IAPG ENCABEZADOPAN AMERICAN ENERGY (CABECERA
WEGTGN
SECCO ENCABEZADOALEPH ENERGY ENCABEZADO
PRELASTKNIGHT PIÉSOLD ENCABEZADO
SACDE ENCABEZADOINFA ENCABEZADO
RUCAPANELMETSO CABECERA
Induser ENCABEZADOSAXUM ENGINEERED SOLUTIONS ENCABEZADO
GSB CABECERA ROTATIVOFERMA ENCABEZADO
METROGAS monoxidoMilicic ENCABEZADO
PIPE GROUP ENCABEZADGRUPO LEIVA
cgc encabezadoGenneia ENCABEZADO
BANCO SC ENCABEZADOPWC ENCABEZADO ENER
WICHI TOLEDO ENCABEZADOJMB Ingenieria Ambiental - R
WIRING ENCABEZADOCRISTIAN COACH ENCABEZADOCINTER ENCABEZADO
BANCO SJ ENCABEZADONATURGY (GAS NATURAL FENOSA) encabezado
OMBU CONFECATSERVICIOS VIALES ENCABEZADO ENER
ACTUALIDAD
Inversiones para aprovechar el repunte del campo. Scibona: En primer plano
25/07/2016

Las inversiones para aprovechar el repunte de actividad en el campo

iProfesional

Las la quita de retenciones, el Gobierno apuesta a que la recuperación de la actividad económica empiece por el campo. Para muchos inversores se trata de un negocio ajeno y difícil de desentrañar. Sin embargo existen varias alternativas para que quienes no entienden ni de siembra ni de vacas puedan aprovechar el potencial que tiene el sector.

Los analistas coinciden que las perspectivas para la ganadería son inmejorables. "La Argentina tiene la ventaja de un mercado interno como no tiene otro país, un consumo per cápita altísimo, que da una base interesante, más allá de que esté cayendo un poco", explica Juan Garzón, economista jefe de Ieral, de la Fundación Mediterránea.

"Pero además hay un potencial en la exportación de carne: la Argentina llegó a tener, no hace mucho, hace diez años, 6 o 7% del mercado mundial de carne, exportando 700.000 toneladas. Hoy estaríamos en apenas 200.000 toneladas. Si se van alineando las variables macroeconómicas, el margen para crecer es grande", explica el coordinador del área de Agricultura del instituto.

La inversión en ganadería ofrece un retorno en moneda dura que podría ir del 5% al 20%, en el mejor de los casos. Existen, para ello, fideicomisos que permiten participar del negocio, y en los que se puede entrar a partir de los $10.000, con un horizonte de inversión de entre 12 y 18 meses, en línea con el período productivo de la ganadería.

Tal es el caso de los fideicomisos estructurados por el Club del Inversor Ganadero, que se dedica básicamente a unir a pequeños y medianos inversores con pequeños y medianos productores ganaderos en la zona del este de La Pampa y del sudoeste bonaerense.

"El proyecto nació con un fin social, que es evitar que se siga despoblando el interior ganadero, como sucedió en todos los años del boom de la soja", explica Gregorio Aberasturi, presidente del club. "Nosotros le damos a los productores todo el respaldo: un equipo conveterinarios, ingenieros agrónomos, contador", agrega.

El fideicomiso del Club del Inversor Ganadero va por su tercera ronda de inversiones, con una rentabilidad en moneda constante de entre 18 y 23%. "Dentro de las inversiones conservadoras, como los inmuebles, el plazo fijo o el dólar, debería estar la carne", dice Aberasturi. "Y es una inversión que además tiene un plus que es la parte social, porque ayuda a crear mano de obra en los pueblos de zonas ganaderas", agrega.

En tanto, Openagro ofrece invertir en un fideicomiso de ganadería, con un monto mínimo de $ 200.000 y un horizonte de dos años, ya que se ocupan de la cría y recría de los animales. En lugar de venderlos con 160 kilos, los venden engordados, con 300 kilos.

También la agricultura tiene excelentes perspectivas en la próxima campaña. Garzón estima que la rentabilidad de un pool de siembra podría estar entre 15 y 20% a precios constantes, dependiendo en gran medida del costo del alquiler de los campos que se consigan.

"Un pool tiene posibilidad de diversificar áreas e ir compensando zonas donde les va bien, con zonas donde no les va muy bien, cosa que para un productor individual es difícil. La diversificación es algo muy importante a tener en cuenta, más allá de la rentabilidad prometida", aconseja Garzón a La Nación. "Está todo muy fluctuante en el mundo, a veces conviene perder algo de rentabilidad esperada para tener diversificación", analiza.

