IAPG ENCABEZADOPAN AMERICAN ENERGY (CABECERA
WEGTGN
SECCO ENCABEZADOALEPH ENERGY ENCABEZADO
PRELASTKNIGHT PIÉSOLD ENCABEZADO
SACDE ENCABEZADOINFA ENCABEZADO
RUCAPANELMETSO CABECERA
Induser ENCABEZADOSAXUM ENGINEERED SOLUTIONS ENCABEZADO
GSB CABECERA ROTATIVOFERMA ENCABEZADO
METROGAS monoxidoMilicic ENCABEZADO
PIPE GROUP ENCABEZADGRUPO LEIVA
cgc encabezadoGenneia ENCABEZADO
BANCO SC ENCABEZADOPWC ENCABEZADO ENER
WICHI TOLEDO ENCABEZADOJMB Ingenieria Ambiental - R
WIRING ENCABEZADOCRISTIAN COACH ENCABEZADOCINTER ENCABEZADO
EVENTO LITIO ENCABEZADOBANCO SJ ENCABEZADONATURGY (GAS NATURAL FENOSA) encabezado
OMBU CONFECATSERVICIOS VIALES ENCABEZADO ENER
OPINIÓN
Olivera: Scioli y Macri, pescadores cautelosos. Bonelli: ante el dólar, Cristina y Kicillof imitan a Menem
15/08/2015

Scioli y Macri, pescadores cautelosos en río revuelto

La Nación

Por Francisco Olivera

Daniel Scioli recibió esta semana al menos un reto telefónico de la Presidenta. Fue el lunes, en plena euforia por los 8,5 puntos de ventaja que acababa de sacarle a Mauricio Macri en las elecciones primarias. En esa conversación, Cristina Kirchner le atribuyó y le reprochó al gobernador bonaerense el escándalo que vincula a Aníbal Fernández con la causa de la efedrina. Ése fue el apercibimiento.

El castigo público llegó por la tarde, cuando recibió en Olivos y se sacó fotos con una sola de las fórmulas ganadoras: la del jefe de Gabinete y Martín Sabbatella. Si existió o no esta semana una segunda llamada de furia presidencial hacia el candidato por su viaje a Roma parece ya irrelevante: todo el kirchnerismo -desde el intendente camporista Francisco Durañona, que lamentó la ausencia del gobernador, hasta el propio Aníbal Fernández, que recorrió la zona inundada y le reclamó alfajores- utilizó el sarcasmo para referirse a ese fugaz descanso europeo.

Es cierto que, antes de subirse el martes a las 12.43 al Boeing 777 de Alitalia, vuelo 861, Scioli olvidó algunas conquistas recientes de La Cámpora. Por ejemplo, la ley 14.698, publicada el 19 de marzo pasado en el Boletín Oficial, que establece que "las jurisdicciones y entidades pertenecientes a la Administración Pública de la provincia de Buenos Aires, tanto centralizadas como descentralizadas, deberán contratar con Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas Cielos del Sur los pasajes".

Tal vez al gobernador le faltó la sensibilidad que sí tuvieron sus hermanos. Anoche, al cierre de esta edición, en los stands que la compañía nacionalizada tiene en Ezeiza se esperaba a José Scioli, presidente de la fundación DAR, think tank de campaña sciolista, y a Nicolás, vicepresidente del grupo Banco Provincia y también hermano del gobernador. A las 23.15, el vuelo AR 1302 los llevaría a Miami, desde donde tienen previsto regresar el próximo miércoles. Gentilezas del proyecto y su continuidad: aunque estos Scioli pagaron tarifa económica, se aceptó hacerles a ambos un upgrade a business.

Estas asperezas más o menos escondidas entre el candidato del Frente para la Victoria y Cristina Kirchner acaban de encender una luz de alerta entre los empresarios argentinos. Y no sólo en sentido negativo: en algunas corporaciones que vienen soñando desde tiempos inmemoriales con la independencia política y definitiva de Scioli se ilusionan con que el gobernador está acaso ante su última oportunidad emancipadora. Un jà vu recurrente de estos 12 años.

Es la parte del empresariado menos propensa al cambio de rumbo. Si finalmente ocurriera, ese despegue del candidato marcaría para todos ellos la exacta duración del kirchnerismo: no más de seis meses. Otra porción de este universo, la que cree que Carlos Zannini tendría de todos modos un rol relevante durante el próximo período presidencial, aprovecha la ocasión para reflotar el desvelo de un acuerdo entre Macri y Sergio Massa.

