Los buenos resultados que está teniendo el intercambio de energía con Argentina, a través de la línea Andes-Salta de AES Gener, abrieron el apetito del Gobierno.
Por ello, el Ministerio de Energía está tramitando un decreto que apunta a fortalecer e incrementar el intercambio de energía con el vecino país, el que está en manos de la Contraloría General de la república.
Chile exporta desde febrero de este año energía al país transandino, pero en cantidades menores. El Centro de Despacho Económico de Cargas del Norte Grande (CDEC-SING) estima que hasta mediados de julio solo se habían exportado unos 100 GWh, equivalente a 30% del consumo de energía de la ciudad de Arica del año 2015 o la totalidad del consumo del metro de Santiago durante los meses tres primeros meses de este año.
Desde el Gobierno explican que dichos montos se fundamentan en el carácter “probatorio” de los intercambios, por ser la primera vez que se realizan este tipo de traspasos; sin embargo, dicha fase ya está terminada y están listos para dar el siguiente paso, según información de Pulso.
Por ello, el Ministerio de Energía envió a la Contraloría General de la República un decreto que busca modificar tres elementos: las unidades habilitadas para exportar energía, los plazos de tramitación de los permisos y el tamaño de la exportación.
En concreto, en primer punto busca incluir dentro de las unidades habilitadas para exportar energía a aquellas centrales que están operando a mínimo técnico o está en etapa de prueba. Este punto abriría por completo el espectro de unidades disponibles para despachar a Argentina y haría más competitivos la venta de energía chilena en el país transandino, ya que actualmente solo las unidades habilitadas son aquellas que se encuentran fuera del despacho económico del SING.
Un segundo punto hace referencia a una reducción del plazo mínimo -para fijado en 45 días corridos- para informar la posibilidad de exportación, considerado como el tiempo en que una empresa generadora haya suscrito con la Solicitante un acuerdo comercial para que esta última comercialice su producción de energía en el extranjero.
“Estamos planeando una flexibilización de los plazos para informar la posibilidad de exportación. En el sentido, estamos bajando bastante los plazos, de 45 a 7 días, creemos que el aprendizaje que hemos tenido en esta época nos permite ser más flexible en los plazos; obviamente bajo el principio de mantener la seguridad operacional, la eficiencia económica de nuestro sistema del norte grande, en ese sentido se le entrega al CDEC la facultad de aprobar en términos de los días que se está pidiendo la exportación”, explicó el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Andrés Romero.
El tercer elemento es elevar el tamaño de la exportación -actualmente fijada en 150 MW-, previa aprobación por parte del coordinador. “Partimos cautos y dijimos que en la medida que vayamos aprendiendo iríamos mejorando, y el tercer elemento de cambio hace relación con el tamaño de exportación”, dijo Romero.
Nuevas líneas. Adicionalmente, y con el objetivo de elevar los intercambios en el mediano plazo, el Gobierno iniciará dentro de las próximas semanas un estudio para analizar los beneficios de cinco nuevas interconexiones.
El análisis también incluirá un eventual aumento en la interconexión actual entre Andes y Salta.
Estas son: una interconexión en el paso Aguas Negras, una extensión de la línea de Pascua Lama propiedad de Barrick, una interconexión en el sistema mediano de Magallanes y otras dos en el centro sur del país.
“Se está pidiendo evaluar distintas alternativas, distintos tamaños de conexión, y especialmente distintos tiempos de entrada de las distintas alternativas. Es un estudio donde se evalúan los parques de generación de ambos países y evidentemente hemos pedido escenarios donde hay una mayor penetración de renovables en Chile y Argentina, y desarrollo en base a gas en Argentina. Además, hemos pedido un análisis de complementariedades”, dijo Romero.
DIARIOS
Las complicaciones para sostener el funcionamiento del servicio energético en la Argentina están llevando al gobierno que encabeza Mauricio Macri a concretarmaniobras impensadas.
