“Qué pasa con el bastón que no lo traen. Lo vamos a mandar a buscar con la policía”, le relataba Pallarols aJorge Vidaurreta, director de Ceremonial del gobierno porteño, tras el llamado y la amenaza que recibió su secretaria Susana por parte de un funcionario de Ceremonial y Protocolo de la Casa Rosada. Cuando el escándalo había estallado, desde el gobierno lo llamaron para disculparse. 

“Yo creí que habíamos madurado”, se lamentó Pallarols ante este diario. El orfebre hablaba a cámara (para cronica.com.ar) cuando su secretaria interrumpió en el despacho y le contó sobre el intimidante llamado.

Acto seguido Pallarols se fue a otra sala para llamar a Jorge Astudillo, funcionario de Ceremonial de la Casa de Gobierno. Volvió algo nervioso y enseguida decidió comunicarse con el jefe de Ceremonial de la Ciudad, a quien le explicó en detalle la situación.

En dicha comunicación el escultor explicó que se había comprometido con Macri, que tenían que hacer una última prueba y que se lo iban a entregar a ellos. Pero desde la Casa Rosada le respondieron: “No, el bastón de mando lo tienen que traer para acá”.

“Me pidieron el bastón y dijeron que ellos con el bastón de mando hacen lo que quieren”, agregó Pallarols, quien definió la situación como “una cosa demencial”. La tensión llegó a tal punto que el orfebre, incluso, le dijo al funcionario porteño: “Yo les puedo entregar otro bastón, no el que hizo la gente”, ya que, argumentó,“yo tengo un compromiso moral con la gente que me ha preguntado si este de verdad es el bastón que va a recibir el presidente”.

Sucede que para la confección del bastón, que el primer mandatario argentino recibe junto con la banda presidencial y la Marcha de Ituzaingó que anuncia su presencia, Pallarols reocorrió las 24 provincias de nuestro país, donde ciuadanos argentinos colaboraron con más 2,5 millones de golpes de cincel que quedaron impresos en la empuñadura.

En ese sentido, en posteriores declaraciones radiales, el reconocido artista afirmó: “Yo el bastón siento que no es mío, sino del pueblo”, Pallarols comprendió, y lo manifestó ante Crónica, que se encuentra en medio de una pelea política, y que no quiere “que el bastón se manche”.

Dicha disputa gira en torno al lugar donde se realizará la ceremonia de traspaso, ya que mientras desde el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quieren hacerlo en el Congreso, desde Cambiemos insisten en que el traspaso de atributos sea en la Casa de Gobierno.

Finalmente, Pallarols aseguró que tras el incidente recibió un pedido de disculpas. “Hace un ratito nomás me llamó e director de Ceremonial diciendo que fue un malentendido, que quien llamó no había querido decir eso y acepté las disculpas”, precisó a un matutino porteño.