La recaudación tributaria de julio fue de $ 145.998,6 millones, lo que representó una suba interanual de los ingresos impositivos de 36,3%. Esto se apoyó sobre todo en un fuerte crecimiento de 52% en el Impuesto a las Ganancias y en una mejora en los aportes y contribuciones a la seguridad social que tuvieron un incremento del 40,7%. Los dos gravámenes se elevaron empujados en gran medida por la inflación, ya que los ajustes de haberes también son su consecuencia.
El impuesto más vinculado al consumo, como es el IVA, registró un aumento del 28,3%, en línea con la inflación bien medida. Lo que da cuenta del estancamiento real que evidencia la economía, indicó Luciana Carcione, del Estudio Ferreres, y añadió que otra evidencia de la importancia de la inflación en la recaudación impositiva es que el mayor dinamismo se registró en Ganancias, cuya recaudación aumentó 52% anual por efecto de los ajustes salariales, que elevan los montos percibidos aunque no necesariamente los ingresos reales, y la falta de ajuste por inflación en los balances de las empresas. 
El Impuesto a las Ganancias recaudó $ 33.332,7 millones, y esto representó un aumento respecto de agosto de 2014 de 52,7%.
El aporte del Impuesto a las Ganancias, apalancado por el efecto de la inflación, y de aportes y contribuciones a la seguridad social, sostenido por la última moratoria y las paritarias 2015, permitieron que la recaudación tributaria nacional se mantuviera en zona de variaciones reales positivas durante el séptimo mes de este año, cuando se descuenta el efecto inflacionario. En particular, deflactada por la inflación real, la variación interanual fue de 5,7% para julio y de 1,2% para el acumulado de los primeros siete meses. En tanto, la recaudación en concepto de IVA tuvo un desempeño real mucho más modesto, y la del Impuesto del Cheque y de los Derechos de Exportación continuaron cayendo fuerte, puntualizó la Consultora Ledesma. 
El IVA recolectó $ 35.911,1 millones, lo que significó un alza interanual del IVA neto de 28,3%. Sin embargo, el IVA impositivo se elevó 31,7% y el aduanero se quedó en 21%, y el impuesto al cheque, cuyo comportamiento suele correr en paralelo con el IVA, se incrementó 27,5%, y recaudó $ 8827,6 millones. O sea, que los tributos relacionados con el consumo tuvieron un comportamiento muy modesto.
Por aportes y contribuciones a la seguridad social se recaudaron $ 45.095 millones, con un crecimiento respecto de agosto del año pasado de 40,7%. 
El comercio exterior movió 
$ 13.997 millones en impuestos totales, $ 10.756 millones de derechos de exportación, cuya recaudación subió sólo 14,9%, y 
$ 3241 millones de derechos de importación, con una suba de 20,1%, cifras estas últimas que fueron un récord desde que se instaló el cepo. De todos modos, esta performance implicó que estos gravámenes se desaceleraron respecto a junio, en 7 y 5 puntos porcentuales respectivamente, comentó Iaraf junto con el Consejo Profesional de Ciencias Económicas porteño.
En resumen, la recaudación tributaria de la AFIP continúa sugiriendo bajo o nulo dinamismo para el nivel de actividad local durante los primeros siete meses del año, concluyó la Consultora Ledesma, y anticipó que el panorama será mucho más adverso para el nivel de actividad económica general durante los últimos cinco meses del presente año, dado el fin de la cosecha gruesa y los efectos negativos que vendrán asociados al mayor nivel de incertidumbre política y de volatilidad cambiaria, aunque el punto de comparación poco exigente del segundo semestre de 2014 jugará a favor.