La viabilidad de la petrolera mexicana depende de tres factores relacionados con impuestos, reducción de gasto y apoyo federal, indica Fitch.

Petróleos Mexicanos (Pemex) se enfrenta a una insolvencia resultado de los recursos que aporta a través de impuestos, la insuficiencia del apoyo del gobierno y los efectos a largo plazo de la reducción de gasto de capital, advierte un análisis de la calificadora Fitch.

"La continua demanda del gobierno mexicano por dividendos de Pemex a través de impuestos obligará a la empresa a pedir prestado de una manera insostenible", explicó el director senior en Fitch, Lucas Aristizábal, en el reporte Petróleos Mexicanos Análisis de sensibilidad.

En un futuro es improbable que Pemex tenga un flujo operativo positivo, pues los impuestos aseguran una probable transferencia de su flujo operativo en este año, expuso el analista.

 

El plan de rescate que recientemente le dio el gobierno federal a la petrolera es insuficiente para lograr que Pemex sea autosostenible, indicó.

En abril de este año, el gobierno de México anunció una serie de medidas para apoyar a la petrolera estatal por un monto de 73,500 millones de pesos (mdp)

."A pesar de ser un paso en la dirección correcta, fue insuficiente para hacer autosostenible a la compañía. Los precios del petróleo y la producción de gas son muy competitivos, proporcionando poco espacio para bajar los costos de reemplazo. Una reducción prolongada de los gastos e inversiones aumenta los riesgos y pone en peligro la viabilidad a largo plazo", indica Fitchs.

En agosto, la calificadora S&P cambió de estable a negativa la perspectiva de notas de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad luego de la misma acción para México.