Lo percibió el propio líder del Pro anteayer, apenas entró en el hotel Alvear para participar del almuerzo con el Centro Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), que conduce Eduardo Eurnekian, y escuchó la primera pregunta de un ejecutivo en el baño: ¿hay posibilidades de acuerdo? Las urgencias del establishmenttampoco tienen horario. Macri respondió de manera ambivalente, con lo mismo que insinuaría después en el atril: se habla con todos. Minutos más tarde, al ver que una inquietud idéntica le llegaba en público y desde las mesas, decidió explayarse: "Las PASO son el primer tiempo de un partido que se está jugando. No conviene cambiar el equipo ahora".

Es un diálogo de sordos que reverdeció con los resultados del domingo y que sin dudas continuará hasta octubre. Hace varias semanas, bastante antes de las elecciones primarias, una reunión entre Macri y un pequeño grupo de empresarios a los que Pro pretendía convencer para aportar fondos de campaña terminó muy tensa por la misma discusión. Mientras los potenciales contribuyentes reclamaban un acuerdo con Massa, el candidato insistía en la pureza de la fórmula de Cambiemos. Ninguno cedía y, luego de explayarse en ásperos cuestionamientos hacia los empresarios argentinos en general, a Macri se les escapó un exabrupto: "Son chupaculos del Gobierno".

El insulto aplacó toda generosidad posible. "Bueno, no discutamos. En el fondo somos y pensamos lo mismo", quiso terciar un banquero, pero se topó con otra interrupción de Macri: "No, no somos lo mismo". Esa colecta fue un fracaso.

Desde el lunes, la misma obsesión parece haber incorporado nombres y apellidos nuevos: ¿qué ocurriría si, como consecuencia de un entendimiento entre Macri y Massa, Felipe Solá se convirtiera en el único candidato a gobernador para competir con Aníbal Fernández?, se preguntan en algunas corporaciones. Tal vez, Macri haya intuido o escuchado la misma recomendación el martes en el DOT Baires Shopping, durante la avant- première de El Clan, la película sobre los Puccio. Allí, delante de hombres de negocios y el mundo de la política como Adrián Werthein, Hugo Sigman, Federico Braun, Miguel Acevedo, Alberto Álvarez Saavedra, Federico Nicholson, José Ignacio de Mendiguren y Mariano Recalde, insistió en la última letanía de Cambiemos sobre María Eugenia Vidal: "Es el mejor cuadro político que tenemos".

La incertidumbre no es en realidad exclusiva de quienes sueñan con el fin del kirchnerismo. El lunes pasado, horas después de las primarias, la agrupación empresarial Ministro Gelbard, un conglomerado de pymes agradecidas del modelo y de Guillermo Moreno que venían respaldando explícitamente a Julián Domínguez, hizo catarsis y evaluó posibles escenarios de aquí hasta las elecciones. En una mesa moderada por Marcelo Fernández, líder de la Confederación General Empresaria (Ggera), se resolvió esperar las indicaciones de Domínguez para una cuestión escabrosa: ¿deberán apoyar o no ahora a Aníbal Fernández? La respuesta resultará sugestiva, pero es probable que sea elaborada recién el próximo jueves en el Paseo de la Plaza, durante la celebración del "día del empresario nacional", encuentro para el que ya comprometió asistencia Scioli.

Lo que el gobernador determine al respecto contribuirá a despejar esa ambigüedad que viene signando su convivencia con el kirchnerismo, tan irritante para el mundo de los negocios como provechosa para obtener votos. En eso, Macri y Scioli parecen coincidir: al círculo rojo no se lo escucha, simplemente se lo necesita.

Ante el dólar, Cristina y Kicillof imitan a Menem

Clarín

Por Marcelo Bonelli

Cristina Kirchner hace lo mismo que hizo Carlos Menem, y Axel Kicillof imita lo peor de Roque Fernández. La Presidenta y su ministro cometen el mismo y grave error que ocurrió al final de la década del 90: la inacción frente a la decisión de nuestros socios comerciales de devaluar sus monedas, dañando la competitividad de la producción argentina.

Esta similitud entre Cristina y Menem genera las peores expectativas: devaluación futura y freno productivo.

Esta semana China provocó un temblor, pero ya Brasil, México y Europa hicieron fuertes devaluaciones. Cristina – como Menen en 1999 cuando devaluó Brasil – hace la plancha y toma el camino inverso: mantiene pisado el tipo de cambio en la Argentina y compromete la actividad económica.

El actual atraso cambiario es del 30% y los reajustes de China, de Europa y de Brasil acentuaron el problema. Cristina, como ocurrió con Menem, decidió no tomar las medidas adecuadas para neutralizar las devaluaciones de nuestros socios comerciales. Esto va a reducir aún más el ingreso de dólares genuinos que genera la exportación.