Una muestra de ello tendrá lugar este mismo jueves cuando el ministro Juan José Aranguren se reúna en Santiago con su par chileno, Máximo Pacheco, para acordar la importación de electricidad trasandina.
Este jueves será la cita cumbre entre los ministros de energía de Chile y Argentina. Y será también la oportunidad en que se analizará la intención de Barrick de poner a disposición una nueva interconexión eléctrica entre Chile y Argentina.
El proyecto surge a partir de una línea que construyó la minera para abastecer al proyecto binacional Pascua Lama en la Región de Atacama , que hoy está postergado y sin un futuro claro.
Barrick correría con ventajas, dado que ya logró posicionar el proyecto como una alternativa posible en ambos gobiernos. Por eso mañana, en el marco del Primer Encuentro Chileno Argentino sobre Integración Energética, que organiza la Cámara Chileno Argentina de Comercio, los ministros de Energía de ambos países —Máximo Pacheco por Chile y Juan José Aranguren por Argentina— tienen previsto reunirse y conversar distintos temas, entre los que se encuentra la propuesta de Barrick.
Trascendió que Aranguren estará de visita en Chile solo unas horas durante ese día pues expondrá en el encuentro muy temprano por la mañana, por lo que se están realizando gestiones para que la reunión con su par chileno se realice en algún salón del hotel Ritz.
El pacto servirá para darle mayor legitimidad y amplitud a una acción que Cambiemos llevó a cabo en febrero y junio de este año cuando, tras siete años sin intercambios de este tipo, Argentina le compró a Chile 110 megavatios de las instalaciones solares que dicho país posee en Atacama.
Pero a esta decisión hay que sumarle una particularidad que en las próximas horas podría volverse un hecho concreto: la participación de la minera Barrick, que alquilaría el tendido que hoy tiene inactivo en su proyecto cordillerano Pascua Lama para posibilitar la interconexión entre los sistemas eléctricos de ambas naciones.
Las negociaciones con la también dueña de Veladero fueron reconocidas a iProfesional por asesores del mismo Aranguren, quienes además en las últimas horas indicaron que la energía que ingresará a la Argentina, vía Barrick, "garantizará el abastecimiento de varias áreas cordilleranas".
El macrismo, indicaron las fuentes consultadas, sólo comprará los excedentes del vecino país, por lo que no modificará la prioridad que hoy se le da a la energía proveniente tanto de Brasil como de Uruguay.
La intervención de Barrick para la concreción del encuentro entre Aranguren y Pacheco ha sido cuanto menos clave. De hecho, René Muga, director de la filial de la minera del otro lado de la cordillera, acercó la idea de brindar interconexión a través del tendido de Pascua Lama ya en abril de este año.
Según figura en el registro público de reuniones de la Comisión Nacional de Energía (CNE) de Chile, el ejecutivo mantuvo un encuentro con funcionarios de la cartera en el que expuso la capacidad ociosa de su instalación en altura. Y cómo un tratado con Argentina podía acercar rentabilidades extra tanto para el gobierno que lidera Bachelet como para la minera en cuestión.
El 24 de junio pasado, Muga redobló la apuesta obteniendo un nuevo encuentro con la CNE para, en concreto, aportar los últimos detalles técnicos inherentes a cómo se llevaría a cabo el vínculo entre ambos sistemas eléctricos.
"Las minas de Barrick están justo en el límite entre ambos países. Y más en el caso de Pascua Lama. Es una opción que debe pensarse como razonable ya que la Argentina ya no cuenta con más posibilidades de generación para sostener su red", comentó a iProfesional Emilio Apud, experto en Energía de Cambiemos y actual integrante del directorio de YPF.
"Algo hay que inventar, hoy tenemos una potencia efectiva de 25.000 megavatios que por momentos no alcanzan. Brasil y Uruguay aportan 1.000 en cada caso. Son opciones caras pero más costosos son los cortes. Lo que sume Chile, que andará en el orden de los 100 a 150 megavatios, al menos sostendrá el abastecimiento cerca de los Andes", agregó.
