Casi dos veces el tamaño de la actual capacidad instalada en centrales hidroeléctricas es el potencial de desarrollo que esta fuente tendría la zona centro-sur del país.
Ese fue el resultado de la primera parte del Estudio de Cuencas que encargó el gobierno al Centro UC de Cambio global y la consultora Teco Group. Entre los ríos Maipo, en la Región Metropolitana, y Yelcho, en la de Los Ríos, existen 11.335 MW, casi el doble de los 6.447 MW instalados en base de agua en el Sistema Interconectado Central, esto sin considerar iniciativas que ya estén en evaluación ambiental.
Siete de las cuencas analizadas concentran el 75% del potencial. En conjunto, los ríos Biobío (2.543 MW), Yelcho, Maule, Toltén, Puelo, Valdivia y Bueno suman 8.209 MW.
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, señaló que el estudio midió a nivel de sub-subcuencas (la cuenca de un tributario del tributario del río que llega al mar), y que el 68% de ellas tiene posibilidades económicas de desarrollo, al estar a menos de 30 kilómetros de una línea de transmisión del SIC.
En el caso de la Región de Aysén, dijo, la estimación del potencial se hizo en base al balance hídrico de la Dirección General de Aguas (DGA), que dio un resultado de 5.000 MW.
Pacheco señaló que en este caso específico, el análisis se profundizará en el marco de la elaboración de la política energética para la zona, actualmente en desarrollo.
El estudio señala que, en el caso de la cuenca del río Maipo, la más cercana a Santiago, el potencial hidroeléctrico adicional a los proyectos hoy en desarrollo, el más grande de ellos Alto Maipo (531 MW), es de unos 498 MW, aunque ésta zona no es parte de las que, durante la segunda parte del estudio, se harán estudios más profundos de tipo social.
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, dio cuenta de los resultados de la primera etapa de un informe que identificó el potencial hidroeléctrico de las principales cuencas del país, el que asciende a 11 mil MW entre los ríos Maipo y Yelcho.
En el documento se definen por primera vez a las sub-sub-cuencas -corresponden a la hoya de un afluente de un río que es tributario de otro que llega al mar-, como unidades territoriales, en las que se determinaron cuáles son los elementos productivos, culturales y ambientales más valorados por la comunidad local. Esto, con el objetivo de implementar con ellas un diálogo previo al desarrollo de proyectos de generación eléctrica y que los inversionistas cuenten con más información y elementos de juicio. El secretario de Estado afirmó que se requiere superar la asimetría de información que existe entre las comunidades locales y los titulares de los proyectos, para dar mayor certeza a todos los actores respecto a cómo se avanzará en el desarrollo hidroeléctrico. Lo anterior presupone procesos de planificación participativa, que contemplen la conservación de ecosistemas, paisajes y valores culturales.
Según Pacheco, estas acciones apuntan a recuperar la participación de la hidroelectricidad en la matriz energética del país, ya que se trata de energía limpia, renovable y de bajo costo. Recordó que hace 30 años la hidroelectricidad representaba un 80%, hace 20 un 70%, y que actualmente solo significa un 37% de la generación eléctrica en el país.
La primera etapa del estudio encargado por Nicola Borregaard, quien lidera la división de desarrollo sustentable del ministerio, identificó que del potencial hidroeléctrico de 11 mil MW en 12 cuencas entre los ríos Maipo y Yelcho, 8.200 MW se concentran en siete de ellas. Estas corresponden a las de los ríos Maule, Bío-Bío, Toltén, Valdivia, Bueno, Yelcho y Puelo.
Pacheco destacó que este potencial hidroeléctrico está territorialmente concentrado, y próximo a las líneas de transmisión. En efecto, el 60% de la capacidad generadora identificada se ubica dentro del 10% de las cuencas analizadas, y el 68% de ellas está a menos de 30 kilómetros de las vías del sistema interconectado central (SIC).
El ministro enfatizó que el estudio permitió una retroalimentación con las comunidades que es especialmente valiosa para efectos de implementar una matriz de energía renovable con legitimidad social, paralelo al desarrollo de la matriz de energías renovables no convencionales.
Agregó que el costo de esta primera etapa del estudio fue de $160 millones, y que el presupuesto para la segunda, que se licitará en mayo y estará concluida en 2016, es de $1.000 millones. El objetivo de ésta sería determinar cómo debe incorporarse toda esta información a los instrumentos de planificación territorial, y definir políticas públicas para impulsar el desarrollo hidroeléctrico. Sin embargo, dijo que Aysén, que fue incluida de forma independiente en el análisis, registró un potencial de cinco mil MW. Dijo que se profundizará en el estudio al alero de la política regional energética de la zona.
80%
de la energía era de origen hidroeléctrico en 1985.
70%
era la participación hidroeléctrica en la matriz de 1995.
37%
de la energía se genera hoy por hidroelectricidad.