Lo hace con un objetivo: quiere transferirle el costo político y social de la devaluación al próximo gobierno, aunque resulte ser el de Daniel Scioli. En otras palabras: está dispuesta, como lo hizo Menem, a dilapidar reservas, acentuar el estancamiento y comprometer el futuro con tal de salvar su pellejo político.

Pero su propia política genera expectativas de devaluación y eso ya se siente en los mercados. Alejandro Vanoli debió desmentir un ajuste cambiario, pero estuvo obligado a adoptar medidas drásticas para contener la salida de divisas. El Banco Central tomó esta semana una decisión de alto costo: frenar a lo mínimo las autorizaciones para pagar importaciones. Se redujeron a un 10% y también se le aplicó el torniquete al dólar ahorro.

Aun así Vanoli no para de perder reservas y las de libre disponibilidad se reducen a una exigua cifra: unos 13.000 millones de dólares.

En octubre, la Argentina debe abonar vencimientos por 6.000 millones de dólares y la impericia de Kicillof hace que cada jornada se complique más el conflicto con los fondos buitre.

La pésima política cambiaria alerta a los empresarios. El tema se trató en la Asociación de Bancos y fue el comentario central durante el último encuentro de cúpula de la Unión Industrial. En la UIA hay un dato que alarma y lo aportó la Copal: existe una caída en la venta de alimentos en los supermercados. Pero como hicieron durante todo el kirchnerismo, nadie quiere hablar en público y todos esperan la apertura del nuevo proceso político. Aún temen persecuciones.

Esta semana en una cumbre secreta de economistas –había ortodoxos y heterodoxos– la visión se volvió a ensombrecer. Existe pesimismo frente a los desmanejos de Kicillof y la mayoría piensa que el veranito de consumo ya terminó.

Fue en ese almuerzo privado donde trascendió un dato político clave: Miguel Bein y Mario Blejer fueron los únicos economistas que participaron del Vip íntimo que hubo el domingo electoral en el bunker de Daniel Scioli. Hasta ahí ni llegó Axel Kicillof, quien –igual que Mariano Recalde antes– tuvo como candidato una pésima elección.

Quienes participaron de ese exclusivo círculo percibieron dos cuestiones centrales. Primero, que fue un día bisagra en la relación entre Scioli y Cristina. Hubo señales claras hacia Olivos de que Scioli va a tomar distancias de Cristina en el último tramo de la campaña electoral. También hubo otro mensaje: que se termina el “cristinismo”, si llega a ganar Scioli. 

Hubo movimientos entre los economistas de Cambiemos. Mauricio Macri no designó un referente y eso abrió internas en las propias reuniones de eventuales ministros. Comparten ese ámbito históricos, como Carlos Melconián, junto a figuras ascendentes como Alfonso Prat Gay. También hay empresarios como Gustavo Lopetegui.

La Unión Industrial designó esta semana a Adrián Kaufman Brea para liderar el movimiento fabril. Tal cual anticipó Clarín, Kaufman Brea pasó todos los filtros y por unanimidad comandará la central empresaria políticamente más importante de la Argentina. Se produjo la proclamación de su candidatura por parte del agrupamiento “Industriales” y su encumbramiento fue convalidado por el otro grupo interno, el “Celeste y Blanca”. La UIA se reunirá formalmente en diez días. Kaufman Brea es un ejecutivo del grupo Arcor y su designación implica un cambio político en la UIA: la entidad será conducida por un representante de un poderoso grupo empresario nacional y una de las pocas multinacionales argentinas.

Juan Carlos Sacco, un hábil e influyente empresario nacional, lo acompañará en la secretaría de la UIA. La fórmula tiene el consenso absoluto de los movimientos fabriles.

Kaufman Brea es crítico de la forma como maneja la economía el “cristinismo” y del avance de las Casa Rosada sobre las instituciones argentinas. Ahora se prepara para una tarea difícil: su gestión se iniciará en el tramo final de la campaña electoral y el comienzo del nuevo gobierno. Para esa tarea cíclope tendrá el apoyo como vicepresidentes de: Daniel Funes de Rioja, Miguel Acevedo, Cristiano Rattazzi, Rubén Abete, Eduardo Nougues y Guillermo Padilla. También integrarán la nueva cúpula fabril: Luis Betnaza, Luis Ureta Sáenz Peña y Guillermo Moretti.

Kauffman Brea cumplió años ayer. Lo festejó con un íntimo grupo de influyentes hombres de negocios. En ese círculo de amigos manifestó su obsesión y exclusiva dedicación a una meta: unificar y ampliar los consensos para liderar con firmeza el movimiento empresario a partir del 22 de septiembre. 


Vuelva a HOME


;