La economía chilena creció un 4% en 2018, su mayor registro en cinco años, impulsada por el buen desempeño del sector minero, los servicios y el comercio, informó este lunes el Banco Central.
La cifra anual de expansión se completó tras registrarse un crecimiento del 3,6% en el cuarto trimestre del año pasado, por el mayor dinamismo de la minería y la construcción, en línea con las proyecciones del gobierno.
La expansión de 2018 supera ampliamente el crecimiento del 1,3% registrado en 2017, de acuerdo con las cifras corregidas del Banco Central.
La economía argentina cayó 2,6% en 2018
"El crecimiento del año pasado de Chile fue 4%, más que duplicó el ritmo que veníamos trayendo en los años anteriores, crecimos más que el mundo, pusimos a Chile en marcha", celebró el ministro de Economía, José Ramón Valente, entrevistado por radio Duna.
De acuerdo con el Banco Central, "todas las actividades exhibieron cifras positivas, siendo la minería del cobre, los servicios personales y el comercio las actividades que más incidieron en el crecimiento del PIB", explicó el Banco Central.
El llamado PIB minero completó durante el año una expansión del 5,2%, luego de caer por tres años consecutivos, impulsada por la extracción de cobre, del cual Chile es el primer productor mundial, con cerca de un tercio de la oferta global.
La actividad minera se concentró especialmente en la segunda mitad del año, impulsada principalmente por "una baja base de comparación debido a las paralizaciones acontecidas en el año 2017", cuando por más de 40 días suspendió sus labores la minera Escondida, el mayor yacimiento de cobre del mundo. Adicionalmente -agregó el Banco Central- se "observaron mejoras de procesos y, en menor medida, mejores leyes del mineral en algunos yacimientos".
Por su parte la actividad comercial, "cerró el año con cifras positivas en todos sus componentes", con una expansión total del 5%. "El comercio mayorista fue el de mayor incidencia, seguido por el comercio automotor y el minorista", explicó el BC.
El PIB chileno se vio impulsado por un aumento del 4,7% de la demanda interna, alentada por el consumo, que creció un 3,7% en el año.
La inversión logró recuperarse después de cuatro años de caídas, por el desempeño positivo de dos de sus componentes: la formación bruta de capital fijo (FBCF), que creció un 4,7% anual, y la acumulación de existencias, que alcanzó un 1,3% del PIB a precios del año anterior.
Para el 2019, el gobierno espera que la inversión crezca un 6% y la economía en torno al 4%.
El crecimiento del PIB se vio lastrado en parte por el déficit de la balanza comercial. Las exportaciones crecieron en un 5% en 2018, tras haber caído un 1,1% el año anterior, gracias al mayor dinamismo en los envíos de cobre, salmones y frutas.
Pero las importaciones se incrementaron en un 7,6% en el mismo periodo, impulsadas por mayores compras al exterior de automóviles y maquinarias de uso industrial y minero, reforzando la tendencia al alza registrada en los últimos años, de acuerdo con el Banco Central
