Miguel Del Sel, precandidato a gobernador de Santa Fe por el Pro, aventajó por poco más de 5.000 votos (0,3 por ciento) al Frente Progresista cuando se llevaban escrutadas el 100 por ciento de las mesas, adjudicándose el triunfo en las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso).
Por otra parte, el postulante Omar Perotti, del Frente Justicialista para la Victoria, realizaba una buena elección y conseguía el tercer lugar en cuanto a las candidaturas individuales, a unos 8.000 votos del socialista Miguel Lifschitz.
Del Sel lograba 481.278 sufragios, el Frente Progresista 475.785 (335.808 de Lifschitz y 139.977 de Barletta) y Perotti llegaba a 327.126 votos.
En cuanto al Frente Renovador, el diputado nacional Oscar “Cachi” Martínez terminó imponiéndose por casi 10 puntos sobre Eduardo Buzzi, al aventajarlo por 63.358 votos a 51.957 en una pobre elección de quienes se referencian en Sergio Massa.
La primaria del Frente Progresista Cívico y Social definía candidatos para las generales del 14 de junio, con un claro triunfo del socialista Miguel Lifschitz por sobre el radical Mario Barletta.
Con la mitad de los votos escrutados el escenario seguía siendo de paridad entre el PRO y la sumatoria de las candidaturas del Frente Progresista, en tanto Perotti, con apenas un mes y medio de campaña, consolidaba un interesante piso en torno al 22 por ciento de los votos con vistas a las generales.
Pese a los guarismos oficiales, el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Rubén Galassi, brindó una conferencia de prensa en la que, en base a las mesas testigos que son utilizadas en todos los comicios, anunció el triunfo del Frente Progresista por sobre el PRO.
Según las cifras brindadas por el funcionario socialista, Lifschitz y Barletta lograban en conjunto el 33,6 por ciento de los votos, en tanto Del Sel obtenía el 31,6 por ciento, y Perotti llegaba al 21 por ciento.
Más relegado llegaba el Frente Renovador, con un 7,7 por ciento de los votos de esas mesas testigo.
La incidencia del departamento Rosario, el más poblado y considerado bastión del socialismo, fue seguido con atención durante toda la noche y la madrugada, aunque los casi 28.000 votos que obtuvo el Frente Progresista sobre el PRO escrutada la totalidad de las mesas no llegaban a descontar la ventaja de Del Sel en el resto de la provincia.
En cuanto a la categoría diputados provinciales, el Frente Progresista lograba un contundente triunfo con la lista que encabeza el gobernador Antonio Bonfatti, en este caso seguido por el Frente Justicialista, con Héctor Cavallero como candidato más votado, y relegando al tercer lugar a Roy López Molina, del PRO.
El FPCyS se impuso largamente con 641.943 votos encabezado por la candidatura del gobernador Antonio Bonfatti con 445.065 sufragios. La segunda fuerza más votada fue el Frente Justicialista para la Victoria con 307.827 votos, relegando a Unión Pro al tercer lugar, con 188.657.
En estos comicios estaban habilitados para votar 2.573.431 santafesinos en un total de 7.628 mesas, lo que sitúa al distrito como tercero en importancia en el escenario nacional.
Por Germán de los Santos. La Nación
Con un escrutinio lento y pausado, las PASO en Santa Fe marcaron una victoria para el candidato de Pro, Miguel Del Sel, que se convirtió por primera vez en el postulante más votado en una elección provincial.
Al cierre de esta edición aún no estaba confirmado si los dos alfiles del Frente Progresista, el socialista Miguel Lifschitz y el radical Mario Barletta, sumaban o no más sufragios que el ex Midachi, que festejó y volcó sus habilidades musicales arriba del escenario junto a Mauricio Macri y Carlos Reutemann en Rosario. El escrutinio oficial aportaba que el peronista Omar Perotti podría superar el 22 por ciento de los votos, el piso que se había impuesto al inicio de la campaña.