Para invertir en fideicomisos de siembra, en Openagro el monto mínimo es de $200.000,mientras que el horizonte de la inversión equivale al tiempo de una campaña, esto es, 12 meses.

"El inversor puede invertir montos menores y obtener una renta anual sin tener que ocuparse del negocio, porque uno se suma a un esquema que viene funcionando hace mucho tiempo, que sabe cómo producir y que tiene la escala necesaria para diversificar los riesgos y ser eficiente en los costos productivos", dice Guillermo Villagra, de la firma, que tiene unfideicomiso que funciona desde 2003 y ha sembrado más de 500.000 hectáreas.

Si bien, según dice Villagra, aún es temprano para hablar de una rentabilidad determinada, se proyectan para la campaña 2016-2017 retornos de 15% en dólares. "Hay un detalle importante que al inversor le gusta, y es que Openagro es socio de ellos en las ganancias, pero también lo es en caso de que existan pérdidas, ya que nosotros invertimos con ellos", aclara.

En el mundo financiero existen a su vez algunos instrumentos que, si bien no permiten directamente invertir en campo, sí pueden replicar en gran medida los beneficios de un repunte del negocio agropecuario.

Hay acciones de empresas como las de Cresud o Adecoagro que pueden ofrecer apuestas atractivas, dice Ricardo Baccarin, secretario del Mercado a Término de Buenos Aires (Matba).

Cresud, aseguran los analistas del mercado, podría verse beneficiada por un incremento en lavaluación de los campos, no sólo si mejoran las perspectivas del campo, sino también a partir del blanqueo. En el año, la acción acumula una suba de 36,8% y cotiza tanto en la Bolsa porteña como en la de Nueva York. Adecoagro, que cotiza en el NYSE, en Wall Street, acumula por su parte una ganancia en dólares de 1% en lo que va del año, y según Baccarin ofrece excelentes perspectivas a mediano plazo.

Para quienes conocen más de instrumentos financieros, y tienen un perfil más especulativo, los futuros agropecuarios podrían ser una opción más para contemplar. Uno puede comprar futuros no sólo apostando a la apreciación de un cultivo, sino también previendo que puede caer de precio. "Es un negocio no para todos los bolsillos", admite Baccarin. "Los mercados más líquidos son los de la soja y el maíz", dice.

Y hay otra opción: en el Mercado a Término de Buenos Aires también se pueden comprar los productos Chicago, que replican el mercado de los Estados Unidos en su precio y en su cantidad, con la ventaja de que en lugar de poner dólares afuera se pagan en la Argentina y en pesos, al tipo de cambio del día.

El campo en primer plano

LA NACIÓN

NESTOR O. SCIBONA

Quienes valoran los números emblemáticos tienen bastante con la actual Exposición de Palermo: es la edición 130º; coincide con el 150º aniversario de la Sociedad Rural y el próximo sábado, Mauricio Macri será el primer presidente que participe de su inauguración oficial después de 14 años y a ocho del conflicto del campo con el gobierno kirchnerista.

Sin embargo, otro aspecto explica el cambio de clima en el sector y no sólo por el mayor número de expositores, o porque después de muchos años reaparecieron los stands de organismos y bancos oficiales. "Esta es la primera campaña en que la producción agropecuaria de la Argentina puede competir sin las múltiples trabas que la colocaron en desventaja frente a otros países de la región y del mundo", destaca Santiago del Solar, productor del CREA de la zona de Trenque Lauquen.

La perspectiva del campo es otra desde que en diciembre, el Gobierno dispuso la devaluación, la unificación cambiaria, el fin de las retenciones, los cupos o permisos para exportar y los controles de precios. Ahora los productores esperan que Macri ratifique el compromiso oficial de reducir otro 5% los derechos de exportación para la soja (al 25%) en 2017. La oportunidad no es una cuestión secundaria. La siembra comienza en septiembre y, junto con la mayor producción de maíz prevista para esta campaña (del orden de 25/30%, al igual que en trigo), permitiría una rotación de cultivos en beneficio de los suelos inexistente desde hace años. Incluso cuando las condiciones meteorológicas juegan una doble mala pasada. El buen clima en los Estados Unidos favorece allá cosechas récord de maíz y trigo, con caída de precios, pero aquí el mal tiempo demora la cosecha en el primer caso y la siembra en el segundo.

