Noé Cruz Serrano

Petróleos Mexicanos (Pemex) ajustó a la baja los beneficios de la reforma energética en materia de producción de petróleo crudo, tanto a corto como a mediano y largo plazos.

Aun con la participación del capital privado y las asociaciones que Pemex está buscando concretar con empresas petroleras, México sólo aspira a producir 3 millones de barriles de petróleo crudo hacia 2025, una reducción de 500 mil barriles de lo que el gobierno federal había propuesto alcanzar con la apertura del sector energético.

Gustavo Hernández García, director de Pemex Exploración y Producción (PEP), dará a conocer este lunes en Tokio, Japón, los nuevos parámetros en materia de producción de crudo, los cuales responden a la persistente caída de la producción registrada en los últimos meses.

A corto plazo y considerando las asignaciones entregadas a PEP como parte de la Ronda Cero, nuestro país sólo podría aspirar a producir entre 2.3 y 2.4 millones de barriles.

Durante la promoción de la reforma energética, el gobierno federal y las autoridades energéticas del país partían de la base de un nivel de extracción de 2.5 millones de barriles diarios, pues al inicio de 2014 (concretamente en enero y febrero), según los reportes operativos semanales de PEP, la producción promedio era entre 2 millones 506 mil y 2 millones 501 mil barriles diarios.

Sin embargo, desde marzo Pemex ha estado produciendo por debajo de los 2.5 millones de barriles diarios.

En el segundo Road Show Pemex Investor Day que la empresa productiva del Estado está llevando a cabo en las principales ciudades del mundo, el funcionario abordó el tema “Nueva era en México, oportunidades significativas de crecimiento”, en donde reveló que a mediano plazo se espera alcanzar un nivel de extracción de entre 2.4 y 2.6 millones de barriles.

Durante este periodo ya se consideran los resultados de la Ronda Uno y la fase de adjudicaciones a empresas petroleras nacionales y extranjeras, vía licitaciones, que decidieron invertir en el proceso de apertura del sector para el desarrollo de yacimientos de crudo extra pesado, recursos no convencionales y Chicontepec.

Entre los objetivos propuestos de la reforma para ese periodo se pensaba que México podría estar produciendo 3 millones de barriles de petróleo crudo hacia 2018.

La información que será difundida en la capital de Japón revela que a largo plazo México estará en condiciones de producir 3 millones de barriles de petróleo crudo, a diferencia de los 3.5 millones prometidos por el gobierno.

Para entonces ya habrán sido adjudicados más contratos de futuras rondas, así como contratos de extracción de crudo extra pesado, recursos no convencionales, Chicontepec y Aguas Profundas.

El cambio en los parámetros de producción de crudo a corto, mediano y largo plazos parece estar asociado a la caída en la producción por efecto de la declinación natural de los principales campos petroleros que actualmente desarrolla Pemex, el acelerado contacto del agua con el aceite y los errores de medición del crudo extraído, pues la empresa productiva del Estado llegó a contabilizar agua por petróleo crudo, de acuerdo con analistas del sector.

En sus más recientes informes públicos, Pemex ha dado a conocer que tan sólo entre el 1 de enero y el 2 de noviembre la caída del nivel de extracción de aceite es de 5.7%.

Si se comparan los resultados obtenidos en los primeros dos días de noviembre con el promedio alcanzado en 2004, cuando México reportó el máximo nivel de producción en su historia (3 millones 383 mil barriles por día), la caída es de 30.1%.

Esta situación ha colocado a México entre los primeros cuatro países del mundo con la peor reducción de sus niveles de extracción, según comentó Patricia Smith, analista de la US Energy Information Administration (EIA, por sus siglas en inglés), organismo encargado de las estadísticas oficiales del Departamento de Energía de Estados Unidos.

A ello se suma que en junio de este año se dio a conocer que un total de 157 mil barriles diarios de petróleo crudo, equivalente al 6.5% de la producción nacional, fueron contabilizados como petróleo cuando se trataba de agua, lo que obligaría a la empresa a revisar sus cifras de producción a la baja.

La contabilidad de agua como crudo fue resultado de que los sistemas de medición en pozos maduros no pueden diferenciar el aceite con alto contenido de agua, según reconoció el propio director de PEP.

Un mes antes, según la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la diferencia habría sido de 260 mil barriles diarios, nivel con el que se rompieron todos los registros entre producción y distribución.

Este problema se viene presentado con mayor incidencia en los dos principales campos de donde México obtiene la producción de petróleo crudo para satisfacer la demanda nacional y obtener excedentes para la exportación: Ku-Maloob-Zaap y Cantarell, que en conjunto aportan 48.8% de la producción nacional.

El problema es tal que el gobierno federal incluyó en el Reglamento de la Ley de Hidrocarburos, presentado apenas el pasado viernes 31 de octubre, en el Título Tercero de las Disposiciones Aplicables a la Industria de Hidrocarburos, Capítulo 1, el tema relacionado con la información obtenida de la medición de hidrocarburos.

El ordenamiento jurídico señala en el artículo 65 que las secretaría de Energía y Economía, así como la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía “deberán coordinarse a fin de contar con un sistema integral de información de la medición de los hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos, así como un balance general que contemple dicha medición desde la producción hasta la comercialización y expendio al público. En el caso de actividades de extracción, el sistema integral de información considerará los estándares internacionales de la industria en materia de medición de hidrocarburos”.

Agrega que estas dependencias “celebrarán convenios de coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y con el Fondo Mexicano del Petróleo para que estos últimos tengan acceso al sistema integral de información referido en el párrafo anterior, así como para que reciban la información referente a la medición de hidrocarburos, en los formatos y conforme a los términos que al efecto se establezcan en dichos convenios de coordinación”.