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ACTUALIDAD
Enarsa convoca nueva licitación para terminar el Gasoducto del NEA
15/08/2017

Enarsa relicita para terminar una obra "sospechosa"

ENERNEWS/Clarín

MARTÍN BIDEGARAY

Es  la construcción  de un tramo del Gasoducto del NEA que una firma cobró pero que no construyó o dejó en mal estado. Fue una denuncia de PPT.

La estatal Enarsa convocó a la licitación para terminar la construcción del gasoducto del Noreste Argentina (GNEA). La obra, que ya consumió más de US$ 3.000 millones, arrancó en 2003 y tiene una particularidad: fue proyectada -según el ministerio de Planificación kirchnerista- para abastecer de gas a todas las provincias, pero en un país en el que falta gas, donde hay que importarlo en el invierno.

El GNEA está sospechado de corrupción. Hubo una contratista -Servicios Vertúa- que se quedó con tres de los nueve tramos En uno de ellos, no construyó lo que le tocaba o dejó la obra en mal estado. En julio de 2016, el programa "Periodismo para Todos" mostró imágenes de caños tirados, almacenados a la intermperie o con conexiones mal hechas.

La nueva gestión de Enarsa -a cargo de Hugo Balboa- rescindió el contrato de Servicios Vertúa. De todas formas, la firma cobró $ 733 millones de la administración anterior antes de poner un pie en el lugar, según el programa de Jorge Lanata. La compañía además reclamó otros $ 539 millones por "días de improductividad" en Salta, según Enarsa. Se investiga si la empresa no armó un fraude al respecto.

La convocatoria a licitación actual es para reacondicionar 107,9 kilómetros construidos por Vertúa y la construcción de 122,1 kilómetros nuevos. El pliego establece un presupuesto de $ 1.200 millones para 230 kilómetros.

Los 230 kilómetros de cañerías son para unir el gasoducto Juana Azurduy (que conecta Salta con Bolivia) con la localidad de Los Blancos, también en Salta, en el límite con Formosa. De lograrse, quedará terminado el gasoducto GNEA.

El ex ministro de Planificación Julio De Vido pensó en el GNEA como una forma de traer gas de Bolivia. Pero el país del norte no puede abastecer su contrato actual con Enarsa. Aún así, la gestión kirchnerista la creyó capaz de poder venderle aún más gas al país.

El gobierno actual heredó el GNEA y Enarsa decidió tratar de terminarlo, ya que el Estado nacional ya desembolsó la mayoría de los recursos públicos. La empresa estatal lo piensa como un complejo en el que pueda almacenar gas a contraestación, o en el que pueda direccionar lo obtenido en Vaca Muerta, una vez que ese yacimiento logre mayor producción de gas.

La obra se dividió en 9 tramos ​y entre sus adjudicatarias están varios abonados a la obra pública del kirchnerismo.

Con esta licitación, Enarsa espera tener listo el gasoducto para el primer trimestre de 2018. Hay cinco tramos que se estiman que estarán terminados para fin de año, mientras que otros ya fueron finalizados o están casi listos.

El GNEA permitiría el acceso a la red de natural a 400.000 hogares, que hoy están desconectados del sistema. Más allá del tendido nacional, luego se requerirán ajustes provinciales en conexiones y no está claro quién pagará por esas cuentas.

Terminarán en 2018 la mayor obra anunciada por el kirchnerismo

LA NACIÓN

PABLO FERNÁNDEZ BLANCO

Se trata del Gasoducto del Nordeste Argentino, que fue lanzado en 2003; concluirán un tramo de 200 kilómetros

Casi 15 años después de su primer anuncio, en la Casa Rosada y con el presidente Néstor Kirchner como anfitrión de una nutrida convocatoria empresaria, la administración de Mauricio Macri terminará el Gasoducto del Nordeste Argentino (GNA), la mayor obra que puso en marcha la gestión anterior, que originalmente debía estar finalizada tres años después de su presentación aquel día de noviembre de 2003. 

La tarea está a cargo de Enarsa, la empresa estatal de energía, que desde mañana pondrá a la venta el pliego para terminar el último tramo del ducto, que recorre la traza entre Salta (desde donde llega el gas de Bolivia) hasta Formosa. De allí en más, el gasoducto troncal está terminado.

La obra demandará unos $ 1100 millones y debería estar terminada en el primer trimestre del año próximo, según los requerimientos de Enarsa. En total, el GNA le costará al país unos US$ 1800 millones 

El tramo que se licita ahora reemplazará a la empresa Vertúa. En mayo del año pasado, la nueva gestión de Enarsa, a cargo de Hugo Balboa, le rescindió el contrato, entre otras cosas, porque sólo había construido el 53,92% del denominado EPC 1 (100 kilómetros), un tramo de 203 kilómetros, cuando otras constructoras tienen avances muy superiores. El trabajo de la ganadora consistirá en revisar lo hecho y terminar el proyecto.

Más chico y más tarde

En su versión original, el proyecto contemplaba llevar el gas a varias provincias que hoy no tienen ese recurso, entre las que se contaban Corrientes y Misiones. La última versión, en cambio, prevé construir un gasoducto de 1448 kilómetros para llevar el gas de Bolivia a través de Salta, Formosa, Chaco, Corrientes y Santa Fe hasta las cercanías de Buenos Aires.

La primera referencia pública al proyecto surgió el 6 de noviembre de 2003, en el II Encuentro Federal de Industriales, en Rosario. Participaron los ministros de Economía, Roberto Lavagna, y de Planificación, Julio De Vido.

La iniciativa había surgido de las oficinas de Techint. Sus técnicos lo consideraban un proyecto perfecto: traería el gas de Bolivia, donde la empresa de la familia Rocca tenía producción, a una Argentina cuya recuperación económica obligaba a las empresas -entre ellas las siderúrgicas del mismo grupo- a consumir más energía.

Menos de un mes después, Néstor Kirchner y Paolo Rocca anunciaban el proyecto en la Casa de Gobierno. Estuvo la crema del empresariado argentino en un acto dirigido al sector privado: Luis Pagani (Arcor y presidente de AEA), Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy), Santiago Soldati (Sociedad Comercial del Plata), Amadeo Vázquez (Telecom) y Oscar Vignart (Dow Chemical).

Más tarde, la oposición planteó reparos a la propuesta del grupo privado y Kirchner decidió continuar la idea en la órbita del Estado.

La intención oficial es que, una vez terminado, el GNEA sirva para traer gas de Bolivia. Aún resta saber cuándo ese país podrá aumentar las exportaciones a la Argentina.

Suman generación

El sábado pasado se pusieron en marcha las centrales térmicas Pérez y Cañada de Gómez, en Santa Fe, que estarán disponibles para atender el mayor consumo del próximo verano. De esa manera, informó el Ministerio de Energía, están generando 10 centrales contratadas en el marco de la Resolución 21, con un total de 774 MW, equivalente a la capacidad de generación de la central nuclear Atucha II. La inversión, estimada en US$ 696 millones, fue hecha por capital privado y su repago se realizará por contratos de largo plazo.


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