La empresa podría aplazar algunos proyectos si el acuerdo de disminuir producción se prolonga.
La rusa Rosneft, la mayor petrolera cotizada en bolsa a nivel mundial en términos de producción, cree que manejar una salida de un acuerdo global de recortes al bombeo es un desafío serio, dijo un portavoz de la firma.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, se reunió con ejecutivos petroleros rusos en Moscú el miércoles antes de unas conversaciones en Viena a fines de noviembre entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los productores fuera de la OPEP.
Las reuniones en la capital austriaca podrían determinar si se extiende más el acuerdo actual.
“Hablando sobre las preocupaciones de la compañía, primero que todo se abordó cómo prepararnos para suspender las medidas para restringir la producción”, dijo el portavoz de Rosneft, Mikhail Leontyev.
“Ésta es una pregunta seria. Más pronto que tarde, por supuesto, esas medidas serán levantadas”, dijo Leontyev. “Si es ahora o después, ésa es otra pregunta. Es una desafío serio, hay que prepararse”, agregó. Y reiteró que Rosneft mantenía sus compromisos, aunque indicó que el presidente ejecutivo Igor Sechin había expresado preocupaciones sobre el acuerdo.
Rosneft está limitando la producción en sus yacimientos más nuevos bajo el acuerdo, por el que Rusia se comprometió a reducir el bombeo en 300,000 barriles por día.
Eric Liron, uno de los vicepresidentes de Rosneft, dijo el martes que la empresa podría aplazar algunos proyectos si el acuerdo se extiende más allá de su plazo de vencimiento, el 31 de marzo del 2018.
El Ministerio de Energía ruso indicó que los productores locales están comprometidos con el acuerdo global para reducir la oferta y agregó que Novak y representantes de las empresas seguirán analizando la situación del mercado petrolero mundial. Un nuevo encuentro fue pautado para dentro de una semana.
El petróleo cayó el miércoles por cuarta rueda consecutiva, tras la publicación de un informe del Gobierno estadounidense que mostró una inesperada alza en los inventarios de crudo y gasolina, aunque un incremento en la refinación ayudó a que los precios rebotaran desde sus mínimos de sesión.
Ante esos elementos que tienden a hacer caer los precios, “éstos consiguieron limitar los daños”, dijo Kyle Cooper de la firma IAF Advisors.
Lo único positivo, a su juicio, del informe estadounidense es que las exportaciones de gasolina y destilados “siguen siendo correctas, señal de una sólida demanda mundial”.
Ya antes del informe estadounidense, los precios estaban en baja, en un brote de debilidad, tras varias semanas de apuestas al alza, dijo Matt Smith de ClipperData.
Desde junio y hasta comienzos de noviembre el barril de WTI aumentó 35 por ciento. “Semejante aceleración forzosamente provoca algo de nerviosismo”, señaló.
Los precios también se vieron presionados por un panorama pesimista para el crecimiento de la demanda de crudo de la Agencia Internacional de Energía (EIA, por su sigla en inglés).
Los inventarios de crudo y gasolina de EU subieron la semana pasada mientras que las existencias de productos destilados bajaron.
Los futuros del crudo Brent perdieron 34 centavos, o 0.55%, a 61.87 dólares por barril, después de caer 1.5% el martes, su mayor baja intradiaria en un mes. El West Texas Intermediate (WTI) bajó 37 centavos, o 0.66%, a 55.33 dólares por barril.
El martes, la EIA redujo su pronóstico de crecimiento de la demanda de crudo en 100,000 barriles por día (bpd) para el 2017 y el 2018, a un estimado de 1.5 millones de bpd y 1.3 millones de bpd, respectivamente.
La desaceleración de la demanda podría significar que el consumo mundial de crudo podría no superar los 100 millones de bpd el próximo año.
