El gobierno de EE.UU ha propuesto regulaciones mucho más estrictas para la explotación de petróleo y gas en alta mar como respuesta al derrame de la plataforma Deepwter Horizon de BP. El proyecto más reciente de nueva normativa gubernamental apunta a un fallo técnico clave que provocó la catástrofe y que trae importantes costos para la industria.
Cinco años han pasado desde que un pozo de la petrolera BP derramara petróleo sin control en el Golfo de México. Para responder a la indignación que incendiaba la opinión pública, el gobierno de Barak Obama impuso una moratoria de seis meses sobre las actividades de perforación en el Golfo.
Desde entonces, la extracción de petróleo y gas del Golfo se ha recuperado con fuerza y el número de equipos de perforación en aguas profundas ha aumentado de 35 a 48.
Los perforadores se están adentrando a mayor profundidad para llegar a los yacimientos considerados más riesgosos que el campo Macondo, la fuente del peor derrame en alta mar de EE.UU de la plataforma Deepwater Horizon. Por otra parte, el gobierno de Obama ha impulsado la perforación de yacimientos en aguas offshore de Alaska y la costa Atlántica. En enero, el Departamento del Interior (DOI) dio a conocer un plan para comenzar la perforación el año que viene en los mares de Chukchi y Beaufort, en la costa ártica de Alaska y la costa entre los estados de Maryland y Florida.
Pero el gobierno de EE.UU intensificado la vigilancia sobre las operaciones offshore. El Servicio de Gestión de Minerales, la agencia encargada de la supervisión cuando el desastre de BP, fue restructurado en tres entidades distintas: Oficina de Gestión de la Energía Oceánica, Oficina de Seguridad y Control Ambiental y Oficina de Ingresos de Recursos Naturales. El número de inspectores del Golfo en alta mar ha aumentado a alrededor de 92, casi el doble que antes de que el derrame de BP.
Cuando el pozo de BP comenzó a tirar crudo sin control, la empresa y la industria se vieron incapacitadas para lidiar rápida y efectivamente con un derrame de tal tamaño. Los suministros para tapar el pozo pronto se agotaron. Barcos de pesca ociosa se convirtieron en skimmers sobre la marcha.Los intentos de BP para contener el derrame en la fuente fracasaron y la misma BP y la Guardia Costera terminaron solicitando ideas del público y de los expertos antes de una pila gigante de contención finalmente tapara el pozo.
Como respuesta, las compañías petroleras crearon Marine Well Containment Co. y Helix Well Containment Group para desarrollar una mejor tecnología para contener derrames. Los dos grupos afirman contar con sistemas para la colocación de las pilas en un pozo descontrolado y para la captura de enormes cantidades de petróleo y gas que escapan de un reventón - hasta 130.000 barriles de petróleo al día y 220 millones de pies cúbicos de gas en 10.000 pies de agua, dos veces la profundidad del pozo Macondo.
Por su parte, empresas que se especializan en limpieza promocionan que han mejorado enormemente su capacidad de respuesta. Por ejemplo, Clean Gulf Associates Inc. dice que ha aumentado su auge absorbente de 10.000 pies a 55.000 pies y añadido varios skimmers grandes a su flota.
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Cuadrillas de barcos contra incendios rocían agua sobre la plataforma petrolera de BP Deepwater Horizon en abril de 2010 .
A principios de abril, la Oficina de Seguridad y Control Ambiental del Departamento del Interior (DOI) propuso nuevas regulaciones sobre petróleo y gas en alta mar. La nueva normativa establece requisitos de diseño y operación de los equipos de control crítico utilizados en las operaciones de perforación de petróleo y gas en alta mar, a la vez que incorpora los últimos estándares de la industria.
Una vez aprobada, habrá nuevos requisitos básicos para el diseño, fabricación, reparación y mantenimiento de los bloques obturadores de pozos (BOP), el dispositivodispositivos destinados a cerrar un pozo en caso de fuga. Por ejemplo, el gobierno norteamericano requeriría el uso de BOP con doble cizalla, que actualmente es un estándar de la industria de línea de base (API estándar 53). También establece requisitos adicionales para el monitoreo en tiempo real de las actividades en aguas profundas y para vehículos operados a control remoto para ayudar a cerrar la pila BOP. Además, incluirá reformas de las áreas de diseño, revestimiento del pozo, cementación, monitoreo en tiempo real y contención submarina.
El DOI calcula que la nueva normativa le costaría a las empresas que operan en el Golfo US$883 MM durante los próximos 10 años. Sin embargo, confía en que esto también ofrecerá beneficios a las compañías por US$665 MM en relación a evitar futuros derrames de crudo. Grupos de la industria, como el Instituto Americano del Petróleo, han sido muy cautos en su respuesta a la, un reconocimiento del daño que la crisis de Deepwater Horizon causó en la imagen de la industria.
