El equilibrio entre la oferta y la demanda se alcanzará incluso aunque se produzca un aumento de la producción, según la AIE.
La mejora en la demanda y los efectos de los recortes de producción aplicados por los países de la OPEP y por otros grandes productores de crudo, como Rusia, permitirán recuperar el equilibrio en el mercado del petróleo durante el próximo ejercicio.
Así lo recalca la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último informe mensual, en el que añade que este equilibrio entre oferta y demanda se alcanzarían incluso con un repunte en las cifras de producción.
En los últimos años, el exceso de oferta ha ejercido de lastre en la cotización del petróleo, provocando mínimos por debajo incluso de los 30 dólares. El barril de Brent ha logrado consolidarse en los últimos meses por encima del nivel psicológico de los 50 dólares.
Las previsiones incluidas en el informe mensual de la AIE recogen que la demanda mundial de crudo crecerá en 1,6 millones de barriles diarios en 2017, y en 1,4 millones de barriles en 2018.
Según la AIE, las reservas de crudo en los países industrializados bajó en agosto en 14,2 millones de barriles, de forma que el superávit respecto a la media de los cinco últimos años se modera a 170 millones de barriles.
El contrato de futuros sobre el crudo ligero estadounidense tipo West Texas con próximo vencimiento en noviembre tiene un precio de 50,95 dólares, un 0,7% a la baja, después de que ayer se conociera que las reservas semanales de petróleo subieron en 3,1 millones de barriles en la semana del 6 de octubre, según la American Petroleum Institute (API).
Según la misma fuente, las reservas de gasolina bajaron en 1,6 millones, pero las de refinados subieron en dos millones de barriles. Con un día de retraso, por la celebración el lunes de la festividad del Coumbus Day, hoy se han conocido los datos de la Energy Information Administration (EIA).
Los analistas consultados por S&P Global Platts esperaban que la EIA publicara un descenso de 400.000 barriles en los inventarios de petróleo, de 1,4 millones en las reservas de gasolina y de 1,64 millones en las de refinados.
Finalmente, a media mañana se ha conocido que la demanda había subido en 90.000 barriles diarios el mes pasado, hasta los 97,5 millones de barriles al día. Ese nivel supone 620.000 barriles más que durante el mismo periodo del año precedente.
El crecimiento de la demanda en septiembre vino impulsado por la producción en Estados Unidos a pesar de las interrupciones provocadas por la temporada de huracanas, así como por la mayor producción en el Mar del Norte y Kazajistán.
La Agencia Internacional de la Energía mantiene su previsión de crecimiento de la demanda de petróleo en 2017 en 1,6 millones de barriles día. Para 2018, la demanda crecerá en 1,4 millones de barriles día. Por otro lado, la oferta de países no OPEP subirá en 700.000 barriles por día en 2017, y en 1,8 millones en 2018.
El contrato de futuros sobre el petróleo tipo Brent de referencia en Europa con próximo vencimiento en diciembre tiene un precio de 56,66 dólares, un 0,5% a la baja y mantiene en estos momentos esos niveles para todos los vencimientos del primer trimestre de 2018.
Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pronostica una “fuerte” demanda de petróleo en 2018, apuntando incluso a un mercado global más ajustado que podría llegar a déficit el próximo año, en contra de los excedentes de suministros vistos en años anteriores, según se desprende del último boletín publicado por el cártel.
La OPEP señala que, el próximo invierno, las bajas reservas junto a unas previsiones de un clima más frío, podría impulsar la demanda de estos productos. Según señala el documento, la demanda global necesitará alrededor de 33,06 millones de barriles al día en 2018, un incremento de 230.000 barriles diarios respecto al pronóstico anterior.
Asimismo, el informe refleja la confianza de los responsables de la OPEP de que sus recortes de suministros están funcionando, aunque el petróleo continúa cotizando a la mitad del nivel de mediados de 2014, cuando llegó a situarse en torno a los 100 dólares por barril.
