Mining Press le preguntó a diversos expomentes del sector minero cómo recibieron la noticia de la creación de un Ministerio de Energía y Minas en la República Argentina.
Aquí está la opinión de los consultados por nuestro diario
Es un hecho significativo para el país; en definitiva, implica la consagración de la industria como política de estado, realzando su carácter de utilidad pública. Otorgarle rango de ministerio al tratamiento de los asuntos vinculados con la minería -que genera divisas, empleos y desarrollo regional-, no solo la posiciona como una actividad productiva relevante, sino también y sobre todo, estratégica para el progreso económico de toda la Argentina.
Considero que crear un Ministerio de Energía y Minería es un paso Gigante que marca la Importancia de estas Industrias en nuestro País. Espero todo sea por el bien de nuestra República Argentina.
Es una decisión muy acertada. Se condice con lo que propuso el nuevo presidente en su campaña y por el trabajo de la Fundación Pensar. Refleja que la minería tendrá un importante rol en la producción y el empleo genuino en las economías regionales. Para enfrentar este desafío, será necesario que el Secretario de Minería de la Nación se encuentre íntimamente involucrado y conozca el sector en forma integral, desde el trabajo en mina hasta la relación con inversores internacionales, lo que será de mucha ayuda en la coordinación con el futuro ministro José Luis Aranguren.
Es una excelente noticia ya que cumple , el presidente electo, con su compromiso de campaña de jerarquizar el area por primera vez. Esto se complementa con la creación del Ministerio de Medio Ambiente que permite acompañar y aumentar los controles en un afea tan sensible. En cuanto al ministro designado, Juan José Aranguren, ha demostrado ser un empresario exitoso, tanto su perfil como su formación permitirán generar confianza nuevamente con los inversores extranjeros de la minería.
La jerarquizacion una señal importante. Habrá que ver como se estructura Minería y que volumen se le otorga. E incumbencias que tendrá con organismos del Interior. El riesgo es reunir un sector en pañales junto con otro muy maduro. Que se priorice lo energético y se diluya la minería.. La gestión petrolera es muy diferente a la minera en políticas desde el Estado. El petróleo tiene licencia social geográficamente uniforme y la minería no. Si se pretenden bajar políticas mineras como las petroleras, podrían haber reacciones insatisfactorias. El responsable del área minera debe tener un perfi más político para resolver los bloqueos en algunas provincias. Tiene que saber oír, ser dialoguista y tener buenas relaciones con los gobernadores.
Representa un reconocimiento a la importancia del sector como uno de los pilares para el despegue. Juan José Aranguren como ministro inspira confianza para trabajar por un sector fuerte y productivo. Argentina precisa re-escribir su Política de Estado para la Minería, fijar las bases y generar condiciones imprescindibles de estabilidad y competitividad para atraer las inversiones, en un contexto complicado e incierto para los mercados mundiales. Poseemos una riqueza mineral impresionante y excelente calidad de sus recursos humanos. Con condiciones correctas podremos atraer inversiones para exploración (sin ella no hay futuro) y despertar gigantes dormidos: proyectos que hace años están recalculando su factibilidad. La industria minera, con cuidado ambiental, respeto y colaboración con las comunidades cercanas, es capaz de generar empleo de calidad, capacitado y bien remunerado, desarrollo de proveedores locales. Y generar importantes divisas para las provincias y para el pais. Es el momento de cambiar y despegar.
Es un avance importantísimo. Una señal clara para inversores y actores internos de que la minería es una actividad clave para el crecimiento y desarrollo del país. Podrá tener mayor autonomía y una oportunidad para salir al mundo. Seguramente, la creación del Ministerio vendrá de la mano de la confirmación del régimen legal y de generar certeza sobre temas sensibles como la libre disponibilidad de divisas y también la búsqueda de un régimen impositivo progresivo que nos ponga en condiciones competitivas con nuestros vecinos principalmente Perú y Chile. En síntesis, una excelente noticia para un sector que está atravesando una severa crisis por la brusca y persistente caída de precios, con constante incremento de costos.
Es un muy buen mensaje para la minería. Que el nuevo gobierno le dé rango de ministerio a nuestra actividad, junto a energía y al petróleo, marca cuál es el pensamiento de quienes conducirán la Argentina 2016-2019. Apostar por la producción y el trabajo, cambia rotundamente el eje de desarrollo que se venía teniendo en la Argentina, donde sólo importaba recaudar para generar trabajos y subsidios manejados por el estado en condiciones de precariedad y subsistencia. Esperamos que este nuevo ministerio logre propuestas y concrete inversiones necesarias para el despegue de la actividad energética, petrolera y minera tan necesarias para el país como para el desarrollo de una nación federal.
Significa claramente la jerarquización de la actividad y estar cerca de las decisiones presidenciales. Además me gusta que esté en manos de una persona con mucha experiencia en el ámbito privado, lo que nos permite tener un diálogo coherente. Lo contrario de lo que ocurría hasta ahora, que hablábamos con burócratas de la política, sin experiencia y sin conocimientos del tema.
