En 2007, el parlamento de Moscú votó para permitir que sus gigantes energéticos crearan sus propios ejércitos, con armas y tecnología suministradas por el Kremlin.
La Guerra de Iraq vio el uso de fuerzas militares comerciales (mercenarios) en un grado extenso sin precedentes en la era moderna. Una de las empresas contratistas militares, Blackwater (ahora Academi), vio a cuatro de sus contratistas de seguridad acusados de matar a 31 personas en un tiroteo en el camino de Bagdad en 2007 (sentencias que fueron anuladas el año pasado ).
Ese mismo año, 2007, hubo un cambio similar en el nexo entre negocios y seguridad en Rusia cuando el parlamento de Moscú votó para permitir a sus gigantes energéticos Gazprom y Transneft crear efectivamente sus propios ejércitos , con armas y tecnología suministradas por el Kremlin.
De hecho, las empresas de energía de Rusia han seguido una tendencia iniciada por las empresas británicas de petróleo y gas, muchas de las cuales han contratado a contratistas de seguridad para las operaciones en regiones inestables . El siguiente paso lógico es unir las dos: las empresas de energía recién armadas se convierten en compañías de recursos militarizados (MRC), una contraparte más rica y más rica en recursos para compañías militares privadas (PMC) como Blackwater. Con una milicia corporativa bien armada, Gazprom y otros pueden proteger agresivamente los activos en el país y en el extranjero, y pronto podrán jugar un papel importante en los planes energéticos de Rusia para Siria.
Antes de la guerra civil, Siria producía más de 400,000 barriles de petróleo por día. Pero en 2013, el número se redujo a 58,000 . Y para enero de 2018, el presidente Assad de Siria había firmado un acuerdo con el presidente Putin, el mayor defensor de Assad, otorgando a Moscú los derechos exclusivos sobre la producción de petróleo y gas en Siria.
En cierto sentido, Rusia es el candidato perfecto para monopolizar tal oferta. Moscú no tiene miedo de las sanciones contra el régimen de Assad, mientras que el propio Putin enfrenta restricciones similares por parte de los líderes occidentales. Si Rusia desea alcanzar un objetivo a largo plazo de convertir a Siria en un centro de tránsito de energía para ventas sin restricciones en Asia, se espera que bombee $ 30 mil millones o más para restaurar la infraestructura energética de Siria. A cambio, Rusia tendrá una presencia más fuerte en el Medio Oriente y el Mediterráneo oriental. Se esperará que cualquiera que corteja la energía siria adule a Putin, el zar del petróleo, tanto como al propio Assad. Y la proximidad a China como mercado es especialmente atractiva en un momento en que las relaciones chino-rusas están floreciendo .
Gazprom está bien ubicado para representar la expansión de Rusia en Siria. Gazprom ha preparado su relación con Assad a lo largo de los años, hasta el punto de que una oferta rival de Qatar para construir un gasoducto fue ignorada por el líder sirio, quien citó las excelentes relaciones de su país con el Kremlin y Gazprom específicamentecomo el operador preferido de nuevos campos de hidrocarburos.
Muchos gigantes energéticos rusos están ansiosos por regresar a Siria a medida que aumenta la probabilidad de estabilidad. Assad ha respondido generosamente con una invitación a tales firmas prometiendo incentivos lucrativos para las compañías que desean restaurar la infraestructura energética de Siria . La prolongada presencia de trabajadores rusos justificaría fácilmente las precauciones militares del Kremlin. Gracias a la ley de 2007, tales precauciones pueden ser tomadas por las propias compañías. Los gigantes de la energía como Gazprom (de quien se rumorea que presionaron por la legislación) estarán armados y listos.
Gazprom ya es descrito por algunos como un estado dentro de un estado , que ostenta el control de una quinta parte de las reservas mundiales de gas. Si Rusia profundiza sus actividades en Siria a través de Gazprom, estará exportando el ejército corporativo de Gazprom a una región ya políticamente compleja y frágil. Quizás esta complicación erosione aún más la estabilidad de Siria.
Incluso si Assad recupera el control completo, una empresa de recursos militarizada sin duda creará una situación similar a la de Ecuador, en la cual las compañías petroleras extranjeras dictan los arreglos políticos de su entorno local , usurpando efectivamente al estado y al ejército de ese estado para que sea el petróleo y no las personas que están protegidas
El riesgo de que las compañías petroleras multinacionales erosionen la soberanía de un estado débil es una amenaza que también enfrenta Iraq (donde también opera Gazprom). En un esfuerzo por combatir el riesgo de tal erosión política, Iraq intentó regular las actividades de los contratistas militares mediante el establecimiento de la denominada Policía Petrolera . La medida efectivamente envió el mensaje de que el petróleo iraquí estaba a la venta pero no su soberanía, lo que significa que los contratistas (y las compañías multinacionales) tenían prohibido proteger las instalaciones de petróleo y gas. El movimiento ha tenido un efecto limitado. Desde su creación, la Policía del Petróleo ha luchado para defender la infraestructura de los ataques, citando una capacitación deficiente y la falta de recursos.
Y el petróleo es la única mercancía de Iraq. Sin la presencia de firmas internacionales de energía, la ya tumultuosa economía iraquí empeoraría en un país donde casi el 50% de su PIB depende de las ventas de hidrocarburos. Para Assad, Rusia sigue siendo su defensor más fuerte y una razón clave por la que se ha aferrado a su trono de hierro . Cuando vuelva la estabilidad, Putin exigirá su recompensa.
Gazprom puede ser una empresa privada, pero sus vínculos con el gobierno ruso lo convierten en el instrumento perfecto para la intervención política en el ámbito de la energía. Mientras que Rusia ha sido acusada de utilizar mercenarios en Siria, la próxima medida es exportar corporaciones influyentes que vienen con un ejército integrado (bajo supervisión estatal). Rusia de ninguna manera se está retirando de Siria. Como Gazprom agrega incluso drones de grado militar a sus activos de seguridad, debemos esperar para ver si Assad puede controlar las compañías extranjeras de petróleo y gas que operan en su país, o si son estas empresas, con los activos de petróleo y gas firmemente bajo su control, quién lo manda.
FP
