La sequía épica de Brasil, que ha causado apagones, marchitado cultivos y dejado a millones con escasez de agua potable, está amenazando ahora la institución más querida del país: el desenfrenado festival anual del carnaval.
Quince ciudades y pueblos en el estado del sureste Minas Gerais ya han cancelado partes o todas las celebraciones del martes de Carnaval del 17 de febrero, y la mayoría le echa la culpa a la carencia de agua, apuntaron las autoridades del estado.
La exquisita ciudad barroca de Ouro Preto, un Patrimonio de la Humanidad, corta el agua rotativamente entre sus vecindarios, en parte para asegurar que habrá suficiente de ella para los habitantes y los 70.000 turistas que se esperan para el Mardi Gras brasileño.
En Oliveira, una población de 42.000 habitantes que normalmente recibe alrededor de 20.000 turistas para su celebración de siete días del carnaval, las autoridades decidieron eliminar las festividades de este año, mencionando las erráticas provisiones de agua como motivo.
“Nunca en la historia de nuestra ciudad había sucedido algo así”, anotó Antônio Penido, jefe de personal y presidente de la Comisión del Carnaval de Oliveira. “Con corazones rotos, tomamos la decisión”.
La actual sequía, que se ha estado desarrollando durante más de una año y es la peor en al menos ocho décadas, ha azotado al sureste de Brasil, la región más rica y densamente poblada del país.
Las condiciones han empeorado drásticamente en semanas recientes, conforme el Hemisferio Sur entre a la parte alta de su temporada de verano. Varias populares comunidades playeras sufrieron escasez de agua durante la temporada navideña, causando temores de que se repita, o que ocurra un nivel peor, en destinos populares del carnaval.
En São Paulo, la mayor metrópolis de Brasil, donde los niveles de los depósitos de agua han caído, el concejal de la ciudad Gilberto Natalini ha instado al gobernador del estado y al alcalde a cancelar el carnaval y todos los eventos públicos de gran consumo de agua en el futuro previsible. “Sería como bailar samba en un funeral”, expresó Natalini.
En Rio de Janeiro, que es anfitrión de la versión más famosa y desmesurada del carnaval, el show seguirá en pie, aunque con algunas modificaciones. Conscientes de que los grifos han sido cortados para millones de los habitantes de la ciudad, al menos dos de las grandes escuelas profesionales de samba que montan el evento están replegando sus elementos acuáticos en sus enormes carrozas de desfile.
La escuela de samba União de Ilha do Governador, cuyo tema de desfile es “Belleza Pura”, ahora empleará efectos de luz y humo, en lugar de agua, para representar una fuente de juventud de 7 metros, señaló Márcio André, el director general de carnaval de la escuela. Otra de las atracciones el desfile de la escuela, el baño de Cleopatra, también será remodelada. Aunque la Reina del Nilo no tendrá que darse un baño con esponja, sus simuladas abluciones con leche de chivo se actuarán con mucho menos agua de lo que se había planeado originalmente.
“Es para dar un ejemplo”, acotó André.
El ahorro también ha invadido a la escuela rival de samba Unidos do Viradouro, cuyo “carro alegórico”, o carroza, hace honor al patrimonio africano de Brasil. Las dos fuentes de la carroza dispararán 2.600 galones de manera intermitente, en lugar de los 10.500 galones planeados que habrían salido de manera continua.
La vocera Monica Marinho anotó que la decisión fue tomada después de que Rio de Janeiro recientemente se vio obligado a extraer agua de la parte residual de sus depósitos de agua, que requieren bombas especiales para ser extraídos.
“Es una forma de demostrar que estamos conscientes del problema, y también para motivar a la gente a ahorrar agua”, anotó Marinho. “Hay ciudades sin agua y no tiene sentido que gastemos agua durante el carnaval”.
Las autoridades de turismo de Rio se están preparando para recibir 977.000 turistas para el carnaval, que se anticipa gastarán US$782 millones en hoteles, restaurantes, transporte, suvenires y paquetes de asientos de lujo para el desfile.
