Por Adriano Calalesina.
La ciudad baila hoy al desentonado ritmo que marca el mercado petrolero: alto tránsito, colas interminables en los semáforos y ejércitos de gente comprando en forma descontrolada, a pesar de los altos precios y el clima incierto en la economía.
La ciudad vive hoy un proceso de trauma y oportunidades a la vez, por ser la población más desarrollada -pese a los altos contrastes sociales- y cercana a Vaca Muerta, esa promesa bajo tierra que desvela a muchos, con el sueño de beber algo de su riqueza.
La localidad aún no padece el descalabro de precios que existe en Añelo, Rincón de los Sauces o San Patricio del Chañar y por ese factor es elegida, por muchos petroleros en estos meses, como un lugar estratégico para vivir, de acuerdo con sondeos y estadísticas de empresas.
El dato oficial más relevante es que solo en YPF trabajan 849 personas, según informaron desde la empresa estatal a LM Neuquén. Todos viven en la ciudad con sus familias y salen todos los días a las bases y los pozos petroleros.
A esto también hay que sumar otros números que dan otro panorama desde el sector gremial. El Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén tiene 902 afiliados que viven en la ciudad y otros no contabilizados por el Sindicato de Personal Jerárquico del Petróleo de Neuquén.
Pero también está el personal ligado al petróleo que está “fuera de convenio”. Es decir, sin el padrinazgo de estos dos gremios pero que viven con sueldos similares a los más altos de la industria, en forma indirecta.
“Si bien tenemos más gente en Cutral Co o en Rincón de los Sauces, hay mucha gente que se está yendo a Centenario a vivir, hay nuevos loteos y claramente vemos que se está convirtiendo en una ciudad petrolera”, explicó Manuel Arévalo, del sindicato de Jerárquicos.
Las estimaciones hablan de que la ciudad ya tiene al menos 2.500 familias en torno al mercado petrolero, ya sea de forma directa y con sueldos altos, del orden de los 40 mil pesos mensuales, y otro tanto en las empresas de servicio del mismo sector, con sueldos desacostumbrados para el común de la población.
Estudio en marcha
El fenómeno de adaptación de la ciudad a el nuevo perfil petrolero está en etapa de estudio. Hay un equipo de arquitectos, sociólogos y referentes de la ciudad en el proyecto “Centenario 100x100”, a través del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y el Colegio de Arquitectos de Neuquén.
Uno de los lineamientos propuestos en las últimas reuniones es “conservar” el perfil productivo de la localidad, ligado al cultivo de peras y manzanas. Pero la industria petrolera empuja y en 2012 una nueva ordenanza amplió la zona urbana en 450 hectáreas más en la zona de chacras.
Tuvo un rápido crecimiento y necesitó nuevos loteos
Empleados públicos, sindicatos y todo tipo de organizaciones formaron cooperativas hace más de dos años para asentarse en un sector de la segunda meseta de esta localidad. Se instalaron en unos 4 mil lotes y se estima que al ritmo de los servicios, dentro de unos años habrá “otra ciudad”, con las complejidades que implica tener instituciones, servicios públicos, hospitales y escuelas.
Un gran porcentaje de las familias que compraron lotes en Centenario son de otras ciudades, atraídas por los precios más bajos en las tierras. En su momento, el Municipio vendió los terrenos fiscales en la meseta a 50 pesos el metro cuadrado, casi 15 mil pesos cada lote. Pero hoy con la escalada inmobiliaria, cada lote puede valer entre 50 y 80 mil pesos. Caros para ser sociales pero baratos para el mercado inmobiliario.
Hay otra cara del desarrollo, pensada para otro público con más ingresos. Hoy están en marcha unos 13 loteos en las zonas de ex chacras. Son barrios abiertos pero “aislados” del gran conglomerado, donde los compradores buscan seguridad y confort, con terrenos que van desde los 40 a los 60 mil dólares.
El contraste de precios y social es amplio y aún no hay señales para equilibrar socialmente esos sectores de la ciudad.
Por Marcelo Lorelli.
Prof. de Arquitectura de la UBA. Proyecto estratégico Centenario.
Centenario tiene una posición estratégica en la región: es la ciudad consolidada más cercana a Añelo con capacidad instalada, capaz de brindar una amplia respuesta en términos de servicios con valor agregado de forma inmediata. También cuenta con recursos de suelo para la residencia, la industria y la producción frutihortícola.
El impacto del petróleo es un hecho: algunas estimaciones de estudios proyectivos compartidos por el Copade dan cuenta que para los próximos cinco años se puede sumar más de un 70% de población al territorio del ejido.
La política de suelo para la vivienda y la industria desarrollada por el Municipio en los últimos años tiene la oportunidad de dar respuesta a esta demanda, siempre y cuando se resuelva el completamiento de las infraestructuras, los equipamientos para la educación y la salud, los espacios públicos, entre otras variantes que permitirán a la ciudad dar mejores respuestas.
El actual es un fenómeno con grandes oportunidades pero también con amenazas importantes, que da origen a la solicitud por parte del Municipio de Centenario de un trabajo conceptual para un paradigma de desarrollo sostenible.
