El segundo día de paro regional en Loreto se inició con un violento enfrentamiento entre la Policía Nacional y los nativos que habían tomado, como medida de fuerza, las instalaciones del Lote 8.

Desde hace tres días más de 18 mil indígenas, pertenecientes a las comunidades nativas del Bajo Corrientes, tomaron el Aeródromo, las instalaciones del Lote 8 que incluyen la Batería 1, Batería 5, Batería Tiwinza y paralizaron 11 pozos en Pavayacu, donde opera Pluspetrol Norte.

Daniel Saboya, presidente de la FEPIAURC, indicó que en la zona se vienen presentando enfrentamientos entre los efectivos de la DINOES y los indígenas. “Intentan desalojarnos del lugar, pero nosotros estamos soportando todo lo que nos lanzan, como bombas lacrimógenas, pero nos mantendremos firmes, dispuestos a seguir avanzando y a resistir hasta el final”, aseveró el dirigente.

Señaló que la empresa Pluspetrol, que es la que controla la señal de teléfonos y celulares en la zona, viene cortando la comunicación, evitando que los comuneros puedan informar lo que viene ocurriendo en el lugar.

“La policía nos ha despojado de nuestras cámaras y nuestros celulares, pero nosotros tenemos algunos videos en los cuales se demuestra que son ellos los que nos agreden”, sostuvo.

En horas de la tarde, estuvo circulando la información de que a causa de la arremetida dos indígenas habrían muerto, lo cual fue desmentido por el Gral. Jorge Pérez, jefe policial de Loreto, quien informó que el motivo por el cual la policía repelió a los indígenas fue porque pretendían tomar el helipuerto de la zona, la más cercana a la base.

Por su parte, Pluspetrol indicó que según la versión de la policía no se ha presentado ningún tipo de enfrentamientos; sin embargo, expresó que algunos de los comuneros de la FEPIAURC se acercaron con una actitud agresiva.

En Iquitos, el Frente Patriótico de Loreto encabezó una vez más una multitudinaria marcha pacífica por las principales calles en respaldo a las autoridades loretanas que ayer siguieron muy de cerca el debate en el Pleno.

Horas antes de la votación en el Congreso, cientos de ciudadanos realizaron vigilias con velas encendidas en símbolo de la esperanza de este pueblo, que vino batallando en las calles día tras día para que el gobierno central retroceda en su decisión de entregarle el recurso energético a las transnacionales. La euforia de estos compatriotas tras conocer la decisión del Congreso es una de las alegrías que, en mucho tiempo, no olvidarán.