El caso de una empresa que ofrece paneles solares que alimentan heladeras y freezers.
En medio de la polémica por las tarifas eléctricas, una novedad presentada en Expoagro parece muy oportuna. Se trata de heladeras y freezers alimentadas con energía solar, que en la feria generaron 300 solicitudes de compra ahora efectivizadas.
Las energías renovables son, al fin, una realidad cotidiana. Desde los biocombustibles que se consumen masivamente, hasta los paneles solares que en algunas zonas reemplazan como única opción a la electricidad, brindan soluciones múltiples, siempre más sustentables y muchas veces también más económicas.
Las reovables están mostrando un creciente protagonismo en las inversiones que propicia el Gobierno, y periódicamente se anuncian aportes de capital de empresas nacionales y extranjeras en este rubro.
También tienen creciente predicamento en las ferias sectoriales. Un ejemplo de fue el sector de Energías Renovables de Expoagro, que congregó mucha atención de los visitantes. La empresa Solamerica captó la atención de personas provenientes de diferentes lugares del país con esos equipos para enfriar alimentos que funcionan con energía solar.
Independientes de la red eléctrica, esas heladeras y freezers son de bajo consumo, con una autonomía de 72 horas y un ahorro de energía considerable. Lo más importante es que logran la misma temperatura que una heladera o un freezer convencional.
La gran estrella del sistema galáctico en el que orbita la Tierra también activa equipos para calentamiento de agua, termotanques solares, tanto para residencias urbanas, como para zonas rurales. En Solamerica también disponen de generación de electricidad por paneles fotovoltaicos, iluminación LED para industrias”, según enumeró David Segal, representante de la firma, a Clarín.
Más allá de las ventas, Solamérica apunta a realizar diagnósticos de necesidades hogareñas y empresariales para brindar soluciones a medida (utilidad buscada, personas que lo usarán, metros cuadrados de la vivienda o establecimiento). Antes de vender un producto, acompañan el cambio cultural que implican estos nuevos usos. O mejor dicho, los usos ya tradicionales, pero con energía renovable.
FP/JC