Esto ocurre después de que las graves inundaciones en el Litoral redujeron casi 8% la producción de soja (de 60 a 55,6 millones de toneladas), que a nivel macroeconómico se compensa con un mayor repunte de precios, pero no alcanza a los productores que sufrieron pérdidas de rendimiento o calidad. Muchos están endeudados y debieron ser auxiliados con refinanciaciones y nuevos créditos del Banco Nación a tasa subsidiada. No deja de ser un avance: durante la era K los silos bolsa fueron fuente de autofinanciamiento, ante la ideologizada restricción crediticia oficial.

Las proyecciones de mayor siembra y cosecha para la campaña 2016/17 implican un aumento de las inversiones del sector, con efecto multiplicador sobre varias actividades conexas. Aquí es donde está puesta la mira del Gobierno, por más que el resultado signifique una mejora de las cuentas externas, pero no tanto de las fiscales. Por lo pronto, el ministro Alfonso Prat-Gay evitó los eufemismos. "El campo es y debe ser la locomotora del crecimiento. Es la industria más competitiva que tenemos y con mucho para enseñarles a otros sectores. Inviertan, innoven, impulsen", arengó días atrás en Palermo.

Varios indicadores avalan este impulso inversor motorizado por el sector, especialmente en la zona núcleo no afectada por las inundaciones. El patentamiento de pickups 0 kilómetro creció 10% en el primer semestre, mientras que en los primeros tres meses del año subió 20% la venta de cosechadoras y 25% la de implementos agrícolas y sembradoras. También se reactivaron las compras de semillas y de fertilizantes, y repuntaron los precios (en dólares) de los campos, que se trasladaron a los arrendamientos. Estas operaciones forman parte de la inyección de capital circulante que el titular de la Sociedad Rural, Luis Etchevehere, estimó en el equivalente a US$ 58.000 millones anuales. En ganadería vacuna, a su vez, la faena de hembras se redujo de 47 a 42%, con una mayor retención de vientres para producir más terneros, mientras los mayores costos reducen el stock de novillos pesados de exportación. De hecho, la Argentina no pudo cumplir con la cuota Hilton por escasez de productos.

Para Del Solar, el campo tiene ahora el desafío de pasar de "una agenda de conflicto a otra de competitividad". Pero es evidente que recorrerla llevará tiempo, por el gran déficit de infraestructura heredado y porque la inflación distorsiona la cadena de producción y comercialización. Además, los especialistas coinciden en que la devaluación de diciembre dolarizó los costos de insumos y contratos, con lo que se redistribuyó rápidamente la mejora de la renta.

Un proyecto clave es el Plan Belgrano y la rehabilitación del ferrocarril de cargas para tornar rentable la producción exportable del NOA y zonas marginales. Mientras tanto, el alto precio del gasoil afecta a las producciones más alejadas de los puertos, donde además es precario el estado de los caminos rurales. Los tamberos quedaron en desventaja frente a otros países competidores en los años de altos precios internacionales, y la posterior baja a la mitad desemboca ahora en una mayor concentración productiva. Y buena parte de las economías regionales, aun sin las retenciones del 10% que el gobierno anterior se negó a eliminar pese a su baja incidencia fiscal, no logra salir a flote debido a la suba de costos internos y la recesión brasileña.

Es casi un lugar común señalar que la Argentina tiene potencial de recursos para alimentar a 400 millones de habitantes en el mundo y cuenta con más de 200 empresas biotecnológicas, buena parte de las cuales se vincula con la actividad agroindustrial. Pero durante la década "ganada" se perdió la oportunidad de aprovechar los altos precios de las materias primas para desarrollar al sector.

Como ocurrió con la energía, el divorcio entre los precios internos y los internacionales bajo el argumento de "defender la mesa de los argentinos" condujo al estancamiento o retroceso en la oferta de cereales y carne vacuna, y a su progresivo encarecimiento. Mientras tanto, Brasil, Uruguay y Paraguay avanzaron sobre los mercados externos que resignó la Argentina. La excepción fue la soja, cuyo consumo doméstico es ínfimo y resultó más rentable para sustituir otras producciones debido al salto de productividad que significó hace dos décadas la introducción de las nuevas técnicas de siembra directa, semillas transgénicas, tecnologías de cultivo y organización en red. Paralelamente, el país permaneció aislado de buena parte del mundo. Con el Mercosur en crisis, la aproximación a la Alianza del Pacifico puede ser ahora una ventana de oportunidad para apuntar a nuevos mercados.


Vuelva a HOME


KNIGHT PIESOLD DERECHA NOTA GIF 300
Lo más leído
PAN AMERICAN ENERGY (JUNIO)
TODO VACA MUERTA
PODER DE CHINA
NOTA EN MÁS LEIDAS GIF
VENEZUELA
;