Rarezas del consumo energético, las temperaturas, los acondicionadores de aire modernos y la fiebre porteña fin de año. Sobre la base de un cálculo impreciso, el Gobierno llegó a una certeza: si lograra convencer a todos los ciudadanos acalorados de utilizar el split en 24° en lugar de 20° se reduciría sustancialmente la cantidad de cortes de luz que se esperan para los próximos días. Así lo explicó ayer en conferencia de prensa la subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética, Andrea Heins.

"Si todos ponemos el aire acondicionado a esa temperatura en un día de calor se pueden ahorrar 850 MW de potencia. Esto es más que la potencia de Atucha II, de 745 MW", sostuvo la funcionaria. Esa cantidad de energía representa el consumo de unos 211.000 hogares, por lo que una eventual disminución de la demanda haría que más familias tengan luz en las épocas críticas (el año pasado, por ejemplo, se aplicaron cortes programados de electricidad debido a que el consumo superó en algunas ocasiones la oferta disponible, incluida la importación).

La batalla por el cambio cultural en materia energética comenzó desde la cima del Poder Ejecutivo. Ayer, el presidente Mauricio Macri recordó en Córdoba: "Ahora que viene el calor, usar el aire acondicionado a 24 grados. Esas pequeñas cosas ayudan", insistió. Y un día antes, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, cerró su participación en un seminario organizado por la Asociación Empresaria Argentina con la misma consigna. El pedido apunta en especial a la hora de la siesta. Los números muestran que entre las 15 y las 16 se registra el pico de consumo, por lo que también ese período es la mayor amenaza para el suministro de energía, una dificultad que el año pasado condujo a la aplicación de cortes de luz programados.

En las próximas semanas el Gobierno lanzará una campaña en medios de comunicación y redes sociales para favorecer la concientización respecto del uso de la energía con vistas a generar cambios de hábitos. Se extenderá al menos durante todo 2017.

También lanzará una guía de uso eficiente de la energía que será impresa y estará en la Web y en una aplicación para descargar en teléfonos celulares. De manera sencilla, explica qué puede hacer cada usuario para reducir el consumo en cada espacio de su vida, desde la cocción de los alimentos hasta el momento de la ducha.

Junto a Hein habló el secretario de Planeamiento Energético Estratégico, Daniel Redondo. Ambos sostuvieron que el Gobierno no hará ningún tipo de coacción para que los usuarios ahorren energía, sino que apunta a la colaboración.

De todas maneras, la funcionaria aclaró que si bien quizá no todos los consumidores de servicios públicos lo sepan, la primera penalización por consumir de más es económica. Para los usuarios que no tienen tarifa social está vigente una bonificación del 22% si ahorran entre 10% y 20% con respecto al mismo período del año anterior. Y llega hasta el 38% del precio del KW si reduce su demanda en más de 20% con relación al mismo período de 2015.

Según los funcionarios, en los próximos meses el Gobierno lanzará nuevas medidas para ahorrar energía. Por caso, está trabajando en un plan canje para cambiar aparatos domésticos ineficientes por otros de menor consumo. Redondo apuntó que si bien los primeros pueden ser más caros que los segundos al momento de la compra, la diferencia se amortiza "en el período de un año".

También habrá un relanzamiento del plan de etiquetado. Desde hace años, los equipos de línea blanca están identificados. Los más eficientes llevan la letra A, aunque según los funcionarios pocos consumidores están al tanto.

Más adelante prevé desarrollar un plan de estímulo para reemplazar las lámparas de bajo consumo por la tecnología LED, aún más eficiente. "Esto es un plan que va más allá de la actual situación de emergencia energética", remarcó Heins.

Con el último mes del año, llegó el calor. Se pronostica que los próximos días tendrán temperaturas superiores a 30 grados y eso pondrá otra vez a prueba un sistema eléctrico que sigue al límite, aún en estado de “emergencia”. La situación promete ser delicada porque, aunque las empresas aseguran haber invertido miles de millones de pesos en mejoras, sus redes deberán soportar casi un millón y medio de aires acondicionados más que el año pasado. Por eso, en las últimas horas, el Gobierno lanzó una fuerte campaña rogando moderación en el uso de esos aparatos.

