El área de Ambiente y Energía del CEDyAT se encuentra analizando los diferentes escenarios posibles que se abren como un portal estelar hacia otra dimensión producido por el reciente Decreto 882/17 que expresa enfáticamente: "ARTÍCULO 8°.- Instrúyese al MINISTERIO DE ENERGÍA Y MINERÍA a impulsar las medidas necesarias para proceder a la venta, cesión u otro mecanismo de transferencia, según corresponda, de: a. las participaciones accionarias de titularidad del Estado Nacional asignadas al MINISTERIO DE ENERGÍA Y MINERÍA en las siguientes sociedades: vi. DIOXITEK SOCIEDAD ANÓNIMA".
En el sector nuclear, no se puede evitar un déjà vu, todavía muchos ingenieros, científicos y tecnológos, porque aún recuerdan que en mayo del 2001 en el elegante Centro de Convenciones del hotel Hilton de "La Jolla", el gobierno de la Alianza anunció ante 300 empresarios de todo el mundo, una mayor desregulación en el sector eléctrico de la Argentina, la privatización de las centrales nucleares Embalse y Atucha I.
Por aquel entonces, el secretario de Energía de la Nación, Alejandro Sruoga, abría en California la X Conferencia Anual Latinoamericana de Energía y llevaba a EE. UU. ese anticipo del gobierno del presidente Fernando de la Rúa con la intención de buscar inversores. Hoy el ingeniero Alejandro Valerio Sruoga es el actual Secretario de Energía Eléctrica de la Nación.
Esta la empresa mencionada en el Decreto Presidencial es propiedad en el 99 por ciento de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el uno por ciento, de la provincia de Mendoza. La planta industrial de Alta Córdoba entró en funcionamiento en 1982, quedando a cargo de Dioxitek en mayo de 1997. Está ubicada en el barrio Alta Córdoba, elabora dióxido de uranio, una materia prima que se utiliza para la elaboración del combustible para las centrales nucleares del país. También se elaboran fuentes selladas de cobalto 60, de diversos usos industriales y medicinales.
La ordenanza del municipio cordobes Nº 8133/85 de uso de suelo, sancionada hace 32 años, prohíbe que una planta como ésta pueda estar ubicada en un barrio categoría 2 como lo es Alta Córdoba. Ya se anunciaron seis promesas de relocalización. La primera vez fue en 1994. Desde entonces, en otras cuatro oportunidades (1997, 2004, 2006 y 2012), se anunció el traslado de la fábrica de dióxido de uranio de Alta Córdoba. La última fue en enero de 2017 explicando que se iría a Formosa.
Actualmente, en el predio de Dioxitek se encuentran enterradas 57.600 toneladas de colas de uranio. En la Municipalidad señalan que es el pasivo ambiental más grande que tiene la ciudad de Córdoba, se lo conoce como "El Chichón". Aún ni la CNEA ni el MIMEN han concretado sus recurrentes promesas de remediación declamadas varias veces ante los pedidos del gobierno provincial. Lo que queda claro es que esta actividad ambiental quedaría a cargo de las arcas fiscales de la Nación y los nuevos dueños de la empresa estatal gozarán de los privilegios de la nueva planta en Formosa y su principal cliente cautivo Nucleoeléctrica Argentina.
El plan en tierras formoseñas se encuentra en desarrollo, es conocido como "Proyecto Planta Procesadora de Dióxido de Uranio - NPUO2". Actualmente con financiamiento estatal se impulsa la construcción, montaje y puesta en marcha de la planta industrial, dónde se prevé que cuente con la tecnología más avanzada que existe actualmente para este tipo de instalaciones. La nueva planta de Dioxitek tendría una capacidad para producir 460 toneladas de dióxido de uranio por año, lo que significa triplicar el actual nivel de producción con el que cuenta nuestro país.
Estas razones hacen que los potenciales inversores sigan manifestando un gran entusiasmo de proceder a la compra, cesión u otro mecanismo de transferencia, según corresponda, de las participaciones accionarias de titularidad del Estado Nacional en esa empresa es decir el 99%.
