El comprador del combustible de más rápido crecimiento amenaza con detener las compras en medio de una creciente guerra comercial.
El próximo invierno podría ser sombrío para los exportadores de gas natural de Estados Unidos debido a que el comprador del combustible de más rápido crecimiento amenaza con detener las compras en medio de una creciente guerra comercial.
PetroChina, una unidad de la estatal China National Petroleum Corp., podría suspender su compra de gas natural licuado de EE.UU. durante los meses más fríos, justo cuando comienzan a funcionar las nuevas terminales estadounidenses de GNL.
La medida podría obligar a los proveedores de gas como Cheniere Energy a reducir los precios en su intento por atraer a otros compradores durante la temporada de calefacción, cuando la demanda alcanza su punto máximo. Mientras que las empresas de GNL de EE.UU. obtienen la mayor parte de su dinero mediante contratos a largo plazo, el pasado invierno Cheniere cosechó grandes ganancias del mercado al contado, que vio cómo los precios en Asia subían a máximos de tres años en medio de un auge del consumo en China, informó Perfil.
La segunda mayor economía del mundo está impulsando el uso del combustible a medida que reduce la contaminación de las plantas a carbón. Pero con China considerando un arancel del 25 por ciento para el GNL de EE.UU., Cheniere y otros operadores estadounidenses de GNL podrían no tener otra opción que vender volúmenes al contado con un descuento, dijo Jason Gabelman, vicepresidente de Cowen and Company LLC. Cheniere no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
"Estados Unidos probablemente tendrá más GNL al contado disponible de lo que habría tenido si estuviera vendiendo al mercado chino”, dijo Gabelman. Otros compradores en Asia pueden aprovechar el gas estadounidense de bajo costo. Cheniere anunció el 10 de agosto un contrato vinculante a 25 años con la firma estatal taiwanesa CPC Corp. a partir de 2021.
"Si vende gas en el mercado al contado, necesita encontrar un nuevo lugar" para los cargamentos que se hubieran destinado a China, dijo Nikos Tsafos, miembro senior del programa de energía y seguridad nacional del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. "Y para las empresas que solo tienen gas de EE.UU., ese es un gran dolor de cabeza".
FP
