El RISE (Regulatory Indicators for Sustainable Energy), otorgó a Chile una puntuación global promedio de 76 (de 100), ubicándolo "en el primer lugar de Sudamérica, segundo de Latinoamérica, después de México, y 29 en el mundo", señaló el estudio.
La investigación contempló más de 3.000 políticas energéticas de 111 países de todos los continentes, en relación al acceso, la eficiencia y las fuentes renovables de energía explotadas.
Varios países en desarrollo han sido identificados como líderes en energía sostenible, de acuerdo con un nuevo análisis realizado por el Banco Mundial, pero no es todavía queda mucho por mejorar en todo el mundo, y especialmente en África, que es el menos electrificado de los continentes del planeta.
En concreto, RISE evalúa la política de un país y el apoyo regulatorio para cada uno de los tres pilares de la energía sostenible:
El acceso a la energía moderna
Eficiencia energética
Energía renovable
El informe describe 27 indicadores independientes que cubren 111 países que en conjunto representan el 96% de la población mundial. Cada indicador se refiere a un elemento específico de la política más grande o régimen regulatorio.
"El mundo está en una carrera para asegurar una transición a la energía limpia que va a crear empleo, garantizar una atención de la salud y la educación, y permitir que las economías crezcan," afirmó Rachel Kyte, CEO and Special Representative to the UN Secretary-General on Sustainable Energy for All. "El aumento del uso de la energía renovable es un elemento clave en esa transición.
Como puede verse África sigue estando muy por detrás de la curva. El continente sigue siendo el menos electrificado del mundo, con 600 millones de personas viven sin acceso a la electricidad. El informe encontró que el 40% de los países del África no han tomado ninguna de las medidas de política necesarias para acelerar el acceso a la energía, en comparación con menos del 10% de los países asiáticos.
Hay algunas excepciones, sin embargo, como Kenia, Tanzania y Uganda, con sólidos marcos de política en su lugar.
La investigación contempló más de 3.000 políticas energéticas de 111 países de todos los continentes, en relación al acceso, la eficiencia y las fuentes renovables de energía explotadas de acuerdo a la información difundida por Sputnik.
Chile se encuentra a la cabeza en la lista de países líderes en el desarrollo de energías sustentables en Sudamérica del Banco Mundial, según un informe publicado. Respecto al acceso a la energía, Chile obtuvo la máxima calificación, de 100 puntos.
Su puntaje en eficiencia energética fue de 50, y en el ítem energías renovables sacó 78. El país sudamericano fue mal evaluado en las subcategorías de incentivos y mandatos del sector público (25), consumidores (22), y en utilidades y precios del carbono, en relación a las emisiones, donde registró calificación cero.
El informe RISE destacó en primer lugar internacional a Dinamarca, con 94 puntos; en segundo a Canadá y Estados Unidos, con 91, y en tercer lugar a Países Bajos, con una puntuación de 90.
Al final de la lista, se encuentran Somalía, con 5 puntos; Haití, con 11, y Mauritania, con 13.
El Banco Mundial reflejó que países como México, China, Turquía, India, Vietnam, Brasil y Sudáfrica, buscan potenciar sus fuentes de energías sustentables, a través de "sólidas" políticas públicas, con el fin de convertirse en líderes mundiales en acceso y eficiencia energética.
Andrés Rebolledo recalcó que el potencial del viento en este ámbito es uno de los temas claves en la política energética que esperan lanzar en marzo en Magallanes.
“Lo primero es hacer una reflexión más general respecto de la región y su potencial, particularmente en el tema eólico, que es uno de los temas que surge de manera clara en el marco de la política energética que queremos lanzar en marzo en Magallanes“.
Así refrendó el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, la positiva perspectiva que se tiene en la cartera respecto del nuevo Parque Eólico Cabo Negro, de Enap, proyecto cuya Declaración de Impacto Ambiental fue ingresada al Servicio de Evaluación Ambiental el pasado 18 de agosto y se encuentra en proceso de calificación, con una inversión asociada de US$20 millones.
El respaldo surge tras ser consultado por las últimas apreciaciones que formuló en torno a esta iniciativa, el gerente general de Enap, Marcelo Tokman, durante su última visita a nuestra ciudad a fines de diciembre del año pasado. En aquella oportunidad, si bien el ejecutivo reconoció que el proyecto señalado es de gran importancia para la región -dada la necesidad de diversificar la matriz energética-, expuso que una de las dificultades está en lograr que la iniciativa sea rentable. A eso sumó que “la distorsión del precio del gas hace muy difícil que se lleven a cabo estos proyectos. El escenario no ha cambiado pero estos proyectos compiten contra una generación eléctrica que utiliza un gas que está a un precio muy por debajo del valor de mercado”.
Al ver la declaración, se percibe una visión no tan esperanzadora. No obstante, la mirada de Rebolledo es distinta, ya que el proyecto se inserta en un esquema macro de diversificación de energía. “Creemos que en el tiempo, uno de los potenciales importantes que se desarrollará en la región, es la generación eólica, que tecnológicamente ha ido cambiando mucho y es cada vez más rentable, lo que sin duda va a tener en algún momento un impacto en la región”, según informó La Prensa Austral.