Fabricantes y vendedores de electrodomésticos consultados por Claríncoincidieron en estimar que este año terminará con más de 1.400.000 unidades nuevas vendidas, 50% más de las registradas en 2009 y casi el doble de las 750.000 que se habían despachado en 2005. Los datos que maneja el mercado indican que sólo en los últimos tres años la población compró e instaló unos 4.600.000 acondicionadores, a un ritmo cercano a los 4.200 por día.

Aunque muchos se adquieren para recambiar uno viejo, es indudable que cada año el parque instalado se amplía. Según los últimos datos de la consultora GfK Retail & Technology, actualizados a octubre, en lo que va del 2016 las ventas de aires acondicionados en los comercios crecieron un 11% interanual, aunque para los split con opción frío-calor -cada vez más pedidos para reemplazar a las estufas a gas en invierno- el avance fue del 27%.

Para los compradores, cambiar el ventilador por un split representa un salto gigantesco en términos de confort. El problema es que el consumo eléctrico de los aires más pequeños resulta al menos 10 veces superior al de un turbo y multiplica por 15 el de un ventilador de techo. Para un aire mediano de living, la brecha se amplía todavía más. A nivel masivo, entonces, el auge de venta de aires provocó un cambio radical en los patrones de consumo eléctrico de la población.

En el Ministerio de Energía, por ejemplo, calculan que en los momentos de calor extremo los aires acondicionados ya representan “un cuarto de la demanda eléctrica del país”. El récord actual de potencia para un día hábil, registrado el 12 de febrero pasado en medio de una ola de calor, fue de 25.380 megawatts, según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Para los técnicos del Gobierno, en esos casos, más de 6.000 megawatts ya se usan para mantener funcionando los acondicionadores.

“Por los aires, en los últimos años cambió la modalidad de consumo y los picos de demanda se trasladaron. Antes se producían por la noche, cuando la gente volvía a su casa y encendía las luces. Pero ahora se dan en las primeras horas de la tarde, cuando la temperatura sube y los aires trabajan al máximo”, añadió Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.

En parte por esta razón, el Gobierno descartó volver a adoptar en el país un horario de verano en el huso -4 UTC, como el que había regido entre 2007 y 2009 por iniciativa del kirchnerismo

En este escenario, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, lanzó ayer una campaña de ahorro energético y le pidió a la población “ahorrar agua, apagar la luz y el aire acondicionado usarlo a 24 grados”.

En otra oportunidad, culpando al gobierno anterior, el jefe de Estado había advertido que el país va a “volver a tener cortes de luz este verano” y que habrá que esperar “3 o 4 años para tener un servicio del primer mundo”.

“Todo va a depender de la temperatura y el clima”, había definido el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien recordó que la “emergencia eléctrica” sigue hasta fines del 2017 y prometió que recién entonces se podrá ver “un cambio notable” en materia de apagones. Ayer a la tarde, con 29 grados, más de 20.000 hogares se habían quedado sin luz.

En las distribuidoras, sin embargo, se animan a prometer que este verano la situación ser algo mejor que la del año pasado porque no se prevén temperaturas superiores a las normales en el área metropolitana y por las mejoras que dicen haber realizado.

“Tras haber invertido $ 3.000 millones, apostamos a que este año los indicadores de calidad van a mejorar. Con iguales condiciones, debería haber menos cortes. Aunque, si tenemos cinco días con mínimas mayores a 20 grados y máximas mayores a 30, la red trabajará forzada”, admitieron en Edenor.

“Invertimos $ 2.700 millones en 2016 y prevemos que sean $ 15.000 millones en los próximos cinco años. Problemas puntuales va a haber, pero cada año se notarán las mejoras”, prometieron a su vez en Edesur, que ayer inauguró una obra para reforzar la red en los barrios críticos de Caballito, Parque Chacabuco, Almagro y Villa Crespo.

Este verano, con las nuevas tarifas, usar 10 horas diarias un aire acondicionado de dormitorio tendrá un impacto de $ 282 en la factura mensual de un hogar chico, de $ 312 en la de un hogar mediano y de $ 368 en la de un hogar grande.