Serán recibidos por la vista de aguas que se alejan en la laguna Rodrigo de Freitas, que yace debajo de la estatua de Cristo Redentor en la montaña Corcovado.
De cualquier forma, la sequía no debilitará las festividades de este año, insiste Brigida Pires, una vocera de una asociación que representa 12 de los grandes grupos carnavalescos de Rio, conocidos como blocos.
“Los cariocas aman el carnaval, y su suspensión es impensable”, apuntó Pires, refiriéndose a los habitantes de Rio de Janeiro.
En efecto, el carnaval ha sobrevivido guerras, revoluciones, dictaduras militares, depresiones económicas y desastres naturales.
Sin embargo, incluso una reducción limitada del carnaval podría avergonzar a los políticos de Brasil, que han sido vituperados por minimizar la crisis y el riesgo de racionar.
Sin embargo, bajo la creciente presión pública y el escrutinio de los medios de comunicación, las autoridades últimamente están reconociendo la severidad de la sequía e intensificando su respuesta. El martes, la autoridad de agua del estado de São Paulo, Sabesp, comenzó a informar a sus clientes en su sitio web qué días y a qué horas la presión del agua sería reducida.
El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 destacó hoy en una rueda de prensa los esfuerzos que está realizando para promover una economía en el uso del agua durante el certamen, ante su apuesta por un evento sustentable y la actual crisis hídrica que afecta a Brasil.
Una de las prioridades de los organizadores de Río 2016 ante la actual sequía que sufre Brasil, la más grave en varias décadas y que ya ha provocado cortes de agua en algunas poblaciones, es minimizar el impacto que la celebración de los Juegos Olímpicos puede tener en los recursos hídricos de Río de Janeiro.
Según el responsable de prensa del Comité Río 2016, Mario Andrade, se están buscando diversas formas de "economizar" los recursos, pese a que este objetivo pueda suponer una mayor inversión en infraestructuras, como baños y duchas que ayuden a racionalizar el consumo.
Andrade puso como ejemplo de esta política de sostenibilidad el campo de golf que se está construyendo en la ciudad, que acogerá las primeras pruebas olímpicas de esta categoría y que contará con sus propios recursos hídricos para, en ningún caso, utilizar agua apta "para el consumo humano".
Con este objetivo, señaló Andrade, "el agua para su mantenimiento será la que se acumule en pequeños pozos que se han construido".
La sequía que desde el año pasado azota a la región sudeste de Brasil se agrava cada día más debido a la falta de lluvias, con situaciones especialmente delicadas en los embalses que abastecen las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, las mayores regiones metropolitanas del país.
Las dos principales represas utilizadas para abastecer de agua a Río de Janeiro están actualmente en niveles mínimos y los operadores están usando las reservas técnicas de las reservas para mantener el suministro, pero las autoridades no descartan un posible racionamiento.
Respecto a la actual situación de contaminación que sufre la Bahía de Guanabara, puerta de entrada del puerto de Río de Janeiro y donde se disputarán las competiciones de vela durante los Olímpicos, Andrade reafirmó el compromiso de las autoridades de que hasta el 2016 sean tratadas 80 % de las aguas residuales que son vertidas allí.
Para ello, dijo, se está trabajando en la construcción y ampliación de plantas de tratamiento de aguas residuales.
De esta manera, el Comité Organizador está convencido de poder "garantizar" tanto la salud de los deportistas como la correcta disputa de las pruebas que se celebren en aguas abiertas.
En la misma rueda de prensa Andrade se refirió a la correcta marcha de las obras de infraestructuras necesarias para albergar los Juegos y confirmó que ya han comenzado las obras de construcción del velódromo, que podrá albergar hasta 5.000 personas.
Además, el Comité Organizador quiso resaltar el éxito del programa Transforma que busca concienciar a los más jóvenes de los valores del espíritu olímpico, así como dar a conocer en el estado de Río de Janeiro algunos deportes menos populares en el país, como son el rugby o el hockey.
De momento, según datos oficiales, hasta 2.000 jóvenes han participado en este programa, que ha sido implantado en 708 escuelas de la región.
