Objeto social: "Distribución de gas natural".
Si se lo quiere referenciar con su peor momento, abismo pleno y ascenso nulo, todo lo que pueda verse de ella -como nuevamente una "empresa en marcha"- acaso resulte "digerible" (aunque no sea alimento digestivo).
Salida del anterior control, ahora bajo el mando -y vigilancia- de YPF, lo que pudiera suceder es que se precise tiempo y paciencia, como para verla con ratios apetecibles.
Por el momento, y mediante la necesaria "ingeniería financiera", produjo "canje de deuda", que resultó una enorme bocanada de oxígeno porque el saldo neto del mismo originó un total contable de -nada menos- $ 757 millones.
Cifra que enderezó el curso de su cuadro de 2013 y hasta dejarla con un final positivo de $ 256 millones (en 2012, eran $ 178 millones en contra). Sin embargo, la sonrisa dura poco (al que la venga observando) porque en lo que hace al renglón de "acumulados", aunque la utilidad disminuyó negativos de arrastre, éstos quedaron con $ 848 millones de signo adverso. (La sociedad proponía asimilarlos con alguna cuenta, sería la del "ajuste al capital", la única) para entrar a 2014: con beneficios obtenidos.
Pero allí estaba, al acecho, otra desagradable novedad (ver en "el rastro").
Como todas las del sector, precisa cuadro tarifario que potencie sus beneficios y haga de diluyente, de serios números del pasivo. Es la carta.
EL RASTRO: La "huella", que menciona en hechos posteriores al cierre, es que la devaluación de enero posee "un efecto con cargo (neto) a resultados de ejercicio 2014, de $ 217 millones". Remando.