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ANÁLISIS
Escribe Raúl Parisi: El Gas y la Matriz Energética de la Argentina
24/06/2015

El gas y la matriz energética de la Argentina

Cronista

por RAÚL O. PARISI*

Desde el descubrimiento del megayacimiento de gas natural Loma la Lata en 1978 con 14 trillones de pies cúbicos de reserva, el gas pasó a ser más abundante que el petróleo y lo fue reemplazando en la matriz energética.

El proceso de sustitución demandó al país más de dos décadas y un enorme esfuerzo de inversión para reemplazar fuel oil y gas oil en generación de electricidad y la industria, e incluyó al transporte, sustituyendo naftas y gas oil (incipiente), con políticas de precios adecuadas para orientar el consumo en esa dirección.
El esfuerzo demandó construir una extensa red de gasoductos troncales, de aproximación y redes de distribución para hacer llegar el gas a todos los rincones del país; y modificar los sistemas de quemado en generación y la industria.

El resultado final es la actual matriz con predominancia de gas, que con el 52% se convirtió en la principal fuente de energía de Argentina y desplazó al petróleo al segundo lugar, con el 33% (la hidro con el 4,1%; la nuclear 2,7%, y fuentes renovables y otras, la completan).

Por tanto este no es un hecho no fortuito ni producto de la casualidad, sino el resultado de un enorme esfuerzo de inversión racional.

Con frecuencia se teoriza sobre nuestra matriz energética sobre bases falsas, aún en reuniones de especialistas, que objetan su alta dependencia del gas.

El gas es un combustible limpio, que ha tomado enorme vigencia y cumple un rol central en el mundo desde la necesidad de controlar el calentamiento global y la emisión de gases con efecto invernadero (GEI); que lo determina.

El análisis comparativo muestra que nuestra matriz energética tiene mucho gas y cero carbón; y está hoy doblemente mejor prospectada que la de EE.UU. y el mundo, que queman carbón (23% y 29,6%) en vez de gas; más barato pero de mayor emisión de GEI e impacto negativo en el aumento de temperatura del planeta.
Y mejor adaptada al nuevo paradigma de una economía de bajo carbono y baja intensidad energética (bajo incremento en el consumo de energía, por cada punto que crece el PBI), por su alta participación de gas y no usa carbón.

Con dependencia de los combustibles fósiles no mayor, ni muy diferente.

La abundancia relativa de los recursos de cada país, juega un rol clave a la hora de estructurar la matriz y explicarla.

Por fortuna, la matriz energética de la Argentina está en la dirección justa, y sigue la tendencia en la que va el mundo; con la enorme ventaja de que no usa carbón el más contaminante de los combustibles fósiles. Ventaja que se estuvo a punto de anular, con la construcción de la Central Río Turbio.

El problema de la Argentina es que por falta de inversión, consumió sus reservas de gas y petróleo.
Y pese a tener su matriz alineada con el nuevo modelo económico y energético del mundo, no puede aprovecharlo por falta de gas.

Y porque continúa con su política de subsidios crecientes y precios bajos de la energía, que promueven el consumo y el uso ineficiente de energía.

Precisamente en sentido inverso al que va el mundo; porque aún no asumió que usar la energía en forma eficiente es tan importante como disponerla.

Y continúa su esfuerza por ignorar la elasticidad del consumo y la intensidad energética al precio; y lo discute como no probado, aunque sea una verdad evidente.

La Argentina gasta mucha mas energía de la necesaria; y la importa para derrocharla, con divisas que le faltan.
Y por fortuna, ha sido nuevamente favorecida por la providencia con el descubrimiento de abundantes recursos de shale gas; suficientes para más de 200 años de consumo.

Un hecho afortunado que nos sitúa en el mejor de los mundos, en el mejor momento.

Por su producción declinante desde hace 15 años, y 12 en forma sistémica, Argentina perdió su autosuficiencia, su seguridad energética y debe revertir su situación crítica de reservas en forma urgente, para devolver al Gas su rol central en la ecuación energética, y darle prioridad por sus características de combustible limpio.

Consultor de Energía y ex director nacional de Combustibles


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