Argentina debe cambiar rápidamente el uso "de combustibles fósiles a fuentes como la solar o la eólica", afirmó hoy el director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el noruego Erik Solheim, quien reivindicó el "impulso al sector privado como promotor de este cambio" de parte del presidente Mauricio Macri.
"Los gobiernos deberían abrazar el ambiente para producir más trabajo y prosperidad: no menos", afirmó Solheim en una entrevista con Télam en la sede de ONU, luego de inaugurar en la Cancillería el foro "Un futuro bajo en carbono", en el día en que Naciones Unidas cumple 71 años de creación luego de la Segunda Guerra Mundial.
El funcionario dijo que, "actualmente, no hay ningún político electo que se oponga a las mejorías en cambio climático" y el límite se expresa "en cierto conservadurismo y un poco de lentitud quizá más en la política que en las empresas, pero todos los presidentes, (Barak) Obama de Estados Unidos, Macri de Argentina, quieren avanzar".
"Las empresas, en general, son las que quieren generar nuevos puestos de trabajo y están dispuestas; por eso estoy tan de acuerdo con el presidente Macri en su impulso al sector privado como promotor de este cambio con el medio ambiente", planteó Solheim.
El funcionario de ONU afirmó que el Presidente "se ha comprometido con el medio ambiente en la Argentina y ha estructurado un área de cambio climático en su gabinete de ministros".
"Entonces, si uno quiere como país moverse lo suficientemente rápido, tiene que poder descansar (apoyarse) en el presidente o el primer ministro; sino, no se puede", refirió.
Solheim definió que "el cambio climático es, por sobre todas las cosas, una cuestión global, con la polución en las ciudades de todo el mundo, una gran contaminación de plásticos en los océanos y la amenaza a la vida de la fauna en varios lugares, que puede llegar a extinguir determinadas especies".
Esos problemas globales "tienen diferentes caras en distintas partes del mundo, y en la región estamos en justamente en el punto de inflexión en el que vemos que Argentina está cambiando -y debe cambiar rápidamente- desde los combustibles fósiles a fuentes de energía como la solar o la eólica", planteó.
El funcionario observó que el país "está trabajando en la reducción de contaminación en las ciudades como Buenos Aires y trasladando el sistema transporte a un sistema eléctrico", e indicó como problema "una gran contaminación en el río que tiene que ser detenida".
"Además de esto, Argentina es una nación muy grande, con muchos bosques, que es un ecosistema que tiene que ser protegido", agregó.
Consultado acerca de la tensión social que supone la reducción de bosques nativos para reemplazarlos por áreas dedicadas a la agricultura, el funcionario opinó que hay que dirigirse "hacia una agricultura más productiva y más amigable para el ambiente".
"Si aumentamos la productividad de la agricultura, la gente puede alimentarse de la tierra y no sería necesario entonces invadir los bosques nativos", consideró.
Erik Solheim es desde mayo director ejecutivo del Pnuma; fue ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Internacional de Noruega -2007 a 2012- e integrante de la coalición global UN Redd, programa de la ONU para la conservación y el uso sostenible de los bosques tropicales del planeta.
Dado que Noruega es un gran productor de petróleo, el máximo desafío de Solheim como ministro de Ambiente "fue el traslado de una economía tradicional basada en los combustibles fósiles hacia energías renovables, que internamente se basa en la hidroeléctrica", y el combustible fósil es destinado a exportación.
Hace diez días, el funcionario participó de una reunión internacional en Kigali, Rwanda, a la que calificó de "éxito enorme" por un acuerdo para reducir el calentamiento global en medio grado -actualmente está incrementándose hacia superar los dos grados por encima de la temperatura atmosférica considerada crítica-".
Se trata de los gases que manan de los sistemas de refrigeración, "y todos estuvieron de acuerdo: Estados Unidos, China y América Latina".
"Nos pusimos de acuerdo en que no tiene que superar esos dos grados, entonces tenemos que acelerar nuestros esfuerzos", enfatizó.
Solheim criticó "una idea arraigada que existe, que considera que si uno se dedica más al ambiente, va a detener la prosperidad económica".
"Pero es todo lo contrario: si uno avanza rápido con temas relativos al ambiente y al cambio climático, se pueden generar muchos más empleos en las industrias de energías renovables, en las pesquerías y agriculturas amigables con el ambiente a través de sistemas impositivos (facilitadores), y también en el área de turismo, donde se genera mayor cantidad de puestos de trabajo en la actualidad", detalló.
Ciclos extremos de frío o calor; zonas costeras amenazadas por el aumento del nivel de los océanos; extremas sequías como las que padece el sur de África, son expresiones diferentes de común denominador: el cambio climático.
Solheim concluyó: "Por supuesto, creo yo, Europa es menos vulnerable al cambio climático que África: en un mundo en el que no hay tanta justicia, pareciera ser que aquellos que no han generado problemas de cambio climático, son los que lo sufren más".
