Por Dolores Ayerra.

El persistente declino en la producción de petróleo está obligando al Gobierno a intensificar las compras de crudo desde el exterior. Hace unos días llegó desde Nigeria el primer cargamento del año, que se había pactado en febrero, con aproximadamente 150.000 metros cúbicos (m3) de petróleo crudo de tipo liviano, que es el más demandado por las refinerías locales. 

El miércoles, la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas –que opera bajo las órdenes del ministro de Economía, Axel Kicillof–, reunió a las cinco principales compañías que refinan en el país (YPF, Axion, Shell, Petrobras y Oil) y a Enarsa (encargada de la importación) para elaborar un nuevo acta que habilite la compra de un segundo buque de crudo nigeriano. Según revelaron a El Cronista fuentes allegadas a la operación, el cargamento traería entre 600.000 y 900.000 barriles (una adquisición similar a la primera importación). 

Desde el año pasado, el Gobierno empezó a recurrir a esta modalidad, poco habitual hasta ese momento. En 2014 concretó la compra de dos importantes cargamentos de características similares. Resulta que la explotación nacional de crudo continúa descendiendo. Según las cifras de la Secretaría de Energía, al mes de enero (último mes relevado), la producción total de petróleo registró un retroceso de un 1,1%. Pero en donde el desplome resulta más crítico es en la cuenca Neuquina, donde se extrae el crudo Medanito, como se conoce en la jerga al de tipo liviano y que es el que tiene mejor rendimiento en las destilerías. Un informe elaborado por el Estudio del ex secretario de Energía, Daniel Montamat, denominado Carta Energética, detalla al respecto: "Tomando una mirada de largo plazo vemos que hasta el año 2014 la cuenca Neuquina ha perdido producción por más de 190 mil barriles diarios, desde sus niveles máximos de producción a finales de los años 1990; esto es el 30% de la capacidad de crudo liviano para el que están preparadas las refinerías locales, y que tal vez se pueda recuperar en la próxima década con la producción No Convencional de la cuenca". 

Con este esquema de compras (prevén más importaciones de este tipo para el resto de 2015), el Gobierno pretende además reducir la importación de derivados ya destilados como las naftas, el gasoil y el fuel oil, que son mucho más caros. Pero lo preocupante es que estas importaciones se intensifican aún en un contexto de caída en la venta de combustibles, en el que mes a mes, aunque sin ser alarmante, las estaciones de servicio anotan rojos en el consumo de algunos productos. 

En la actualidad, este mecanismo, sin embargo, beneficiará en algún punto al Estado. Y es que con la brusca caída de los precios internacionales del barril de petróleo (que redujo su valor en un 50% en el último año), Enarsa ya no compra a pérdida estos cargamentos. Hasta hace unos meses, la compañía estatal de energía importaba a precios mayores al que luego vendía a las refinerías. Hoy la ecuación es al revés. A los valores actuales del crudo, en torno a los u$s 50, el costo para Enarsa es cercano a los u$s 61 para venderlo después a u$s 74 a las petroleras. 

Hasta 2013, la Argentina tenía la necesidad de importar sólo gas (de Bolivia y GNL por barco), porque de este hidrocarburo depende gran parte la matriz energética argentina y su decli no era más pronunciado. Hoy, los números evidencian que ahora el petróleo también se convirtió en un problema en medio de los esfuerzos para recuperar el autoabastecimiento.

Por Martín Bidegaray.

Enarsa, la empresa estatal de energía, inició los contactos con las  compañías refinadoras de petróleo para realizar una importación de 900.000 barriles de crudo. Será el segundo embarque que comprará este año para distribuir entre las firmas. El primer cargamento se encargó en febrero y terminó de llegar en las últimas semanas.

El Gobierno pagará US$ 61 por barril en una compra de 140.000 metros cúbicos (equivalentes a 900.000 barriles) que adquirirá en Nigeria. Luego, lo revenderá a las cinco principales refinadoras: YPF, Shell, Axion (ex Esso), Oil y Petrobras a US$ 76 por barril. Enarsa se quedará con la diferencia.

Está previsto que la orden de compra a Nigeria se cierre en estos días y ese crudo llegue al país hacia fines de mayo.

Por un pacto entre el Gobierno y las empresas, los productores de petróleo locales están recibiendo US$ 77 por barril. La cotización internacional del crudo (WTI) superó ayer los US$ 50.

Aún cuando el precio local es casi 50% superior al internacional, la producción doméstica no alcanza para abastecer a las refinerías. “El petróleo que se necesita en las refinerías es el neuquino y no hay tanto como se requiere”, explicó un ejecutivo que está al tanto de la negociación con Enarsa.

Aunque el país también produce en otras cuencas (la más importante después de Neuquén es San Jorge, en Chubut), el petróleo obtenido allí es más “pesado” (y difícil de procesar en las refinerías locales) que el neuquino (que en el sector llaman “liviano”).

Después de años en que la industria local cobró el petróleo por debajo de la cotización internacional, ahora los consumidores están subsidiando a la industria, pagando precios en dólares superiores. La Argentina se convirtió en uno de los 30 países más caros del mundo para llenar el tanque, con un litro de nafta “super” a US$ 1,40.

“La caída del petróleo mundial no alienta a la inversión para mayor producción en Neuquén”, explicaron en el sector, para justificar esta compra. “Aunque Argentina ahora ofrezca ventajas puntuales en el precio, hay que hacer un montón de cambios y nadie va a invertir porque haya ganancias durante unos meses”, agregaron. El petróleo que se compra en Nigeria tiene características técnicas que se adaptan bien a las refinerías locales.

El país tuvo un déficit energético de US$ 6.800 millones en 2014. “El precio de los productos energéticos que el país importa no está bajando tanto como lo que exporta (la mayoría del crudo de San Jorge)”, graficó el consultor Daniel Gerold.