Es un hecho auspicioso y repite el modelo exitoso de otros países como Chile, Perú o Colombia. Abre la esperanza de que sea revisada la Misión y Visión de la Secretaria de Minería de la Nación, que deje de ser un organismo de política partidaria y fomente el aprovechamiento adecuado de nuestros recursos naturales. Permitirá captar sinergias del trabajo coordinado de dos áreas del Estado y generar legislación moderna e impulso a nuevas tecnologías, en actividades con varios puntos en común. Permitirá la polinización cruzada y traerá como beneficios la difusión, aplicación y usos de energías limpias. Evitará la producción de energías sucias y contaminantes tales como la usina de carbón de Río Turbio, que producirá energía con tecnologías en desuso en el mundo hace 50 años.
Es un reconocimiento a una industria por su avance en los últimos 20 años y además al potencial que tiene, en la medida que se den las condiciones. El rango ministerial de la Minería es similar a lo que hacen otros países con desarrollo en minería en la región, como Chile y Perú, ahora deberemos parecernos a ellos también en seguridad jurídica, para retomar la senda de crecimiento que teníamos al final del siglo pasado.
Es un avance muy positivo. Argentina tiene un potencial enorme, dado que la minería quedó sub-explotada en algunas provincias. Podrá aportar e implementar nuevas normas que complementen las actuales y mejoren la industria para que la población la acepte y valore en toda su dimensión. Los argentinos están preparados para hacer de su país lo que hizo Australia, Sudáfrica y algunos países transandinos. Sabemos lo que genera la minería. Empleo formal, directo e indirecto y un gran movimiento para la región y con aportes significativos a poblaciones remotas. Por eso es necesario que se le reconozca la importancia y que sea sustentable social, económica y ambientalmente.Un gran Sí a un Ministerio de Minería para que crezca Argentina y los argentinos.
Es una muy buena medida. La minería tendría más importancia a subir de rango. El ministro tiene sobrada experiencia en atraer y brindar seguridad a los inversores. Lo esperamos en la PDAC 2016 de Toronto, para ofrecer las oportunidades de la Argentina a los inversores internacionales.
Es una excelente noticia de un gobierno que promete mirar hacia el futuro, buscando crecimiento y eliminar la pobreza. Esta es una señal de que las futuras autoridades entienden que la minería es uno de los pilares para lograrlo, por ello le da el lugar que le corresponde.
Me gustaría afirmar que es un reconocimiento al sector. Pero esta visión no coincide con la realidad, porque la minería sigue siendo muy autorreferencial, uno de sus obstáculos. Por ejemplo, el actual Secretario de Minería cree que su gestión ha sido la mejor y esto no es así. Fue casi una década y media de mala gestión (en un estudio de opinión, detrás de “mala” están “muy mala” y “peor”, no parece un escenario tan sórdido). Además, el sector minero quizás considere que el rango ministerial es una recompensa por buenos resultados, lo que también es autorreferencial. Sólo hagamos el ejercicio de recordar los eventos mineros más destacados en la opinión pública en el último medio año. Por otro lado, sigue habiendo muy poco conocimiento e interés en la minería en la población. Más aún, el interés y apoyo en los propios lugares donde se hace minería es muy bajo y quienes trabajan en el sector, como empleados, lo hacen “porque es el trabajo que tienen”. Un ministerio que le da rango al sector no es reconocimiento, recompensa o premio. Es una oportunidad que hay que aprovechar desde el primer día. El nuevo gobierno está siendo generoso, pero por ahora sólo eso. No hay ninguna razón para suponer una administración que le abre sus puertas de par en par. Está simplemente ofreciendo un crédito a tomar, utilizar, reproducir y devolver. Las elecciones terminaron, pero la minería sigue bajo escrutinio y seguirá así hasta que la minería sepa ganarse su lugar.
La decisión subraya la importancia de la minería. Igual de alentador es la reestructuración pública y la reparación de la distorsión cambiaria, lo que fomentará exportaciones e inversiones mineras y de otras actividades. Hay expectativas y certidumbre, lo que es muy bueno para la minería y para el país. Esperamos el análisis de medidas como la restricción de liquidación de remesas (utilidades), restricción de importaciones de insumos críticos, retenciones y distribución de la riqueza minera (aporte fiscal), que han oprimido a la actividad hasta el punto de que la principal mina del país ha anunciado que si no mejoran las condiciones dejará de producir a mediados de 2017.
La creación de un Ministerio de Energía y Minería muestra la visión del nuevo gobierno hacia actividades que tienen la notable virtud de favorecer a las provincias cordilleranas y patagónicas en la creación y multiplicación de empleos y empresas (como está demostrado en Neuquén y San Juan) y de generar recursos para los fiscos provinciales y el país en general. Da una fuerte imagen hacia el Exterior e inversionistas, y hacia el Interior y a las provincias, llevando el importante mensaje de que es Política de Estado. Una excelente noticia para el futuro de los argentinos.