Con el 47 por ciento de las mesas escrutadas, Del Sel sumaba 252.727 votos, mientras que los dos candidatos del Frente Progresista obtenían 236.392 sufragios. Lifschitz se impuso en la interna a Barletta, con una diferencia del 43 por ciento de los votos. Por su parte, el candidato del Frente Justicialista para la Victoria lograba 164.450 sufragios.
En el último tramo, la campaña electoral se nacionalizó con la presencia de candidatos presidenciales como Daniel Scioli y Mauricio Macri, que pusieron la mira en el tercer distrito electoral del país. El líder de Pro lo hizo desde hace tiempo. Por eso eligió el escenario de Puerto Norte, en Rosario, para subirse a festejar con Del Sel y Carlos Reutemann, quien reapareció tras una ausencia en la campaña electoral.
"La bota de Santa Fe es hoy la más grande del país y va a tener como presidente al más grande", dijo el ex Midachi refiriéndose a Macri, quien le devolvió los elogios en un clima de plena celebración: "Ganó un tipo como Miguel, que sufrió mucha agresión, sólo por querer involucrarse para darle algo mejor a los santafecinos", advirtió Macri. El líder de Pro no desaprovechó la oportunidad y llevó la reflexión al plano nacional. "Son muchas las veces que hemos venido a Santa Fe en estos años y hemos ido viendo cómo crecía de a poco este sentimiento de que juntos podemos construir la Argentina que nos merecemos", dijo el líder de Pro.
Frente a las elecciones generales del 14 de junio, se abre ahora un nuevo escenario si las tendencias de anoche quedan firmes en el escrutinio definitivo. Del Sel podría haber sumado más votos que en 2011, cuando obtuvo el 33 por ciento, y superado a los dos postulantes del Frente Progresista. Esa situación obliga a Lifschitz a cercar los votos que obtuvo el radicalismo dentro del espacio oficialista e ir en busca de adhesiones que perdió el socialismo.
Del Sel es un candidato puro de Pro, construido desde las entrañas del macrismo, que hizo su debut en 2011, cuando asustó al Frente Progresista al quedar a sólo tres puntos de Antonio Bonfatti. Cuatro años después ya no hubo la misma sorpresa, aunque la diferencia sobre Lifschitz fue mayor a lo que pensaban los más optimistas. La campaña de Del Sel tuvo sus traspiés con exabruptos verbales que dejaron flancos débiles para que desde el socialismo y el peronismo le endilgaran que no estaba preparado para gobernar una provincia. El candidato de Pro decidió exhibir su equipo de trabajo y empezar a mostrar anticipadamente lo que podría ser su gabinete si llega a la Casa Gris.
VOTO BRONCA
En el Frente Progresista empezaban anoche a repensar la campaña. Pero nadie dejaba fuera del análisis que el resultado electoral dejó al descubierto un voto bronca, compuesto por una gama de malestares, entre los que redunda el problema de la inseguridad y la violencia en las principales ciudades, como Rosario y Santa Fe. Ése fue el eje de la campaña de todos los postulantes, pero Lifschitz acercó tibias propuestas de cambio, centradas en la policía, y dijo que quería transformarse en un superministro de Seguridad. Por su historia y su recorrido ideológico le fue difícil convencer al electorado de esos virajes.
Pasadas las 21:15, el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, salió a admitir la derrota. Dijo también que -según las mesas testigo del socialismo- la suma de votos de los dos candidatos del Frente Progresista le ganaban a Del Sel por una diferencia menor al dos por ciento. Frente a los funcionarios de gobierno del socialismo, que se agruparon en el centro de campaña, Lifschitz admitió que "ahora comienza otra elección, que va a ser polarizada".
"Se van a discutir dos modelos de gestión y dos historias de vida muy distintas", resumió el ex intendente de Rosario, y agregó: "El modelo del Frente Progresista es consistente, serio y responsable". Aunque al principio le restaron importancia, anoche señalaban que influyó en el electorado la decisión de Hermes Binner de bajar su candidatura a principios de marzo, frente al peso que ganaron las recurrentes visitas de Macri a Rosario y Santa Fe. "Ahora vemos que no tener una referencia nacional de peso influyó en este comicio", señaló un ministro socialista.
