

Finlandia y Suecia están entre los 10 primeros países en inversión en minería.

Las disyuntivas extremistas tienden a paralizar el desarrollo económico y social, y a enfrentar a distintos sectores de la sociedad que generalmente están en desigualdad en cuanto a la información que poseen, y necesitan para formar una opinión instruida y mejor fundamentada.

En realidad, el verdadero debate que nos debemos es superador de la disyuntiva “minería sí, o minería no”; Lo que cabe preguntarnos y debatir son los quién y los cómo. Es decir, ¿qué empresas hacen el mejor trabajo y por qué?

Éstas son aquellas empresas que desarrollan la minería con respeto por el medio ambiente, con una visión y una gestión del negocio sustentables, bajo el estricto cumplimiento de la normativa específica que regula la actividad, promocionando el desarrollo económico y social duradero de las comunidades.

Argentina tiene los recursos técnicos y la mano de obra calificada para llevar adelante proyectos mineros de gran envergadura.

Argentina puede posicionarse en la próxima década entre los 10 primeros productores de oro y plata del mundo, y entre los 12 primeros en cobre.

Argentina posee el 3er reservorio mundial de litio (salar del Hombre Muerto), y ya es el 4to productor luego de Australia, China y Chile.

Sobre la base de la seguridad jurídica y la estabilidad fiscal es posible utilizar la minería para el desarrollo nacional, reduciendo la brecha entre provincias pobres y ricas, generando más igualdad, y más federalismo, y allanando el camino hacia la inclusión social sustentable.