Apud sostuvo que, si bien restan definir los detalles económicos del acuerdo, la posibilidad que acerca el tendido hecho por Barrick permitirá ganar tiempo. Al mismo tiempo, reconoció que, como nunca desde 1989, la Argentina se había visto obligada a importar tanto electricidad como gas desde Chile, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay.
El pasado 8 de junio, en simultáneo, el sistema de energía en su totalidad recibió flujos de los destinos mencionados.
Al momento de iniciar el desarrollo del proyecto binacional Pascua Lama, a mediados de 2009, la compañía Minera Nevada -controlada por Barrick- tendió líneas desde la subestación Punta Colorada, en la comuna chilena de La Higuera, hasta los primeros campamentos de obras en el límite con la Argentina.
El objetivo: asegurarse el aprovisionamiento en tanto, por diferentes beneficios fiscales, en ese momento a la minera le convenía más operar con energía chilena antes que con electricidad proveniente de este lado de la cordillera, sensiblemente más cara.
La posterior suspensión del proyecto minero en el lado chileno, ya en abril de 2013, derivó en la inactividad de una estructura capaz de operar con hasta 150 megavatios. Desde entonces, Barrick no ha hecho más que evaluar distintas alternativas para acotar su nivel de pérdidas en la zona. La crisis energética argentina aparece ahora como una oportunidad imperdible.
Según pudo averiguar iProfesional, las alternativas que Barrick presentó a la CNE chilena se ajustan a dos opciones: por un lado, construir una línea extra que transporte la electricidad desde Pascua Lama hasta la mina Veladero, ya en la provincia de San Juan.
El yacimiento de oro, siempre bajo control de la compañía de origen canadiense, está ubicado a sólo ocho kilómetros del límite argentino con Chile.
Por otro, la firma también evalúa la opción de interconectar directamente su red en el país vecino con el sistema eléctrico local a través de un tendido de 175 kilómetros.
Esta última posibilidad, dado el cableado que se utilizaría, permitiría que la nación trasandina exportar hacia la Argentina hasta 200 megavatios de energía. El inconveniente radica en querecién entraría en funcionamiento a partir de 2017.
Consultados por este medio, en la representación local de Barrick alegaron desconocer las propuestas que la compañía viene motorizando en Santiago. Sin embargo, del otro lado de la cordillera de los Andes existe la certeza que lo que hoy ahoga a Aranguren bien puedeoxigenar a un gigante en problemas.
La información que manejan en Energía describe dos alternativas de interconexión. La primera, consistiría en unir el SIC con el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) a través de dos etapas: primero construyendo una línea que vaya de la frontera a su mina Veladero, distante a 8 kilómetros de la frontera con Chile. Barrick tiene interés por importar energía eléctrica desde Chile para suministrar el proyecto minero Veladero ubicado en el lado argentino, dado que el precio de la electricidad en Argentina es muy alto, según informó U24.
Como el consumo energético de ese yacimiento es de 15 MW y la línea construida desde Chile tiene capacidad de 150 MW, este margen permitiría que en una segunda etapa inversionistas interesados en exportar energía a Argentina pudieran hacerse cargo de construir una línea para unirse al SADI.
La segunda opción consiste en materializar una línea directamente desde la frontera hasta la subestación más cercana del SADI, distante a unos 175 kilómetros. Tendría que tratarse de una línea con capacidad máxima de 125 MW, pero existen algunas alternativas de ampliación, considerando por ejemplo un reactor que controle las sobretensiones.
En caso de concretarse esa expansión en el lado argentino se podrían exportar unos 200 MW desde una zona que actualmente es excedentaria en generación, debido a las limitaciones que hoy tiene la transmisión hacia el centro del SIC.
“La viabilidad de este proyecto se sustenta, en principio, en que AES Gener es propietaria del complejo Guacolda, con una capacidad instalada de 693 MW a carbón. Estas unidades se encuentran limitadas en su generación por restricciones en el sistema de transmisión”, describe un conocedor del proyecto.