En el Frente Renovador la interna estaba reñida entre los candidatos Eduardo Buzzi y Oscar Martínez, pero con escasa absorción del electoral. Juntos sumaban el 7 por ciento de los votos.
Miguel Del Sel celebró esta noche junto al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y al senador del PJ, Carlos Reutemann, el triunfo del PRO en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de Santa Fe, donde el ex Michadi se coronó como el candidato más votado.
Poco después de las 20 comenzaron a cargarse los primeros resultados oficiales de las primarias en Santa Fe, y el macrista Miguel del Sel picó en punta. Escrutado más del 90% de las mesas, el referente del PRO tiene 481.218 votos, el 32,21%.
Lo siguen, los postulantes del Frente Progresista: el socialista Miguel Lifschitz (335.753 votos, 22,44%), el candidato del Frente para la Victoria, Omar Perotti, con 327.079 votos, el 21,91%,seguido por el radical Mario Barletta ( 139.961 votos, 9,38%).En tanto, por el Frente Renovador Oscar "Cachi" Martínez logra un 4,24% (63.348 votos) y Eduardo Buzzi un 3,47% (51.945 votos).
"Hoy se confirma esta idea de cambio que tiene la Argentina. Cambiar de una vez por todas para bien", afirmó Del Sel que celebró de manera exultante, cantando y bailando, con Macri y el "Lole" Reutemann, arriba del escenario. "Es emocionante, es una cosa de locos", agregó.
El ex Midachi no ocultó su emoción. “Fuerte el aplauso para Santa Fe, la bota mas grande que tiene la Argentina. Hoy Santa Fe tiene el pie mas grande que nunca", gritó desde el escenario, micrófono en mano, mientras en el búnker volaban globos de colores, una marca registrada PRO. Y pidió que pongan música y canto una salsa, que fue su gingle de campaña.
"Los argentinos nos hemos dado cuenta de que hay un país en el que podemos vivir mejor, con trabajo, con diálogo, con respeto y, sobre todo, con una maravillosa convivencia", manifestó Macri, al tomar el micrófono.
El precandidato presidencial del PRO expresó, además, que "tenemos que confiar en todo lo que somos capaces de hacer los argentinos con un Gobierno que trabaje cerca de la gente resolviendo sus problemas más concretos, como va a estar el Gobierno de Del Sel".
"Viendo los resultados parciales no puedo creer la cantidad de santafesinos que se sumaron al cambio, que se sumaron a la propuesta de Miguel Del Sel gobernador. Por eso, felicitaciones Miguel, de corazón, por todo lo que has puesto y lo que vas a poner por tu Santa Fe y por nuestra querida Argentina", cerró Macri, que luego dio entrevistas junto a Del Sel y Reutemann.
Miguel Lifschitz se coronó ganador en las internas del Frente Progresista Cívico y Social, derrotando por una amplia diferencia (70% contra 30%) a Marió Barletta y manifestó que, según sus números, estaban arriba del PRO en las PASO. No obstante, cuando se escrutaba el 44,7% del padrón, el partido de Del Sel iba arriba por casi 16.000 votos.
En tanto, el cantidato K Omar Perotti celebró haber llegado al objetivo que se había trazado: alcanzar un 20% de los votos en las PASO y afirmó que a partir de ahora empieza otra elección. "El kirchnerismo va a estar peleando el campeonato", dijo desde su búnker, al que solo llegó un funcionario nacional, Julián Dominguez, titular de la Cámara de Diputados y amigo suyo.
Las elecciones generales para elegir gobernador en Santa Fe serán el 14 de junio.
Dos caminos muy distintos consiguieron llevarlo a Roma. O, más concretamente, a disfrutar de sendos triunfos electorales que le vienen más que bien para alimentar su sueño presidencial.
