Destrabar las inversiones que enfrentan complejidades para su ejecución es uno de los objetivos planteados por el Ministerio de Energía. Para eso la secretaría de Estado implementó un nuevo modelo para agilizar el desarrollo de proyectos que cumplan con las regulaciones, pero que presentan obstáculos.
"+Energía" se llama el plan desarrollado por la cartera -que fue coordinado por la Oficina de Grandes Proyectos dependiente de Economía- y que identificó 20 iniciativas que enfrentan diversos problemas, pero que, con gestión, se podrían encontrar soluciones.
En específico, son diez las iniciativas con obstáculos relacionadas a la generación, ocho a la transmisión y las otras dos ligadas a terminales de GNL.
Estos proyectos suman inversiones por US$ 3.784 millones y una potencia, en el caso de la generación, que totaliza 1.737 MW.
Entre las iniciativas emblemáticas que enfrentan obstáculos y que forman parte del listado aparecen la hidroeléctrica Alto Maipo, la compleja línea de transmisión Cardones-Polpaico, la central Achibueno o el terminal de GNL Penco-Lirquén.
La ministra de Energía, Susana Jiménez, comenta que la cartera hará "todo lo posible para haya más y mejor energía en el país, y ello conlleva tomar acciones concretas de agilización en la gestión de parte del Estado, pero también que los privados diseñen mejores proyectos e incluyan la participación temprana de la comunidad".
Añade que "hay que buscar un equilibrio energético-comunitario que nos permita un progreso sustentable como país".
Los problemas identificados en estos proyectos son, dicen en Energía, tan diversos como lo son los servicios involucrados.
Las trabas más comunes son permisos ambientales sectoriales (PAS) de difícil y lenta tramitación, recursos de reclamación pendientes de resolución en el Comité de Ministros o programas de cumplimiento ambiental cuya aprobación se encuentra pendiente en la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA).
También aparecen recursos ante los tribunales de justicia, procesos de consulta indígena en el ámbito del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) o tramitación de servidumbres y Concesiones de Uso Oneroso (CUO) en Bienes Nacionales.
El subsecretario de Energía, Ricardo Irarrázabal, explica que el plan establece tres momentos de acción del Ministerio, en los que serán claves los seremis de Energía y los equipos de las divisiones de Participación y Diálogo y la de Infraestructura.
La primera "ventana" de apoyo es previa al ingreso del proyecto al SEIA. "La idea es que en esta etapa puedan discutirse algunos elementos más políticos que no son compatibles con la discusión técnica que debe darse en el sistema", dice Irarrázabal. Para ello utilizarán herramientas de análisis territorial y un apoyo metodológico a la participación anticipada.
Asimismo, propiciarán la firma de acuerdos voluntarios entre las empresas, comunidades y otros actores. Estos se incluirían en la tramitación ambiental para que la SMA pueda fiscalizar su cumplimiento.
Cuando las iniciativas ya estén en el SEIA, utilizarán los comités técnicos, formados por los directores regionales de servicios para resolver de manera temprana los problemas que esté presentando los proyectos.
Una vez aprobados, el Ministerio generará una plataforma electrónica para el seguimiento de las iniciativas luego de otorgada la RCA, con el objeto de determinar claramente el responsable y los plazos de los distintos trámites administrativos.
"Esta es una propuesta que se puede implementar de inmediato, no hay que hacer modificaciones legales ni reglamentarias. Estamos usando los mecanismos existentes en la institucionalidad", subraya la autoridad.