Acompañado por los dirigentes del armado nacional, Mauricio Macri festejó ayer por partida doble: en Santa Fe con Miguel del Sel, una de sus apuestas "puras" desde 2011; a la distancia, el líder de Pro también se anotó una victoria en Mendoza, donde su aliado radical Alfredo Cornejo vencía hasta el cierre de esta edición a la suma de los tres candidatos kirchneristas en esa provincia.
"Es un fin de semana redondo. Las dos jugadas que hicimos salieron, aunque de distinto modo", afirmó anoche a LA NACIÓN Emilio Monzó, ministro del gobierno porteño y a cargo del armado nacional. Fue sólo un rato antes de las 22.20, cuando Macri, Del Sel y el reciente aliado Carlos Reutemann salieron a enfrentar a las cámaras de televisión y anticiparon el festejo.
"Juntos podemos construir la Argentina que nos merecemos", se entusiasmó Macri, un rato antes de que un exaltado Del Sel encabezara el cantito: "Se siente, se siente, Mauricio presidente". El líder de Pro no se privó de hacer mención del triunfo de Cornejo, a quien englobó dentro de "nuestros hermanos radicales" a quienes se aliaron con el macrismo para estos comicios, vía el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz.
Macri llegó ayer por la noche a Rosario para celebrar la clara victoria de Del Sel, el primer ejemplo exitoso de su política de "abrir" Pro a referentes exitosos y taquilleros del espectáculo, el fútbol, la sociedad civil. Metido en política desde 2011, cuando logró un sorprendente segundo puesto en las elecciones a gobernador, y elegido diputado nacional en 2013 (también terminó segundo), Del Sel siguió recorriendo barriadas pobres, se cuidó de no faltar a ninguna sesión, se preparó con profesores de la Fundación Pensar, armó equipos en las distintas áreas. Todo, con el apoyo del propio Macri. "No daban un peso por él. Pero acá están los resultados", afirmaron a LA NACIÓN desde el comité de campaña nacional.
EXABRUPTOS Y LÍMITES
En la actual campaña, un par de exabruptos del siempre chispeante Del Sel (un video con frases muy del estilo Midachi, respuestas enojadas a periodistas) crearon zozobra. Quince días de silencio mediático fueron necesarios y, por lo visto en las urnas, suficientes. ¿Alcanza con lo aprendido en estos años para gobernar una de las provincias más grandes y problemáticas del país? "Sí, porque armó equipos sólidos y creíbles. La gente le dio respaldo y se lo dará el 14 de junio", contestaron desde el macrismo. La incorporación de Jorge Boasso, experimentado concejal radical, le sumó cohesión a la campaña, además del espaldarazo que significó el acuerdo de Reutemann con Macri, según contaron desde el armado nacional. "Lole", que suena como candidato a vicepresidente, se sumaría a la campaña de Del Sel para los comicios de junio.
La alegría por lo ocurrido en Mendoza también tiene su explicación, aunque curiosamente ningún macrista de primera línea estuvo durante el festejo, reservado sólo para los radicales. Allí, en febrero, Macri avaló que Pro bajara a sus candidatos a intendente de Mendoza para favorecer el triunfo del actual mandatario, el radical Rodolfo Suárez. Fue el puntapié inicial para el acuerdo de Macri con Cornejo, bordado de manera paciente por Monzó y con el aval del propio Sanz.
"Mendoza y Santa Fe son un inicio. La semana que viene ganamos en Capital y el efecto contagio puede ayudarnos", pronosticó un operador macrista, con la vista puesta en los comicios porteños, donde todo indica que Horacio Rodríguez Larreta o Gabriela Michetti darán otro motivo para el festejo, aunque las implicancias de un triunfo de uno u otro serán bien, pero bien diferentes.
Por Mariana Verón.
El Gobierno pasó el mal trago ayer en silencio después de que lograra capitalizar la primera elección del año, el domingo pasado, en Salta. En esta segunda escala del calendario, con poco para mostrar, la Casa Rosada se recluyó frente a los dos escenarios adversos que le depararían Santa Fe y Mendoza.
Ninguno de los presidenciables del Frente para la Victoria se subió a un avión para acompañar a los candidatos propios y la única excepción fue Julián Domínguez, jugador ahora en territorio bonaerense, que hizo su aporte ante la nula presencia del oficialismo en la vidriera electoral y acompañó en Santa Fe a su amigo Omar Perotti.
A diferencia de la nutrida delegación que estuvo el domingo pasado en Salta junto a Juan Manuel Urtubey, esta vez los principales funcionarios del Gobierno evitaron la exposición. Lo mismo hizo el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el más taquillero dentro de la interna del kirchnerismo, que a la hora del recuento de los votos jugaba con su equipo el campeonato oficial de futsal. Esta vez, lo hizo de visitante contra el club Pinocho, en Villa Ballester. Por teléfono, el mandatario recibía los resultados de ambas elecciones, pero no fijó posición alguna.
Más allá de no lograr imponerse, algo que tampoco esperaban, en la Casa Rosada no había un mal clima. Por el contrario, mantenían anoche la expectativa de que Perotti se convirtiera en el segundo candidato más votado, por encima del socialista Miguel Lifschitz, aunque como fuerza política el kirchnerismo quedaba tercero. La ilusión estaba puesta en mejorar el caudal de votos que había conseguido Agustín Rossi en 2011, que terminó con el 22 por ciento. Incluso, en los despachos oficiales crecía la ilusión a partir de que Perotti hace apenas 45 días medía sólo 7 por ciento.
La prioridad del Gobierno y de Scioli será apuntalarlo para la elección general con la idea de quitarle votos a Miguel del Sel, el candidato de Mauricio Macri, con quien creen que puede disputar el electorado peronista. La necesidad del Gobierno es evitar que el líder de Pro consolide con una victoria en Santa Fe el próximo 14 de junio su proyecto presidencial, al que sumará el seguro triunfo en la ciudad el próximo domingo en las PASO y el 5 de julio en la general.
En el kirchnerismo ya se imaginaban ayer un desembarco de toda la plana mayor del Gobierno para la campaña que vendrá, con la presencia de los ministros del gabinete nacional. Hasta ahora, Cristina Kirchner apenas se involucró con un único acto que compartió con Perotti en la Casa Rosada. Esta mañana el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se encargará en su conferencia diaria de dedicarle sus dardos a Del Sel.
REDISEÑO EN MENDOZA
Otra historia comenzará a tejer a partir de ahora la Casa Rosada en Mendoza. Después de que la pelea entre la Presidenta y el gobernador Francisco "Paco" Pérez terminara con una primaria partida en tres, el Gobierno redefinía anoche la estrategia y ya anticipaba que apoyará a Adolfo Bermejo, ahijado del mandatario provincial, quien se impuso en la PASO del oficialismo.
"El ganador de nuestra PASO va a ser el candidato de Cristina", avisaban desde el kirchnerismo más puro, que tenía en el diputado Guillermo Carmona su cadidato en la interna del peronismo provincial. Con bandera blanca, Bermejo dijo sentirse "cerca" tanto de Cristina como de Scioli. Algo más para celebrar podría haber tenido el gobernador bonaerense, aliado de Pérez, aunque en su renovado ultra kirchnerismo evitó mostrarse en la previa junto a Bermejo para no alimentar nuevas internas con la Casa Rosada.
En la lectura del Gobierno, y con el apoyo ahora sí unificado del kirchnerismo, Bermejo se convertiría en un candidato competitivo frente a la alianza opositora mendocina para la elección general. De todas maneras, con los primeros cómputos, el peronismo quedaba muy lejos como espacio político en conjunto de la fórmula que presentó la UCR, con Alfredo Cornejo, que contó con el apoyo de Macri y de Sergio Massa.
Al cierre de esta edición, el Gobierno anunciaba que podrían llegar al 39 por ciento de los votos y achicar así la distancia con el radicalismo.
